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jueves, 30 de abril de 2009

'Todo Respira Amor'... de Blanca de los Rios

I

Todo respira amor: la mariposa
se sacia de perfumes y de luz;
ebrios de aromas los insectos vuelan
vacilantes, temblando en el azul.
¿Las ramas de los árboles se besan?
¡Qué más himno, Señor, que el mes de abril!
¡Hasta en la charca resplandece el cielo
y hasta en el fango inmundo ama el reptil!
Cuando los cielos y la tierra brillan
rebosando de músicas y amor,
siento un dolor tan grande como el mundo:
¡Tengo celos de toda la creación!

Jesús Malia en 'Madrid: una ciudad, muchas voces'

Permitidme. El verso que publico es de los pertenecientes a la serie Camino a Santiago, ya recogida en este blog. Si vuelvo a exponerlo es porque hago una importamte corrección.

He salido a caminar para quedarme quieto,
como el árbol camina por las sendas del aire cuando busca las nubes que le ocultan la luz,
como un niño que salta para asirse a los rayos y suspenso se queda agarrado del aire.

He salido a caminar para no hollar la tierra,
como el árbol camina cuando ensancha su tronco extendiendo el abrazo.

He salido a caminar como el árbol camina
al hundir su raíz.

'Querida Quiela', entrega semanal

9

Láora me ha organizado una salida, querida Quiela:

pretende que pase unos días en un balneario cercano a la costa, aunque en altura. Dice que allí, además, me harán una revisión médica, que no me vendrá mal una a fondo, que llevo una vida tan sedentaria que el hecho de no enfermar nunca puede ser signo de que esté incubando algo muy feo, y que incluso me convendría un chequeo del sistema nervioso, que enfermedades como el alzeimer conviene detectarlas con prontitud. Sólo de oirla me dan aprensiones.

¿Recuerdas, Quiela, cuando subismos a la montaña aquel verano? Diego y Frida nos acompañaron. Diego mataba a Frida de celos, siempre decía que la poesía y la pintura estaban sedientas de encontrarse, que había que aprovechar las oportunidades que brindaban el encuentro de una pareja de poetas con una pareja de pintores. A ti tampoco te gustaba la gracia, pero sé que Diego sólo lo hacía por burlaros y no dejé de reírsela.

Aquélla fue la primera vez que hicimos el amor, ¿recuerdas, querida Quiela? He libado tus labios, ya no quiero licor.

Versos de Luis Luna en 'Madrid: una ciudad, muchas voces'

Como un útero
el cuarto
te contiene
(y que una voz te diga hacia los otros. Y que esa voz te calme)
en el pronombre tú.

Escasa superficie.

*

La podredumbre
en tus brazos
se hace
(como el sueño d eun muerto a ti mismo te abrazas)
intimidad. Soporte.

*

Sobre la tierra el rastro de la herida.

Las manos del hombre están atadas a un centro que todavía no conoce, que no es capaz de intuir más que en el gesto insomne del espejo.

Debe de haber un cielo, un arriba, un punto de fuga. Pero la cerviz también está sujeta, forzada a la sumisión de los alcances.

Deja que te miren, animal de derrumbe.

'Tiempo perdido en la orilla', en Sobre Cántico


No me atrevo a decir que este tema no sea nuevo en el 27, porque Alberti escribió aquello de no quiero barca, corazón barquero, quiero ir caminando por la mar al puerto (no entrecomillo porque no me apetece buscar la divisón exacta en versos), y no sé quién lo hizo antes, si Jorge su no quiero sillas o Alberti su no quiero barca. En cualquier caso, mismo gusto en la tormenta, que en Jorge ya venimos observando desde versos atrás.
‘Sálvame así, tiempo/ Perdido en la orilla/ Libre, tanto amor,/ Tanto azar, las islas.’, a vuelta con la celebración de los límites, ‘Mis manos vacías’. ‘Azul de otra infancia’ celebra la memoria; ‘Con facilidades/ Por arroyos, locos/ De los regocijos/ Que emergen de agosto’, lo inmediato; ‘Y sombras de dos/ En dos, indistintas’, el amor.
No quiero ser pesado, pero la orilla es la frontera del mar o del río, de la verdad, de la realidad fija o cambiante, del conocimiento.
Y dice Jorge tiempo perdido, en su gusto por decir lo que quiere con su contrario, para decir tiempo ganado en el deleite, la contemplación, la memoria, el amor, el estar sin saber. Aunque claro, si es tiempo perdido es porque anhela eso otro que queda después de la orilla: ‘Que a un gris verde invitan’.
Me repito, ¿verdad? No soy yo, es Jorge.

