Fragmentos
matemáticos.
Las
matemáticas en su conjunto son una gran ecuación aplicable a todas las demás
ciencias.
Para
estas ciencias es lo que para ella son los logaritmos.
La noción
de las matemáticas es la noción de ciencia en general.
Por lo
tanto todas las ciencias deben convertirse en matemáticas.
Las
matemáticas actuales son poco más que un Organon empírico especial.
Son una
sustitución cuya finalidad es una reducción más cómoda – un instrumento
auxiliar del pensamiento.
Su
misma noción postula necesariamente su completa aplicabilidad.
Son un
auténtico testigo del idealismo de la naturaleza.
Su base
es la correlación interna, la simpatía del universo.
Los
números, como los signos y las palabras, son fenómenos, representaciones por
excelencia.
Sus
relaciones son relaciones universales.
Las
matemáticas puras son una intuición del entendimiento como universo.
Como
hechos contra natura, los milagros son amatemáticos – pero no existe
ningún milagro en este sentido y lo que recibe este nombre se puede comprender
precisamente a través de las matemáticas, pues para ellas no existe nada
milagroso.
Las
auténticas matemáticas son el verdadero elemento del mago.
En la
música se manifiestan formalmente como revelación – como idealismo creativo.
En ella
encuentran su legitimación como enviadas
del cielo, a la medida de los hombres.
Todo
goce es musical y, por tanto, matemático.
La vida
más elevada es matemática.
Pueden
existir matemáticos de primer orden que no sepan calcular.
Se
puede ser un gran calculista sin tener la más ligera noción de matemáticas.
El
auténtico matemático es entusiasta per se.
No hay
matemáticas sin entusiasmo.
La vida
de los dioses es una matemática.
Todos
los enviados de los dioses tienen que ser matemáticos.
Las
matemáticas puras son religión.
A las
matemáticas se llega solamente a través de una teofanía.
Los
matemáticos son los únicos que conocen la felicidad.
El
matemático lo sabe todo. Lo podría, aunque no lo supiera.
La
actividad termina cuando interviene el saber.
El
estado del saber es eudemonía, dichosa calma de la contemplación – quietismo
celestial.
Las
auténticas matemáticas proceden de Oriente. En Europa han degenerado en pura
técnica.
Quien
no coge un libro matemático con veneración y lo lee como si se tratase de la
Palabra Divina, no lo entiende.
Cada
línea es un eje del universo.
Una
fórmula es una receta matemática -
Los
números son drogas -
La
aritmética es su farmacia.
Las
matemáticas superiores no contienen finamente más que métodos de abreviación.
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