Páginas

jueves, 19 de julio de 2007

Sin título

A Roksana Niewadzisz

Y todo acaba...

Sin ser vistas,

las manos nacen ciegas.

Fueron paridas ciegas

a tientas por sus brazos.

Aleteando

en la grandeza inútil

de sus sombras.

Tocando lo negro

de una aurora ciega.

Todo se mancha

desde el vientre

hacia fuera.

Nunca hubo

algo más inútil.



Joao Gonçalves

No hay comentarios:

Publicar un comentario