Sobre mi primo Juan Pedro escribí en 'la cinta de moebius':
tengo viva tu imagen de loco y drogadicto
nalgueando las calles casi a todo correr
tambien tengo presente esa risa de latas
que estallaba estridente destripando silencios
y perdiste tu oficio primo y la cordura
que te queda en la vida que no tienes amor
Afortunadamente, este imagen tan estrecha él mismo se encarga de enmendarla. Juan Pedro, loco; Juan Pedro, drogadicto; Juan Pedro que se agota. Pero Juan Pedro no sólo es el primo cincuentón irresponsable de sí, Juan Pedro es Juan Armas Sánchez (como el se autodenomina), el autor de estos Pensamientos que a partir de hoy, cada sábado, daremos a luz, sin su conocimiento. Una de nuestras tías ha puesto en mis manos esta obra recogida en un cuaderno personal en el que va impreso su nombre y el de la colección de aforismos.
Juan Pedro me perdone, Juan Armas lo merece.
No os lo perdáis. Acompañadnos, sacaréis tajada. El amor, la vida, las relaciones personales y sociales, la ambición, la vanidad, los vicios humanos y las virtudes...
Comencemos:
La sociedad paga bien caro el abandono en que deja a sus hijos, como los padres que no educan a los suyos.
. . .
Gente de leyes, esclava de los vicios humanos, vendedores de palabras sin sentido que funda su arte en la discordia entre hombre y hombre.
. . .
Los abuelos comprenden mejor a los nietos que los padres a los hijos. Los crepúsculos del día y de la noche tienen muchas veces la misma luz y los mismos colores.
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