'Noche de Bizancio', un poema de Alberto Lauro en 'Madrid: una ciudad, muchas voces'

Un día amanecieron las casas desiertas,
los templos vacíos,
los pergaminos quemados.
El ejército enemigo
había tomado mejores posesiones.
Nadie elevó a los dioses plegarias.
La herejía tomó sitio en los burdeles.
Guerreros de legiones invencibles fueron derrotados.
Yo besé los labios del mercader y del tahúr.
Como los caballos de Aquiles
que al llanto se entregaron
por la muerte de su amado Patroclo,
el pueblo sepultaba entre las manos su dolor.
Mercenarios y sacerdotes
que temían un sitio entre la muerte
complaciéronse en aplausos,
renunciando a su linaje,
en tanto se escuchaba la palabra indigna.
Era la noche de Bizancio.

'Verano e hiragana', un poema de Juan Pinilla

VERANO E HIRAGANA
Como se traza un carácter nuevo
con líneas gruesas, ligeramente curvas
como callejones o puentes sobre un plano
y se origina una sílaba
y luego una palabra,

Así va discurriendo este verano
donde abro calles nuevas con mis trazos
y encuentro placer en otras curvas
calurosas y densas las noches
pobladas de atracciones y sorpresas,

Ahora seguro, ahora sin referencias
flotantes las barreras
como con tinta negra
retrazando mi vida
sobre un papel sin límites.

sábado, 25 de abril de 2009

Los pensamientos de Juan Armas Sánchez

La desnudez es, quizá, la base más sólida del socialismo. Tal vez el mismo instinto que impulsó a grandes grupos de germanos a andar sin ninguna ropa encima, les impulsó a vestir la camisa parda y las polainas y andar con el brazo levantado.
. . .
Vale más ser despreciado y saberlo que vivir adulado tenido siempre en desprecio.

'Imtemperie', un poema de José Luis Gómez Toré en 'Madrid: una ciudad, muchas voces'

Qué haremos con la luz,
con el olor que vierte
como un perdón la lluvia, con el grito
bárbaro del vencejo,
dónde albergar el náufrago estupor
que nos borra y nos nombra.

Las ventanas soportan
tanto azul sin romperse
pero nosotros
qué haremos
cuando amanezca el mundo
y el cuerpo otra vez sólo sea
un doloroso enjambre de palabras,
el otro lado de la claridad.

Nueva entrega semanal de 'Querida Quiela'

8

Querida Quiela:

hoy volví a tener esa pesadilla tuya en que le tiemblan a uno los dientes hasta que se le caen y se desparraman por el suelo como estrellas ahogadas.

Dice mi amigo, el psiquiatra Pulido, que no es un sueño infrecuente, que esta fobia mía no es exclusivamente tuya.

También cuando le leí tu poema, el que he incluido antes, me dijo que no necesariamente te referías a mí con ese Adán, que él mismo pudiera serlo.

Tengo la sensación de que pretende borrarte, querida Quiela. No de ayudarme a vivir sin ti, sino a vivir como si no existieras, como si fueras el producto de una mente delirante, un compendio de mujeres y ninguna a la vez. Tal vez, quién sabe. Una sombra. Un viento que no se posa sino que rueda siempre y me atraviesa cada vez.

No sé por qué mantiene esa actitud mi amado Pulido, querida Quiela, pero se lo perdono porque me quiere.

Láora y él me parecen las únicas personas reales que me rodean, ni siquiera Noné o nuestro nieto Jacobo me parece que vivan. Como que ni recuerdo los motivos por los que llevan esos nombres.

