A veces uno toca un cuerpo y lo despierta
por él pasamos la noche que se abre
la pulsación sensible de los brazos marinos
y como el mar lo amamos
como a un canto desnudo
como al solo verano
Le decimos luz como se dice ahora
le decimos ayer y otras partes
lo llenamos de cuerpos y de cuerpos
de gaviotas que son nuestras gaviotas
Lo vamos escalando punta a punta
con orillas y techos y aldabas
con hoteles y cauces y memorias
y paisajes y tiempo y asteroides
Lo colmamos de nosotros y de alma
de collares de islas y de alma
Lo sentimos vivir y cotidiano
lo sentimos hermosos pero sombra
Homero Aridjis en 'Antes del reino' (extraído de 'Poesía en movimiento (México 1915-1966)')
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