Pero por ejemplo hay enunciados matemáticos en verso tan divertidos como éste (anónimo, por cierto):
PERSECUCIÓN
La paz del verde valle,
el aire fresco y grato,
el rumor de una fuente,
el gorjeo de un pájaro,
nos hace que olvidemos
que entre silvestres flores
la lucha por la vida
forja dramas atroces:
Saltando entre matas,
seguido de un perro,
a su madriguera
volaba un conejo.
Con doscientos saltos
se verá seguro
y lleva cincuenta
de adelanto al chucho.
-¡Corre, corre, corre!...
¡Rápido, conejo!
Tú das cuatro saltos
mientras tres da el perro:
Mas ¡ay! desdichado,
justo es tu temor:
cuanto tú en tres saltos
hace el perro en dos.
¡Oh, intrigante caso!
¡Oh, destino incierto!
¿Podrá o no salvarse
el débil conejo?
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