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miércoles, 31 de marzo de 2010

Mezquite, mezcal, mexicano

Mezquite


Mezcal


Puede parecer que los dos términos tienen un origen afín, pero según el DRAE no es así:

mezquite.

(Del nahua mizquitl).

1. m. Árbol de América, de la familia de las Mimosáceas, de copa frondosa y flores blancas y olorosas en espiga. Produce goma, y de sus hojas se saca un extracto que se emplea en las oftalmias, lo mismo que el zumo de la planta.


mezcal.

(Del nahua mexcalli).

1. m. Variedad de agave.

2. m. Aguardiente que se obtiene por fermentación y destilación de las cabezas de esta planta.


México, según www.etimiologias.dechile.net (que alguna vez ya te he referenciado) significa en origen "Ombligo de la luna", pues viene de Mexitli, que a su vez se compone de metzli (luna), xictli (ombligo) y co(lugar).

En cualquier caso, hermosas las tres, ¿verdad? Y nuestras, y es que nuestra lengua no sólo desarrolla el griego y el latín.

'El verso del verso', por Jesús Malia Gandiaga

10
¿Escribe, por tanto,un poeta, para sentir?
Yo sé que los razonamientos más profundos (disculpen la pretenciosidad, o no, igual sigo) me han provocado auténtica inquietud, desazón, malestar, descontento, miedo, alegría. Y sé que muchas veces no habría llorado o reído de no haberme detenido a escribir (porque escribir no es avanzar, es detenerse a hacer una foto, propia o del paisaje, del presente o del pasado).

11
-Jesús, ¿por qué a aveces insultas o desprecias al lector? ¿No dices pretender escribir para todos?
-Sí, claro, pero no en el mismo texto.

12
Lo que más valoro de la escritura es que hace que el tiempo se acelere. Pasan los minutos y las horas velozmente. Sin sentirlos, no diré.
Entonces, ¿lo que más valoro de la escritura es que me acerque raudo a la muerte? Nunca lo pensé en estos términos tan cínicos.

Miguel Merino está en 'Poesía Capital'


MI SANGRE VALE MÁS QUE ESTAS PALABRAS

Ahora soy feliz; en realidad
lo he sido siempre sin saberlo.
(La clave es aceptar sin fe la muerte;
eso es lo que hace hasta un ratón.)
¿Qué es más capaz de dicha limpia
que un cuerpo sano y satisfecho?
En él llevo alojado, en él soy hombre,
desde el momento en que salí
del vientre de mi madre. Treinta y cuatro
esplendorosos años, primero a su resguardo,
después a la intemperie, en soledad,
perdido pero en marcha, a la aventura,
sufriendo plenamente por amar
a ciegas y sin causa, pereciendo
en pos de la agonía de otros cuerpos,
en pos de información y de delirio,
caído en ocasiones pero alerta,
incrédulo y oscuro pero riendo,
porque la vida es un milagro y es terrible
y no hay fuerza mayor que la alegría.
Mi cuerpo es más valiente que mi mente.
Mi sangre vale más que estas palabras.
La plenitud está en mi carne, aquí
en mi epidermis, que es porosa.
No busco nada que no tenga,
por fin lo sé. Y seguiré buscando.

LOS ZAPATOS
que anoche arrumbé
en un rincón de la cocina,
atropellada y torpemente, antes
de orinar dando tumbos y acostarme,
ahí están todavía, abiertos y vacíos
en el suelo,
sucios y descascarillados,
vestigio de otro ataque infructuoso
a la soledad.

martes, 30 de marzo de 2010

Continuamos en Sobre Cántico haciendo compendio de 'Al aire de tu vuelo'

(Sigue la etiqueta Sobre Cántico para ponerte en antecedentes.)

