Pobre Ángel. ¿Sabes qué se cuenta que fue el desencadenante de esta última depresión? Pues que estaba solo, sin su familia, y sufría por la pérdida de las últimas colonias.
Al final todo se reduce a ser una pieza de un puzzle que no entiendes, y en el que no encajas. La soledad es espantosa, se siente como una segunda piel, y no la llena ni tu familia, ni las colonias, ni el reconocimiento ni nada. -Ya está Nená pensando en alto, tú ni caso-
Es posible Jesús, sí. Se me olvida la noción de País jaja, de "patria" como algo de uno, pero es normal viviendo en este ahora. No te doy más el pelmazo. Besos,
Jaja, guapo chico sí, si no le echan a perder...
ResponderEliminarYo no pudieron echarlo a perder, no. 10 días después de esta reseña se suicidó tirándose al río Dvina de Riga.
ResponderEliminarSé que va a sonar espantoso, pero no me extraña nada.
ResponderEliminarPobre Ángel. ¿Sabes qué se cuenta que fue el desencadenante de esta última depresión? Pues que estaba solo, sin su familia, y sufría por la pérdida de las últimas colonias.
ResponderEliminarAl final todo se reduce a ser una pieza de un puzzle que no entiendes, y en el que no encajas. La soledad es espantosa, se siente como una segunda piel, y no la llena ni tu familia, ni las colonias, ni el reconocimiento ni nada.
ResponderEliminar-Ya está Nená pensando en alto, tú ni caso-
Jejeje. Nená, a este hombre de veras le dolía España. Hoy nos cuesta reconocer eso en nadie, pero en este tiempo no era infrecuente.
ResponderEliminarBesos.
Es posible Jesús, sí. Se me olvida la noción de País jaja, de "patria" como algo de uno, pero es normal viviendo en este ahora.
ResponderEliminarNo te doy más el pelmazo.
Besos,
Nená