CANCIÓN TERCERA
TÚ no eres tú
(nocturna paradoja),
pues eres yo;
dentro de mí, en espuma
y en aurora
mental.
Eres yo. Yo
soy tú, nadie;
repoblador de lácteas
efusiones.
Tú y yo,
nada.Ella quizá,
constelación urbana, tinta
agónica y eslabón
en acuoso haz
forjado.
Tú, yo,
ella, poco o
nada. Entrecortados,
sin retoñar o
difundir; creación, letra,
paraíso mental. Hombre:
Nada.
Juego, delirio
mío; piel
etérea
por mí ensamblada,
torneada, conformada.
Por mí. Yo: nadie, humo
evaporado, liviana
efusión.
Yo: Hijo de Ella, mater
helada, hormigón
creador. ¿Padre?
Un millón de muertos
por las flores
(y el cielo).
Tú eres yo, aunque
no lo sepas
(tranquila, yo lo sé)
Entre algas
y corrientes.
Anegado, confundido,
kilométricamente
despoblado.
Yo soy.
En cosmos propio,
ionizado, ignoto,
colectivo.
No, no eres tú.
soy yo
(por eso no te pierdo);
y yo, Ella, esto
(por eso no te encuentro).
‘Lisboa’, Colección Mirador, Ediciones de
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