En suma, hay un mundo que celebrar: el mundo que es, que, delimitando la realidad que percibimos, nos conforma. Pero ese propio ser (mejor estar) que es motivo de jolgorio, no cesa (como rayo hernandiano) de provocar a la razón la inquietud de localizar su procedencia; y también determinar nuestro propio origen en relación al suyo: si nos delimita y conforma, ¿cómo no pensar que compartimos origen? Si queda duda acerca de este punto, deténgase a pensar en el doble papel que hemos asignado a los sentidos: nos proporcionan las percepciones que nos ayudan a interiorizar la realidad al mismo tiempo (at the same time, i think) que son el medio para desde nuestra sensibilidad (interior) construirnos la realidad.
Llevado al extremo, cada individuo(inclusive el burro y la hiena) es una sensibilidad, cada individuo es un mundo; cada individuo en su soledad es una isla, dicho simbólicamente y no metafóricamente: el símbolo es unívoco y la metáfora polisémica. (¿He sido claro? Perdón, no era mi intención.)

Este hombre-isla es aún más isla entre los hombres:

‘Mi secreto inhábil
Entre los relojes
Calla tan inmóvil
Que apenas sí* late.’
(‘El prólogo’)
(*Nótese que me tomo la licencia de escribir ‘sí’ por ‘si’ en lo que considero una errata, consúltese mi justificación en el comentario a este poema hecho con anterioridad, si se quiere.)

(si no es junto a otros hombres, ¿para qué el reloj?),

‘…Y una pared, un porche.
Ya es un pueblo: se esfuerza.

Colorines. Reluce,
Desordenando el día
Más luminosamente,
La terca tentativa.

Casas, al fin, despuntan
Por entre unos verdores
Sujetos a un dibujo
Sumiso. Quiere el hombre.

[…]

¡Oh codicia elegante!
El cristal de las lunas
No deja al maniquí
Perder su compostura.

Todo está concebido.
¡Cuidado! La persona
Se detiene en un borde,
Con los demás a solas.

Y se desgarra el tiempo…
Es el pitido súbito
De un tren que allí, tan próximo,
Precipita al futuro.

Fluyan, fluyan las horas:
Gran carretera. Van
Manando ya las fuentes
De la velocidad.

Los follajes divisan
A los atareados,
En su esfuerzo perdidos,
Oscuros bajo el árbol.’
(‘Las soledades interrumpidas’)

apenas maniquí en forzada y rígida pose. ¡Oh, la persona, detenida en el borde, con los demás a solas!¡Oh, la persona, precipitada! ¿Véis, vos, por cierto, al hombre que salta desde el borde de ese precipicio de la soledad? Más claro no se puede decir en el lenguaje de Jorge. Y, finalmente, en este último verso observa qué paz la del follaje y qué paz la del árbol, en oposición a la violenta imagen (subliminal) del precipicio, a la del tren y las carreteras fluentes por donde es el hombre. Los follajes quietos y el árbol quieto ven al hombre pasar bajo su paz, óscuro el hombre.

No es, pues, de extrañar que en los siguientes poemas se recreee Jorge en la naturaleza:

‘Tallos. Soledades
Ligeras. ¿Balcones
En volandas? Montes,
Bosques, aves, aires.

[…]

Sólo, Amor, tú mismo,
Tumba. Nada, nadie,
Tumba. Nada, nadie,
Pero…-¿Tú conmigo?’
(‘Los amantes’)

‘Ven a ver. La nieve
Cae más despacio.
El copo en desorden
Se demora, blando.

Quede en su blancura
La ciudad igual.’
(‘Con nieve o sin nieve’)

en su blandura, en su demora, en su rectitud de tallo y en suspenso: balcón en volandas son los montes y bosques, las aves, los aires. Pero, ¿es acaso posible escapar de la soledad con que nos arropan los hombres sin alejarse físicamente de ellos? En estos poemas que acaba de extractar en último lugar, quise en otro comentario ver únicamente al poeta, y no al amante. Hoy veo a ambos, al poeta y al amante, y afirmo en sendos dos la posibilidad de perder la fría compostura del maniquí y comunicar (o establecer comunión, como usted quiera) con otra(s) persona(s). Por supuesto, amigo poeta, cuando decimos que Jorge habla del poeta, lo hace desde esa parcela suya, lo que no niega la misma faceta al prosista, al pintor, al Matemático…que todo hay que decirlo. (¿Cómo sé esto último?¿Acaso Jorge no habla por mi boca? ¡Oh, incrédulo! ¿Cuántas veces habré de caminar sobre el mar o dejar que hundas tu mano en mi costado?)

