Se le veía
acechando el amor
por los bares de la noche:
encaramado en la soledad
- inmóvil como un reptil -
alargaba atribulado los labios
hacia el vaso de gin
y los ojos hacia el escote
más cercano.
Poemas enviado por Domingo López (Sanlúcar, Cadiz, 1967), perteneciente a su libro “Suburbia” (Ed. Point de Lunettes, Sevilla, 2007).
Qué bueno, con lo que me gusta la ginebra.
ResponderEliminarnuaniu
:)))) Discúlpenme, noche cachonda que uno trata que no se note.
ResponderEliminarCojonudo poema. Me gustaría brindar por ese 'dandy triste' de mirada perdida.
nuaniu