Sobre Cántico, seguimos en 'Niño'

Visto desde la perspectiva del conocimiento, ‘Claridad de corriente’ no puede entenderse por transparencia, sino por inocencia; ‘Círculos de la rosa’, belleza virgen que se repite en cada niño; ‘Enigmas de la nieve’, pues eso, enigma, el enigma de la vida para el pensamiento. ‘Aurora’ (otra vez amanecer, ¿quedaba duda?) ‘y playa en conchas’, ocaso. Las conchas de la playa son los cadáveres que nos ha traído el mar, la historia. En resumen, el niño, tan inocente y hermoso, nueva y virginal realidad, sin embargo cargada de historia: las madres de las que hablamos hace rato, ¿recuerdas? (Ontología, metafísica, cultura.)
En consecuencia, el niño es una máquina que procesa muchos elementos, tornándolos en una sustancia turbia y agitada, él mismo en elementos contrapuestos, ‘Alegrías de luna’. Por luna, reflejo, en la misma línea. (Espero que se entienda,no puedo explicarlo más despacio.)
Y en consecuencia, ‘Si rica tanta gracia,/ Tan sólo gracia, siempre/ Total de la mirada:/ Mar, unidad presente’. ¿Y cuál es esa unidad? ‘Instante sin historia,/ Tercamente colmado/ De mitos entre cosas:/ Mar sólo con sus pájaros.’ Instante sin historia, dice, sin memoria, diría yo, colmado de mitos, no de ciencia. Y, de nuevo, al negar la asibilidad de la realidad: ‘Mar sólo con sus pájaros’, la belleza, la plasticidad, la afirmación, el cántico, la gracia, tan sólo gracia, dádiva. Vuelve a más allá, el mundo es un don, una gracia; hay un ser avasallador, universal, que nos lo regala.
Así que, en fin, el niño, el hombre: ‘Poeta de los juegos/ Puros sin intervalos,/ Divino, sin ingenio:/ ¡El mar,el mar intacto!’. Bien está que disfrutemos del mundo y no tengamos respuesta para tantas preguntas. ‘Irreductibles, pero/ Largos, anchos, profundos/ Enigmas –en sus masas./ Yo los toco, los uso.’, que dijera en ‘Más allá’. Qué feliz inocencia, círculos de la rosa.

'PO-E', un poema de Miguel Ángel Gara en 'Madrid:una ciudad, muchas voces'

Una sombra caía camino de la casa
y puede que la sombra deslizándose
fuera una sombra ajena
una brillante sombra cercada por los ojos,
la sombra acuosa y libre en su tensión
de sombra o el miedo que la mente celebra
tras su derrota lógica, la sombra
atolondrada de piares ciegos, el revoltijo gris
de la piel de una sombra bajo la lluvia alada,
la sombra de un fulgor, alta sombra brillante
que entre el vértigo cae
y no regresa.

'Sequía', un poema de Juan Pinilla

SEQUÍA
En esta tierra sedienta
que el verano agosta
como un milagro, un espejismo,
la semilla se protege esperanzada

Pero el dulce néctar no vuelve
y en el recuerdo de la primavera tardía
empieza a confundir lo vivido y lo soñado

El sol penetra persistente
y el maná de su corazón se evapora
a pesar del fino manto que la cubre

como quien pretende dejar atrás todos los miedos
tapándose apenas con la fina sábana.
Árida tierra donde el amor no arraiga.

domingo, 19 de abril de 2009

Anteayer en Lavapiés, mañana en Tribunal, 'Poesía Capital'


Me da que el único que va a repetir en todas las ocasiones es Pepe Ramos. Lunes en Tribunal, domingo en Lavapiés. ¡Error!, la lectura del lunes es a las 20 horas.

sábado, 18 de abril de 2009

Los pensamientos de Juan Armas Sánchez

Ser desconocido de los hombres, y no cuidarse de ello, he aquí lo que es propio del sabio.
. . .
Quejarse del tiempo en que se vive, murmurar de los actuales detentadores del poder, añorar el pasado, concebir absurdas esperanzas de futuro, son las comunes inclinaciones de la mayor parte de la humanidad.
. . .
A menudo te ocurrirá decir, cuando dos hacen la misma cosa: lo que éste puede hacer impunemente no es lícito al otro.