Abel Quezada: 'El mexicano y otros problemas'

Otra vez aquí a contaros chistes. Otra vez que se me acaba la obra programada y debo buscar otros autores con los que disfrutar, aprender y regalaros. Esta vez, antes de ir a internet a navegar o a naufragar, que nunca se sabe, me da por buscar entre las cositas que me traje de México hace la friolera de 6 años. ¡Y qué cositas! Abel Quezada, ¡cuidado!

Claro que uno piensa que este martes de semana santa no mola pasarlo escaneando de esos libritos, que además están tan frágiles, los pobres. Pero voy a internet, ¡y nada!, que si no te ahogas. Alucinante, un tipo de la categoría de Quezada (fallecido en 1991), no tiene más que 63 seguidores en Facebook. Y de encontrar sus cartones, ni hablamos (¿recuerdas el chiste?: '-¿Bailas? -No. -Entonces de follar ni hablamos'). Así que, Jesusín, no tienes escapatoria. Abel Quezada merece que dediques muchas mañanas a releerle, escanearle y compartirlo. Ahí vamos. Comenzamos por su libro 'El mexicano y otros problemas', editado por Joaquín Mortiz en 2ª edición en noviembre de 1977. El propio prólogo no tiene desperdicio, pero es sólo literatura sin monos.

Los parámetros del desarrollismo

lunes, 29 de marzo de 2010

Versos de eduardo Fariña Poveda


(VOLUNTAD DE ESCRITURA)
Del sinsentido al descubrimiento
Big Bang líquido y furioso por crear
un no crear no alcanzable de otredades
similares se calcifica la voluntad de escritura.

La división de los textos y el fervoroso
apetito de poética formulación de preguntas
el mismo destino de un arte resistente
Si me dices ahora que la escritura arrranca
ya no se detiene poco probable el disimulo ya que
el sinsentido ha coleccionado por nosotros las estrategias
decisión de escritura arde en su trayecto cálculos
de la voz su vuelo resiste y ahí ves tormentas de acero.

materias materiales materializan lo mártir cual martillo
voluntad de escritura es el deseo creando va desde un origen
pluralidad yacen las formas otredades en la voz
y vas callando silencio genes te contagia
la voz la voz se da abundancia bastante sexual
rasgar coquetear en propuesta

Y descubres que el poema arde en
decires que saben oscurecerse en su rapto
palabras que invitan a desdecir ondulan.

(ORDENANDO MATERIALES)
también el mundo toma cosas
de uno y escoge lo que le apetece
así encuentra otra manera
de antologar el orden si bien
es preciso señalar que no
es pura cuestión de esperas.

aconteceres inadvertidos para
la propia mirada que nutre
relaciones que la rodean sin
buscar mayor prisa que aguardar
la exposición directa sin sensibilidades
de ningún tipo y sin acción
es el retrato que donde el mundo se mira
y se ve en nosotros y sin asideros
da opción sin imaginación no hay
humor posible que siga permitiendo
ordenar materiales antes que amanezca.

Estos versos de Eduardo Fariña están publicados por Ediciones del 4 de agosto bajo el título de 'Conquista y promesa'.

Gracias por querer mi 'Camino a Santiago'. Tercera edición.

He descubierto de ayer a hoy (escribo cuatro días de publicar esta entrada) el éxito que está teniendo mi 'Camino a Santiago' en número de visitas y en duración de las mismas, aquí en Poesía Abierta. Agradecido quedo por esta atención, y deudor, pues. Así, cumplo con el debido respeto y atención al lector, y publico la tercera edición que he realizado de estos versos. Pero esta vez dejo la huella de la versión anterior para que el lector compare, si le interesa, o se quede con la que prefiera. Además, a pesar de que no parece que haya ningún enlace que remita a la entrada anterior, y a pesar de que son muy numerosas las visitas que llegan a través del buscador con motivos diversos en torno al Camino de Santiago, yo no me creo que sea posible este éxito sin el auspicio de generosos amigos que tengan la entrada ligada en sus blogs o páginas web. Y yo no les puedo afear su desinteresada contribución convirtiendo en corruptos los hiperenlaces que me permiten hablarte. Va.

Federico
Verde
que te quiero
verde,
verde pelo,
verde rama,
el barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.

___________

Rafael
No quiero barca, corazón barquero,
quiero ir caminando
por la mar al puerto.

