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jueves, 19 de noviembre de 2015

Poemas en 'La mirada sin nosotros', de Ambrosio Gallego



La luz del claustro,
llena de timideces,
amansa ojos.

Los limoneros,
raptados por la fuente
piden oídos.
__

Miro la luna
tendida en la gran charca.
¡Mía es su altura!
__

La huella seca
se ha llenado de agua
para la sed.
__

La puerta franca.
Quien riega los geranios
es quien nos riega.
__

Altos aviones
con sus trazos de tiza
evanescentes.

Y nada turban,
allá sigue el azul
recién escrito.
__

Los dos venimos
de muy distinta sombra
a iluminarnos.
__

Entro en la niebla.
Y mientras la pronuncio
desaparezco.
__

Luenga llanura,
requerida débilmente
por un silbido.

El metal silba
por cruces de caminos.
Se nos parece.
__

Nuestro tren cruza
como un rasguño leve
contra la noche.
__

Oigo una voz
que avanza en la maleza
de este silencio.

Abre su rostro
como claro del bosque
donde parar.
__

Hacia la noche
mi cuerpo busca tronco
donde apoyarse.

Pero mi ánimo,
caballos de refresco
para seguir.
__

El borboteo
de algún arroyo oculto,
silabeando.
__

Las viñas rojas
dejan sus uvas pasas
a las avispas.
__

Hilillos de agua,
me pregunto de dónde
os habéis roto.
__

Entre la niebla,
cabizbajo el caballo
sigue comiendo.
__

Puente de piedra,
me detendré al cruzarte,
no como el agua.
__

Nieve primera
en abrirse camino.
Sin llegar, muere.
__

Rosal silvestre
en la tapa del pozo.
¿Por qué lo ocultas?
__

El viento insiste,
pues no encuentra el sonido
de aquella vez.
__

Nieve tardía,
¿quién contaba contigo?
¡Pero has llegado!

martes, 17 de noviembre de 2015

Poemas de Ferrán Fernández em "Manual del taxidermista" (2, y fin)



permanezco
al borde
de todos
los abismos

solo me llena
la constante
contemplación
del vacío
__

muero a menudo
pero siempre cometo algún error
que me devuelve a la vida
__

desperté
unas enormes
expectativas

y ahora no me dejan dormir
__

subo a la nube
y bajo

lo más difícil es quedarse
__

no escribo
para engañar a la muerte
ni para confundir sus pasos
ni tan siquiera para
despistarla un instante

solo escribo para amenizarle la espera
__

si miro únicamente
donde estoy
nunca sabré dónde estoy
__

toda mi vida he luchado
por alcanzar la derrota
en la que por fin
me sintiera cómodo
__

después de mucho tiempo atados
ya inofensivos   suelto los mastines del deseo

pero los muy perros me muerden las manos
__

si me quedo sin palabras
deja que sean mis manos
las que te digan lo que pienso
__

es bastante fácil soñar
que tenemos alas

lo difícil es dormir con ellas
__

por muy iluminado
que esté el túnel
nunca se desprenderá
de su naturaleza oscura
__

impuesto el silencio
ya solo nos queda abolir la memoria

jueves, 12 de noviembre de 2015

Poemas en "Manual del taxidermista", de Ferrán Fernández (1)



tras un feroz combate
contra la memoria
y olvidado ya todo
me siento libre como un pájaro
en manos del taxidermista
_

he descafeinado tanto mis deseos
que ya ninguno me quita el sueño
_

hay quienes desde muy jóvenes
se van labrando un futuro

yo debí de entenderlo mal

y me lo fui cavando
__

cuando maldigo el lenguaje
lo hago sin palabras
__

ante la encrucijada
la duda me multiplica
__

a fuerza de proclamar el desarraigo
como una de mis escasas virtudes
he llegado a creer que he echado raíces

en el aire
__

a veces me deshojo
para arrancarme de la memoria
las páginas secas
__

abro los espejos
en busca de la juventud perdida
y solo encuentro las cicatrices
que certifican el fin de toda belleza
__

ahora que ya he acumulado
la fuerza y la sabiduría necesarias
para afrontar la pendiente
empieza la cuesta abajo
__

casi siempre la realidad
abofetea mis deseos

pero yo tengo mucha cara
__

yo envejezco
mi mirada no

martes, 10 de noviembre de 2015

Poemas en "El mapa de la existencia", de Andrea Aguirre



FORTUNA

Arrancar las raíces no fue la derrota de los árboles.
Tejieron redes de escarcha y de barro,
y sus ramas fueron el origen de los años venideros.

Vemos oscurecer todas las nubes
al dormirnos sobre la tierra álgida
e ignoramos el enjambre que duerme
debajo de nuestros cuerpos vencidos.

Escribimos la lluvia, juntos,
escribimos el roce y la tormenta.
Incendiamos la luna en su mitad privada
y nos mojamos en la luz del mediodía.

Tu mano amarrada a mi mano
es como el mundo
de la noche sublime de noviembre.

Mañanas de invierno esperan libres
al prometido atardecer
de nuestro tiempo.

FUGACIDAD

Cómo
sobrevivir a la belleza
del otoño.

Cuando la nive cubra
las montañas
no habrá agua en este valle
dormido.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Poemas de Susana Benet en "Faro del bosque"(3, y fin)



Corre y se para,
corre y se para el mirlo
mientras lo miro.

Sobre el asfalto,
tan podado el naranjo,
tan ciudadano.

También mis ojos
de la rama quebrada
cuelgan sin brillo.

Si yo pudiese
apagar el recuerdo,
vería la noche.

Brilla la luna
en el rastro reseco
del caracol.

Sobre la arena
huellas de escarabajo.
Constelaciones.

De aquella jaula
aún queda en la pared
el clavo inútil.

Mientras te vistes,
yo cuento los botones
que nos separan.

Piedra del río,
fresca como si el agua
corriera dentro.

Ojalá viera
la flor recién abierta
con ojos nuevos.

martes, 3 de noviembre de 2015

Poemas de José Antonio Pamies en "Diario nómada" (2, y fin)



En los pliegues del poema
jeroglíficos de luna,
paloma en la cornisa,
nostalgia de azahar.


Cierva que te inclinas sobre el agua,
tu pan de lágrimas forma láminas de fuego
contra mi corazón.


Algunos muertos escriben poemas,
sus huesos de ceniza sempiterna
forman una constelación celeste
en el hipotálammo del verso,
donde arranca esa chispa
que no prende jamás.

La improvisada ensoñación,
raíz contenida, cadáver que habla,
perfume marchito con sabor a piel,
manzana podrida en la memoria.

Bajo estos pasos
arranco cicatrices a la noche.
Noche herida de estivales cabellos
bañados en satélites de luz,
noche que deseas el amor y no cuerpos
a ti te ofrezco el más solitario de mis cantos,
noche que mata hasta tornarse bandada
de pájaros que pían.

Con la certeza ciega de un muchacho
avanzo sin rumbo en esta constelación
de dulces remiendos sin sentido.

Como animal errante
hundo mis pies descalzos en la hierba
y me vuelvo raíz mojada, escritura difusa,
muerte que dicta versos hacia atrás,
vigilia y sueño, amor de árbol.


La lluvia oblicua dice:
olvida al maestro, derriba el cauce.
La lluvia oblicua sabe,
inhóspitos senderos
abre el aire crujiente del otoño.


Soportar el vacío,
palabra detenida en el poema.