Rosario Castellanos en 'Viaje redondo'

COMENTARIO AL ESCULTOR

El que se lamentaba
de hacer su propia estatua con arcilla,
que pruebe las materias que nosotros usamos.
Nosotros, es decir, los marginales:
memoria, ensueños, humo, sueño, esperanza. Nada.

Rodrigo Galarza en 'Madrid: una ciudad, muchas voces'

surgen desde el fondo de los siglos
y sus ombligos de adobe y silencio
fulguran de tristeza
en la espera de un tren exhausto
que les alivie las penas

los hijos del cobre
surgen desde el fondo de los siglos

y a cambio de unas monedas
o de una sonrisa
te venden un poco sus oscuras miradas
el cuarzo impío de sus sueños

mientras que otros
-en los marsupiales multicolores de sus madres-
espían incrédulos,
se resisten a nacer así:
desamparados por su propia historia,
por sus mitos enflaquecidos
en nombre de la Biblia y del 'progreso'

los hijos del cobre
salen del centro de la tierra

miércoles, 15 de abril de 2009

Asociación cultural PIPO

Jueves 16 de abril
21.30 horas

Mariam Womeck
Sonia Bueno

"Cadáveres y Muñecas"
22.30 horas

La Asociación Cultural PIPO está en la Travesía de la Primavera, en Lavapiés, Madrid.

'Querida Quiela', novela en cartas de Jesús Malia

7

“A Adán,
podría amarle tanto…

Él sabe contentar a la Eva desnuda
que le pide frutos
prohibidos,
y le arrastra al río
y le ve reirse feliz,
aunque sus costillas
besen
todas las piedras del camino.

Es un niño que pide amor
y se conforma con juguetes
o dos segundos de abrazos
y ternura.

Un jilguero, es Adán,
un ave colorida
que sabe volar
aunque sus alas
no den para tanto,
y se alimenta, apenas,
de semillas y migajas
de pan,
y algún insecto.

Me gusta Adán,
podría amarle tanto…
Pero no tengo frutos con que tentarle.”

'Parques', un poema de Eduardo Fariña en 'Madrid: una ciudad muchas voces'

dar una vuelta por un parque y pensar tranquilo
sobre lo que no se puede tocar porque está muy caliente
lo que no ha pasado y se huele primero
rodeado por juegos de niños y padres en aprendizaje del rol
recomendable dejarse digerir en su organismo
tratar de ser el propio rincón de relajo cotidiano
sin estar a salvo de nada así con entretención aprender
sorprenderse junto a lo que crece verde
afilar el dardo con los dientes y luego con las uñas
el porqué de un parque asemejado a la marcha
es muy probable que cuando comiencen a sobrar los años
y se deje de creer definitivamente en lo que sostiene la sonrisa
o se logre entender al fin el juego solitario
sugerente decisivo que desde lo alto se logra
deba mirarse todo y en esa exclusiva continuidad
de las primeras juventudes cantos de la inocencia a la experiencia
azote relámpago el recuerdo de un parque donde se practicó fútbol
se aprendió de mujeres robaron relojes y tanta
euforia se sudó que fue menester el hastío
pero en cada pasaje en cada oportunidad que se volvió parque
se admita con detalle rondar el propio jardín.

Sobre Cántico, de Jorge Guillén, 'Niño'

NIÑO

Claridad de corriente,
Círculos de la rosa,
Enigmas de la nieve:
Aurora y playa en conchas.

Máquina turbulenta,
Alegrías de luna
Con vigor de paciencia:
Sal de la onda bruta.

Instante sin historia,
Tercamente colmado
De mitos entre cosas:
Mar sólo con sus pájaros.

Si rica tanta gracia,
Tan sólo gracia, siempre
Total de la mirada:
Mar, unidad presente.

Poeta de los juegos
Puros sin intervalos,
Divino, sin ingenio:
¡El mar,el mar intacto!

También albor es infancia o juventud, y de la infancia nos habla este poema. Así que no es más que otra perspectiva del mismo asunto del poema ‘Los nombres’, en eso que me da por llamar poesía poliédrica o, remontándonos a la vanguardia, más próxima a Jorge, poesía cubista.
Paren tesis, paréntesis. Identifico el cubismo con una representación superpuesta de diferentes elementos en un mismo plano, al modo que practica Juan Gris en, por ejemplo, la siguiente obra. (No se busque en su elección otro significado, la he tomado por ser la primera a la que me ha conducido mi navegación por Google.)