____________

Jorge
Se ofrece, se extiende, cunde en torno el día
tangible. De nuevo me regala sillas.

No. Mejor a pie
veré los colores del verano mío.

1
Canta el río en el cantil
y dice ¡agua!
a una hoja danzante que navega y lo busca.

Primero se hunde, después reflota,
y fluye sin descanso y sin fatiga…

¿Quién sabrá de aquel árbol de que un día caíste
como miga de pan del balcón a las pombas?
¿Cuál será aquella mano que te hizo caer y danzar para siempre en el filo del agua?

Peregrina feliz,
el camino es la meta,
no hay destino ni origen.

2
Desciendo junto al río para tocar tu piel,
los árboles me ofrecen el camino mostrando sus raíces.

Es falso que me esperes al final del trayecto,
tu ausencia me acompaña:
ahí te tengo entre gasas corriendo por delante
riéndote al girar burlona y descarada.

Tú fluyes en el viento
y mis pies descarnados aún te siguen alegres.

Qué fresca es esta sombra que alivia la canícula.


3
Cada río es un camino diferente
(y hay más hombres que ríos)
pero el abrazo
es el cruce violento y feliz
de sus dos aguas.


4
Aquí oirás al silencio llamarte a voces:
te busca en la floresta y en los árboles
que anclan sus raíces en el río.

¡Quién supiera sus nombres!
para decirles:
“Hermano x, ¡qué tranquila es tu estirpe!,
de raíces tan hondas
e inamovibles
en el fluir incesante y sereno del agua.
Qué dichosa tu suerte, hermano x,
que la hiedra a tu paz
esbelta, amorosa, se abraza”.

Y yo, sólo en correr.
Atrapar este verso
y huir temeroso y gimoteante,
de nuevo, a las gentes.

Tanta paz me desborda.

5
Es un pozo sediento en el hombre su alma,
le echa amor y no colma,
le echa dios y no sacia.

Inútil, sumergir, el cubo de la razón,
de tanto vacío lo hará rebosar.

6
Aquellos griegos eran superficiales por profundidad.
Friedrich Nietzsche

Lo profundo es el aire.
Jorge Guillén

No temo que esta piel se me abra o se llague
que tu piel me procuro para hacer el camino.


7
Si me buscan las moscas
les ofrezco mi cuerpo.
Que bendigan mis llagas y decansen sus alas tras el largo camino.

Si me buscan las moscas
les ofrezco mi piel.


8
Eres tú tierra fértil y yo soy la semilla,
que tan sólo es en ti el poder germinar.
Es tu carne el hogar que yo, nómada, busco,
por eriales errante como grano de arena que recorre el desierto.

¡Y tú, suerte de oasis en que hundirse en su agua!
Así yo en tu carne, donde quiero habitar.


9
Yo soy la maleza que crece junto al trigo
y sé de mi futuro, envuelto por las llamas, cuando el trigo madure.

Así,
mi tallo con tu espiga tocándose ha de estar
mientras dios no te llame elegida a su lado.
Tu raíz y mi raíz harán por encontrarse.

Porque tú eres el trigo que crece en la maleza.

10
Vestido de silencio,
invisible a los hombres,
como brizna de hierba
en el medio del bosque
que no alcanza ni el viento,
es tu voz quien me nombra.
Y como Lázaro, Jesús se levanta y Jesús anda.

11
Aquí guardo tu nombre,
en el cofre del viento.
Que al pasar de los siglos
en él suene por siempre.

12
Se ve el viento en la fronda
como en todas las cosas.

Hermano de los bosques,
hijo del río.

13
Peregrina peregrina
ánima
que en la niebla me asaltas.

En este bosque
¿está mi alma?

14
Me detengo en este bosque para leer mis versos:
un árbol se cimbrea cambiando de postura;
mariposas azules sobre el río se aman;
una mosca me enfrenta;
una hormiga escala el Everest de mi pierna;
una ortiga me pica;
el viento crea un rumor que confunde al poeta;
y de fondo el aplauso sincero de una vaca que agita su cencerro.


15
Las ánimas del bosque se guardan en la niebla
y a tu paso se abren.

Ni traspasan tu cuerpo ni se quedan en él,
nómadas del bosque en él tienen su paz.


