El físico
3
Este espantajo
insomne, jeroglífico e hierático,
posado en una rama del gran árbol matemático,
con ojos que no ven sino el cálculo integral,
hoy quizás se amarga
—sé bien su sombra larga—
por un signo, una coma, un factor no lineal.
Tened piedad de él, de su búsqueda angustiada:
el cielo del crepúsculo, la costa, el mar, la playa,
serán inexistentes para él hasta que haya
resuelto el signo erróneo y la cifra equivocada.
Colores
2
Cielo
Conoceremos la causa del azul del cielo
—las ondas dispersadas por los diminutos corpúsculos,
moléculas del aire,…—, la llama de los crepúsculos,
el orden matemático que rige el universo,
podremos producir lluvia, deshacer la tempestad,
desconvocar las fuerzas de la naturaleza,
investigar a fondo la arquitectura inmensa
tapada por las hiedras de la realidad,
y todo será aún misterioso como era
—¿qué somos sino misterio, tanteos de los sentidos,
tapicería extraña bordada de quimera?—
aunque sólo nos rodeen enigmas sometidos.
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