Poesía cubista, en estos supuestos, podríamos llamar a la poesía de Maiakovski, que en cada poema (plano) desborda de imágenes inconexas.
Por el contrario, la poesía poliédrica es aquella que en cada poema se ciñe a manifestar una cara del poemario o idea, que es un poliedro. Es decir, la realidad no es una esfera blanca que ofrece la misma perspectiva bajo cualquier ángulo. Un balón de fútbol, con sus hexágonos blancos y pentágonos negros ofrece más variantes en su observación. El poliedro al que me refiero es aún más complejo que este último, aunque parezca increíble, es la relidad, multiforme.
A esa relidad multiforme sólo el simbolo puede atraparla, la metáfora (¡oh tú, Nietzsche!). En este caso, Jorge identifica el alba con la toma de conciencia, con la infancia, con los nombres…
La poesía cubista es impulsiva, la poesía poliédrica, inquisitiva.
En fin, que otra vez me extiendo en demasía. Dejadme que con estas absurdas ideas mías me despida por hoy hasta el próximo martes. Tenéis tarea. Je,je,je.

lunes, 13 de abril de 2009

Versos de Julio Espinosa Guerra en 'Madrid: una ciudad, muchas voces'

El río
no es dios ni río
no pasa frente al ojo
ni es el ojo

sino una suma de trozos
concatenados
en laimagen el capricho
final de un montador
que lepone anteojers
al horizonte.

*

La muerte del río
-su corriene-
es la cisura
de este océano

Como este océano
-su fragmentación-
la herida
de nuestra mirada.

*

Al fondo de este océano
hay otra ciudad
que se construye
y en la ciudad
otras palabras
que nos ciegan

Rejas de un mismo presidio
cortándonos la vista al exterior.

*

Surcas el surco que deja el agua
animal
que encuentra un charco
el año de sequía.

*

Tanto soñar con la otra orilla
tanta cosa absurda
tanta palabra
para al final descubrir
que debajo del río
hay otro río. Éste
imposible de ruzar.

Textos del poemario NN, de Julio Espinosa Guerra, recogidos en 'Madrid: una ciudad, muchas voces'.

Un poema inédito de Juan Pinilla

SINBAD EN EL SIGLO XXI
Flotando inestable, inseguro del rumbo
porque el mar, como el río, nunca es el mismo,
Reaprendiendo cada día a navegar
tu suelo impermanente como el amor
fugaz, como los olores cambiantes
que el viento arrasta desde tierra
And the pain? Never mind the pain!
si es parte de la esencia que te mueve.

Sinbad del siglo veintiuno
buscando entre tormentas
puertos antiguos y otros que nunca habías hollado
los placeres pasajeros
el amor encubierto en el deseo
los frutos de la noche
apúralos y no te ates a ellos
la vigilia ebria que aplaca las heridas
entrégate ahora, al amanecer zarparemos.

sábado, 11 de abril de 2009

Los pensamientos de Juan Armas Sánchez

Vivimos con nuestros defectos igual que con nuestros olores corporales: no los percibimos; no molestan sino a quienes están con nosotros.
. . .
La democracia, como la aristocracia, como todas las instituciones sociales, llama calumnias a las verdades que le dicen sus enemigos y justicia a lo que dicen sus amigos.
. . .
El descanso es del trabajo, como los párpados de los ojos.

jueves, 9 de abril de 2009

'Zaino', un poema de Nora Alarcón en 'Madrid: una ciudad, muchas voces'

y el viento secaba esas lágrimas
siguiendo las huellas del reloj

sumergido en este galope sin estribos
en un zaino desbocado de vacío

adónde gritar...ya nada araña el silencio

y si un rayo incendia esta oscuridad
que ya no embriaga

moriría como aquel potro
desangrándose cuando le castraron

bebiendo tu sueño tras este corazón
lanzado sobre algún obstáculo.

'Querida Quiela', de Jesús Malia

5

Querida Quiela:

Nuestro hijo Noné quiere que Jacobo estudie en Zúrich, y el chico se deja hacer. Me asusta que sea tan dócil, no sé qué clase de explosión va a experimentar, pero creo que ya hace sus pinitos con los versos; nunca me leyó, pero devora con fruición a Leopoldo María Panero.