16
Zaratrusta, eremita en los rayos del sol.


17
He llegado hasta aquí
sin pronunciar tu nombre,
te he traído en penumbra
cada día conmigo.
Y sin embargo,
cada paso que resta para hacer el camino,
cada roble y acebo de estos bosques sin fin,
siento que eres tú quien quisiera besarlos
que conmigo caminas.

Una vela en Santiago enciendes por mí
y su luz me ilumina
y la busco, sin fuerzas,
pero sigo hasta ti luminaria incesante
contigo en penumbra.


18
Camino de tu mano todavía,
fuerte y milenaria como el roble.

De ti nací
y moriré,
porque tu útero
es la tierra en sus ríos y bosques
y yo sólo un olivo en mitad de la senda que no tiene final.


19
Todo lleva tu nombre al tocar la raíz cuando cae la noche
y rezuma en las hojas rebosantes del alba.


20
Llegar al final para ir al principio,
escalar a la cima para luego volar anhelante a la base
(cristo horizontal que derrochas el alma).

Del seno de la madre al seno de la tierra.

21
Si ahora lloro es que tiemblo
de tenerte tan cerca.
¡Eres tú, sin pecado!,
que profano pensaba que venía hasta aquí
y es tu fe que me arrastra.

Aquí duermes viviendo en el cielo y la piedra
que no vieron tus ojos.

Vuelve a ser, que comparta
este viaje contigo.


22
Porque irradia la luna
me guarezco en el bosque,
con sus puertas abiertas
y ventanas caídas.

Tan lonxe está el hombre
que esta paz es posible.


23
Mira al cielo
e inventa
los nombres de los astros:
Lucinante espera lo cabelgues
en busca de la hermosa Lucinea.

La realidad espera que la inventes,
es tu leyenda,
¡salve!


24
Ya oigo a las estrellas
galopar en la noche
y beber de su agua
negra
inagotable.

Y yo las monto,
una por una.
Indómitas, salvajes.

Es un juego caer
desde sus grupas
en el seno del bosque,
y volver a ascender hasta ellas, riendo,
y volver a caer desde ellas, feliz de poder escalarlas.


25
Quedan lejos los hombres que a la piedra se entregan a que llaman apóstol,
hoy prefiero confluir con mi sangre en tu savia.

He aquí tu corteza, mis brazos, éstos.

¡Qué derroche de agua derramada en la piedra!
¡Cuánta sed en la carne
desatendida!


26
Vestigio del futuro,
tu raíz me esclarece
una dicha
inquebrantable.

Aún serás aún después
de que hallamos marchado.


27
He salido a caminar para quedarme quieto,
como el árbol camina en las sendas del aire cuando busca las nubes que le ocultan la
[luz,
como un niño que salta para asirse a los rayos y suspenso se queda agarrado del aire.

He salido a caminar para no hollar la tierra,
como el árbol camina cuando ensancha su tronco extendiendo el abrazo.

He salido a caminar como el árbol camina
al hundir su raíz.


28
Volverás hasta aquí a buscar lo soñado.

Volverás hasta aquí
a soñar lo vivido.

jueves, 25 de marzo de 2010

Bárbara Butrageño en el James Joyce Pub, mañana viernes en Madrid


Hola amigos:

Este mes contamos en Esmirna con la presencia de Bárbara Butragueño.

Una poeta bastante joven con un lenguaje personal, muy imaginativo y que sabe hacia dónde dirige su escritura. De hecho, su poesía, sin hacerse eco de las cacareadas defunciones de la retórica, emplea con talento la metáfora y la imagen, el ritmo libre y la no puntuación, pues cada verso funciona como una bala de sentido disparada al centro de la conmoción poética. Una autora que se traga el mundo y lo devuelve temblando, como recorrido por un escalofrío. Alguien que tiene tanto talento como poca prisa. Será una alegría para nosotros recibirla y que podáis escucharla. Para colmo, contamos de nuevo con Cereijo, esta vez para ayudarnos a presentarla.

El encuentro con Bárbara tendrá lugar el viernes 26 de marzo, como siempre en el Pub James Joyce (Alcalá 59, Madrid). Comenzaremos a las 19:30 para terminar sobre las 21:00 (aprox.).

