Si mi voz muriera en tierra,
llevadla al nivel del mar
y dejadia en la ribera.
Llevadia al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.
¡Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento la vela!
(De Marinero en tierra.)
Rafael Alberti, Generación del 27
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