Ya se oye a la tierra abrir paso a la flor.

6

Acaban de traerme tu último libro, querida Quiela: “Hambre, Inocencia y Locura”.

He preferido dejarlo a un lado en mi escritorio y escribirte primero.

Dice Láora, que sabes que me adora y que me cuida, que de hambre e inocencia, nada, que eras pérfida y de mal comer; por lo poco que te conoció, que eras toda locura. Yo me río, querida, como espero que tú lo hagas. Y me apeno. No sé en qué medida pude saciarte y mostrarte pureza o maldad. Creo que me resultó más fácil, sencillamente, desquiciarte.

Me aterra entrar en las páginas de tu poemario, al tiempo que anhelo encontrar razones para que me abandonaras. ¿Será ésta la razón?¿Será que nunca supe de tus deseos, que no los quise atender? ¿O que nunca me mostraste los jardínes y las grutas bajo tu piel?

¿Por qué nos empeñamos en descreer del amor?

Sobre 'Cántico', continuamos con 'Los nombres'

‘Albor. El horizonte/ Entreabre sus pestañas/ Y empieza a ver. ¿Qué? Nombres./ Están sobre la pátina// De las cosas’. Atiéndase a la contradicción. Pátina no es aquí el barniz sobre el bronce, ni el tono sentado y suave que da el tiempo al óleo, aquí pátina es el carácter indefinible, innombrable, diría yo, que con el tiempo adquieren las cosas. Lo que es tanto como decir que los nombres, con los que intentamos aprehender la realidad, no la retienen. ‘La rosa/ Se llama todavía/ Hoy rosa’. Todavía hoy, pero mañana la rosa no tendrá rosa por nombre, ni la rosa significará lo que hoy. Porque en fin, mucha belleza, pero ‘la memoria/ De su tránsito’ es la prisa, la fugacidad. No hay memoria posible en la certeza.
Así que, en implicancia con respecto a algún comentario anterior, Jorge no confía en los nombres, no cree en ellos, asume la inaprensibilidad de lo exterior. ‘¿Y las rosas? Pestañas/ Cerradas: horizonte/ Final. ¿Acaso nada?’ Claro: ‘Prisa de vivir más./ A largo amor nos alce/ Esa pujanza agraz/ Del Instante, tan ágil// Que en llegando a su meta/ Corre a imponer Después./ Alerta, alerta, alerta,/ Yo seré, yo seré’. Todo tan fugaz, pujanza agraz, insatisfecha, inconclusa, del instante precipitado, que sin realizar las cosas les impone el cambio inmediato. (‘Que en llegando a su meta/ Corre a imponer Después.’) ‘Alerta, alerta, alerta, / Yo seré, yo seré.’ Cambio somos, ninguna relidad es fija.
En fin, largo amor alcancemos entre tanta insatisfacción: qué voluntad placentera de cántico. Pues, a pesar de tanta palabra vacía, ‘nos quedan los nombres’, las palabras, guárdemoslas, amémoslas, ‘que el puro resplandor serena el viento’. (Recordando las citas de Manrique y Garcilaso que abren el libro.)

lunes, 6 de abril de 2009

Me permito jugar con Isabel Fraire, soy aprendiz de poeta

Primero versiono su poema:

tu risa era la risa quebradiza del agua que cae sobre la roca
tu cabello raíces incrustadas en un cielo sin nubes
tus ojos dos pescados perdidos en busca de una isla

si en ti me pierdo espejo en que se pierden mis manos como algas
tú en cuál espejo ahora te disuelves se disuelve tu nombre y tu mirada
sin dejar más rastro que un vago estremecerse sobre la piel de alguno
y una súbita imagen inconexa que se presenta y borra
muy pronto para siempre

Ahora el poema:
Aún en vida un halo óscuro te rodeaba

aún en vida un halo óscuro te rodeaba
tu risa era la risa quebradiza del agua que cae sobre la roca
tu cabello raíces incrustadas en un cielo sin nubes
tus ojos dos pescados perdidos en busca de una isla

si en ti me pierdo espejo en que se pierden mis manos como algas
tú en cuál espejo ahora te disuelves se disuelve tu nombre y tu mirada
sin dejar más rastro que un vago estremecerse sobre la piel de alguno
y una súbita imagen inconexa que se presenta y borra
muy pronto para siempre