Para que podáis conocer un poco a la autora os dejamos su nota bibliográfica y algunos enlaces:

Bárbara Butragueño, nacida en Madrid hace veinticuatro años, es licenciada en Derecho y Relaciones Internacionales por la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid. Ha llevado a cabo multitud de recitales de poesía, la mayoría de ellos a través de la Red de Arte Joven de la Comunidad de Madrid, además de compaginar su actividad artística con la pintura, la ilustración y la fotografía. Tiene escritos los poemarios Naufragios diminutos y No sabes nada del viento. Con este mismo nombre mantiene un Blog donde cuelga poemas, fotografías e ilustraciones, que cuenta con gran cantidad de seguidores. Algunos de sus poemas han aparecido recientemente en la antología de poesía joven, Poesía Capital (Sial).


No sabes nada del viento (poemas, fotos, ilustraciones):
http://chincheta.wordpress.com/

Crónica de un recital de Bárbara Butragueño (por Batania): http://neorrabioso.blogspot.com/2009/10/cronica-del-ultimo-recital-de-barbara.html


Como otras veces, si pensáis venir, esperamos vuestras confirmaciones para poder concretar el espacio que ocuparemos con el personal del Pub Joyce.

Un abrazo.

Equipo Esmirna
http://esmirna-poesia.blogspot.com/


Un pomea de Aarón García Peña en 'Dios y sus cómplices'


Aunque sirva de poco ser creyente
las noches en que dios queda muy lejos,
a veces pienso en él porque me canso
de dar con la paciencia sobre el folio.

Como un cadáver al que nadie reza
no tengo aparatosas distracciones.
Aquí la vida está desprestigiada
y no precisamente por los muertos.
Aunque evito a los hombres que me aburren
o se ocultan por miedo a defraudarme,
escribo sobre dios para que exista.

Si mi cerebro es parte de sus éxitos
por qué con él no sé justificarle.
Dense cuenta un momento, mientras coman:
con la verdad sentada en una silla,
cansino deterioro de la especie,
hay maneras de errar más acertadas
y días en que dios hace el ridículo;
se muestra igual de torpe que nosotros.

Y sin embargo, dios, cómo le entiendo.
Es usted una forma de explicar
lo que no se comprende; la manera
más absurda, quizá, de comprender
que la historia está escrita por encargo.

'El verso del verso', por Jesús Malia Gandiaga

7
En mi experiencia,la poesía no deja de ser un divertimento. Empecé a leerla tras comenzar a escribirla. Fue tan placentero aquel ripioso primer texto, que me pareció urgente leer algunos cosillas de Lorca, Alberti y otros tales (no de Mileto) para mejorar mis cartas en el juego. Mus, dije. La suerte primera es que no hay que juntar físicamente a cuatro individuos para jugar, sólo uno sin miedo a la inactividad y al aislamiento.

8
¿Si he llorado al escribir? Claro. ¿Si he reído? Por supuesto. Y estos estados de ánimo no estaban necesariamente presentes en el arranque del ejercicio de la escritura.

9
Cuando un poeta descubre la realidad descrita en 8 refuerza el sentido lúdico propuesto en 7.

Jesús Malia está en 'Poesía Capital'


TE RECUERDO LA LUZ

Te recuerdo la luz,
y eres un haz
y una piedra de lluvia
golpeando en los cristales
de la memoria.

Y también la gota
y el gorrión
sobre el alféizar.

Te recuerdo la luz
en que se estrella
de nuevo
la noche.

Y no hay nubes aquí,
como siempre.
Sólo luz.

___________________________

Flota, el cuerpo
(y no es océano
ni cielo),
porque eres hermosa como la piedra,
oh difunta.

Y nos llueve el sol,
campana desnuda como el salmo del aire,
y sigo amando tu memoria
y prescindo de ti.

Hermosa como la piedra,
¡oh difunta!,
hermosa
como la piedra.

_____________________________

PIEDRAS DEL CAMINO

Si es tan solo un poeta
Tirando piedras
Digo haciendo versos

Como un puño de arena
Que tirar a unos ojos
Con toda intencion

Escupe el mar
Algunos cuerpos
Que varan en la playa
Ofrenda que reciben
Las gaviotas.

