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martes, 11 de junio de 2013

Sonetos de Garcilaso de la Vega en edición de José Nicolás de Azara del año 1765 (6)

Echado está por tierra el fundamento
Que mi vivir cansado sostenía.
O quanto bien se acaba en solo un dia!
O quantas esperanzas lleva el viento!

O quan ocioso está mi pensamiento
Quando se ocupa en bien de cosa mia!
A mi esperanza, así como á baldia,
Mil veces la castiga mi tormento.

Las mas veces me entrego, otras resisto
Con tal furor, con una fuerza nueva,
Que un monte puesto encima rompería.

Aqueste es el deséo que me lleva
A que desee tornar á ver un dia
A quien fuera mejor nunca haber visto.

___

Amor, Amor, un hábito he vestido
Del paño de tu tienda bien cortado:
Al vestir le hallé ancho y holgado;
Pero después estrecho y desabrido.

Después acá de haberlo consentido,
Tal arrepentimiento me ha tomado,
Que pruebo alguna vez de congojado
A romper deste paño este vestido.

¿Mas quien podrá deste hábito librarse,
Teniendo tan contraria su natura,
Que con él ha venido á conformarse?

Si alguna parte queda por ventura
De mi razon, por mí no osa mostrarse;
que en tal contradicion no está segura.

Según José Nicolás de Azara este poema es traducción literal de un poema de Ausias March. Rastreando en los Cantos de Amor de Ausias March, traducidos al castellano por Jorge de Montemayor, y buscando por las dos pimeras estrofas, hallo lo siguiente:

Amor, Amor, un hábito he cortado,
de vuestro paño el alma lo ha vestido;
en el vestir muy ancho lo he sentido,
pero después estrecho y apretado.

(Última estrofa del Canto LII)

A mí me abasta el de mi pensamiento
por hábito que tiene y no se rompe
si no es por donde en algo está raýdo.

(Versos 140-142 del Canto LXXXIII)

Vencido estoy del hábito, y no siento
deleyte fuera desto en mi semblante;
pensando en mi dolor consumo el tiempo,
y allí está el bien, pues que es mi passatiempo.

(Versos 45-48 del Canto XLVII)

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