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miércoles, 5 de febrero de 2014

"Cantos de Amor" de Ausias March, en traducción de Jorge de Montemayor, "Canto IX"

CANTO IX

Sí com un rey de tres ciutats senyor

Un rey que tres ciudades posseía,
como la guerra siempre le pluguiesse,
jamás un su enemigo le vencía
qu'el rey también a él no le venciesse:
si en la mañana aquél lo destruía,
pagávalo a la tarde, y como fuesse
un fuerte capitán al otro junto,
las batallas del rey venció en un punto.

La guerra entr'ellos fue tan importuna,
que fue de sus ciudades despojado,
mas no quedó al contrario sino una,
las dos le dexó luego de su grado;
diole omenage el rey de cada una,
como el vencido a dar es obligado,
y en la otra le mandó que no le entrasse,
ni verlajamás suya imaginasse.
Por enemigo un tiempo a Amor tenía:
si un día por vencido dél quedava,
tornávale a vencer el mesmo día,
su grave pensamiento fuera echava.
Una hermosa dama, a costa mía,
en su socorro vino, y de muy brava;
del alma tres potencias me ha forçado,
dos me dexó, la otra me ha quitado.
Y no penséys que aplaze este bocado,
ni es malo de gustar en su manera:
a no pensarjamás en lo passado,
por muy sabroso y bueno lo tuviera.
Con ser vencido nadie se ha holgado,
mas ¿qué fuera de mí, si no lo fuera?
Su lança hinque en mí el Amor crudo,
pues dan lustre sus golpes en mi escudo.
Tomó, en siendo a su merced venido,
mi entendimiento (Amor) por consejero,
por alcayde el querer, y prometido
le han de ser cad'uno verdadero;
de la merced se acuerdan, y han querido
servir los dos lealmente, e yo lo quiero,
y no sabrán tampoco (a lo que siento)
que hagan contra Amor su fundamento.

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