Extraído de 'Poesía en movimiento (México 1915-1966)'

sábado, 4 de abril de 2009

Los pensamientos de Juan Armas Sánchez

La transformación de los sistemas políticos no depende de los cambios exteriores, sino del estado social; un pueblo culto es un pueblo libre; un pueblo salvaje es un pueblo esclavo, y un pueblo instruido a la ligera, a paso de carga, es un pueblo ingobernable. Las libertades las tenemos dentro de nosotros mismos, no de las leyes.
. . .
El amor, como la hierba verde, como los árboles y la música de la vida, es sólo para la corteza del mundo; viene y se va, igual que un sueño.
Pero debajo está el deber, como una capa ruda de piedra, una inmensa carga, que nada puede mover.

jueves, 2 de abril de 2009

Encuentro Poético en El Puerto de Santa María (Cádiz), 2, 3, 4 y 5 de abril de 2009

Viernes, 3 de abril, 20:30 h, Salón de Actos de la Fundación Rafael Alberti: presentación de la Antología Poética "POESÍA CAPITAL" (SIAL Ediciones), de Pepe Ramos, a cargo de Mª Asunción Mateo, Basilio Rodríguez Cañada, el mencionado antólogo y una representación de los poetas antologados.

Sábado, 4 de abril, 23:00 h, Pub-Café Milord: Gran Velada Poética a micrófono abierto. Con la participación de los antiguos becarios de la Fundación Rafael Alberti y nuevas voces.

'Hablando entre dos aguas' de Francisco Cervantes

Bella la muerte al borde de un callado
nudo anclado cuelga sueño
sujétate y muerde tus dientes y tus uñas
no tus cabellos aquí detengo
lo que quería decir y después de que te invoco
oh Absalón voy a eso que te dije
aquí sin piel nuestros destinos
se cuecen se retuercen se resisten
y al fin quedan sonriendo
como si la espada de la alegría los amenazara
un poco creo que el filo les importa
carne de la esperanza ánimo aquí está ella
te está llamando y tú que no la oías
que si es la muerte no le digan nada
díganle que regreso en media hora
y si insiste que ya no regresaré
qué extrañeza y lo que debe sorprenderla
es que si me busca va a saberlo
y a pesar de lo que escribo y las excusas
es tan cierto como el llanto que nos hemos derramado

No la esperé traición
pero hablando entre dos aguas
ésta es la única salida y la hora inesperada
que uno se saca sin los guantes
con las manos deteniéndose en el polvo y las maldiciones
que no la esperara
estando ella ya tan cerca
a la vuelta de unas delaciones
y de la desnudez de unos fracasos
ya dará con otro
que no dañe.

Extraído de 'Poesía en movimiento (México 1915-1966)'

miércoles, 1 de abril de 2009

Juan Pinilla /Marta Fernández en La Pipo, 2 de abril, 21.30 horas

y después

LOS DESCONOCIDOS DE SIEMPRE
LECTURA LIBRE DE POEMAS Y RELATOS CORTOS HASTA MEDIANOCHE.
Trae algo tuyo o de un autor que te guste y lo lees.
NO HACEN FALTA RECOMENDACIONES NI ESTAR VACUNADO.

Asociación Cultural PIPO
Travesía de la primavera, 3 (a la vuelta del café Barbieri, para más señas)
METRO LAVAPIES

Carlos Salem

'Querida Quiela', una novela de Jesús Malia

4

¿Recordarás a Láora?, querida Quiela:

es un auténtico cielo. Parecemos un matrimonio de ancianos cortejándose en los parques. Me habla con tanta dulzura y franqueza, como si el mundo estuviera a punto de quebrar de nuevo. Y transmina tanta paz…

Me cuenta historias de sus novios y me los llora y me los ríe por igual. Necesita a alguien que la acompañe, porque, aunque parezca muy resuelta, es francamente frágil mi Láora.

Qué pena que no me encienda la sangre como tú, querida Quiela, a quien pude odiar tanto.