En José Emilio Pacheco es difícil quedarse sólo con un poema, así que el primero:
De algún tiempo a esta parte
I
Aquí está el sol con su único ojo, la boca escupefuego que no se hastía de calcinar la eternidad. Aquí está como un rey derrotado que mira desde el trono la dispersión de sus vasallos.
Algunas veces, el pobre sol, el heraldo del día qu ete afrenta y vulnera, se posaba en su cuerpo, decorando de luz todo lo que fue amado.
Hoy se limita a entrar por la ventana y te avisa que ya han dado las siete y tienes por delante la expiación de tu condena: los papeles que sobrwnadan en la oficina, las sonrisas que los otros te escupen, la esperanza, el recuerdo...y la palabra: tu enemiga, tu muerte, tus raíces.
Extraído de 'Poesía en movimiento (México 1915-1966)'
No hay comentarios:
Publicar un comentario