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martes, 21 de agosto de 2012

Soneto, y parte, de Quevedo

[Extracto de un larguísimo soneto]
Puedo estar apartado, mas no ausente;        
y en soledad, no solo; pues delante        
asiste el corazón, que arde constante        
en la pasión, que siempre está presente.        

El que sabe estar solo entre la gente,
se sabe solo acompañar...

A un hombre de gran nariz

Érase un hombre a una nariz pegado,        
érase una nariz superlativa,        
érase una alquitara medio viva,        
érase un peje espada mal barbado;        

era un reloj de sol mal encarado,
érase un elefante boca arriba,        
érase una nariz sayón y escriba,        
un Ovidio Nasón mal narigado.        

Érase el espolón de una galera,        
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era;        

érase un naricísimo infinito,        
frisón archinariz, caratulera,        
sabañón garrafal, morado y frito.

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