Sobre Cántico, juntamos versos

Pero, no más allá (permitidme la broma, los entendidos). Rastreemos todos los indicios que nos llevan a pensar que hay un hombre voluntariamente alejado, mostrémoslo de una vez:

Hay un mondo del somos un objeto más. Esta realidad se asume sin dramatismos, inclusive, diría que, con jolgorio:

‘Mientras van presentándose
Todas las consistencias
Que al disponerse en cosas
Me limitan, me centran!

[…]

La realidad me inventa,
Soy su leyenda. ¡Salve!’
(‘Más allá’, I)

‘Hacia mi compañía
La habitación converge.

[…]

Enigmas son y aquí
Viven para mi ayuda,
Amables a través
de cuanto me circunda’
(‘Más allá’, III)

pues esas otras consistencias nos imponen los límites que al limitarnos delimitan nuestras características y nos dotan de nuestro carácter, por tanto.

La naturaleza y el ser de la realidad, el enigma que es, es motivo de inquietud:

‘De variación de almohada,
En blancura de lienzo,
En mano sobre embozo,
En el tendido cuerpo’
(‘Más allá’, II)


claro, pero se impone al celebración del propio ser y estar de las cosas en nuestra cotidianidad de lunes:

‘El balcón, los cristales,
Unos libros, la mesa.
¿Nada más esto? Sí,
Maravillas concretas.

Material jubiloso
Convierte en superficie
Manifiesta a sus átomos
Tristes, siempre invisibles.

[…]

¡Energía o su gloria!
En mi dominio luce
Sin escándalo dentro
De lo tan real, hoy lunes.’
(‘Más allá’, IV)

Eso sí, desde adentro. Celebramos el mundo exterior, al que miramos e intentamos desentrañar, pero desde los adentros. Nuestros sentidos son los que nos ponen en contacto con el exterior y nos lo acercan:


‘Sonreído va el sol
Por la pared. ¡Gozosa
Materia en relación!

Y mientras, lo más alto
De un árbol -hoja a hoja
Soleándose, dándose,
Todo actual- me enamora.

Errante en el verdor
Un aroma presiento,
Que me regalará
Su calidad: lo ajeno,

Lo tan lejano que es
Allá en sí mismo. Dádiva
De un mundo irremplazable:
Voy a por él a mi alma.’
(‘Más allá’, V)

o, por mejor decir: es nuestro propio ser el que se manifiesta en las percepciones del mundo.

Gozosa materia en relación, pero no tanto:

‘Fatalmente, dichosos
Con la tierra y el mar
De alzarse a lo infinito:Un rayo de sol más.

[…]

Toda la creación,
Que al despertarse un hombre
Lanza la soledad
A un tumulto de acordes.'
(‘Más allá’, VI)

cada hombre es una soledad en la multitud, una isla.:

‘Sálvame así, tiempo
Perdido en la orilla
Libre, tanto amor,
Tanto azar, las islas.’
(‘Tiempo perdido en la orilla’)

lunes, 22 de marzo de 2010

¿Estás en Buenos Aires? Carlos Aldazábal te propone un taller de dición de poesía

Centro Cultural de la Cooperación
Av. Corrientes 1543, CABA

- Taller de edición de poesía (Sala Agosti, 2º piso, sábados de 15 a 17). El proceso de edición empieza en la escritura. Una curaduría de obra que apunta a la autogestión de la edición poética. Se seleccionarán libros inéditos para trabajarlos en el taller. Requisitos: enviar el material, en pdf o word, a espaciojuanlortiz@ centrocultural.coop o dejar carpeta en la recepción del Centro Cultural, en un sobre donde figure la leyenda “Taller de edición”. En el manuscrito debe figurar un teléfono y/o una dirección de correo electrónico. Coordina: Carlos Aldazábal. Matrícula: 60 $ Arancel: 100 $ por mes. Empieza en abril, cupos limitados.

Versos de Eduardo Fariña Poveda


(CALLES Y AVENIDAS)
caminar como arte planear así X superficie
sobre das tus pasos como quién respira
en la inexactitud del sueño ajeno
lo que es notorio es saber si será
también planear o buscar la manera
más adecuada para restituirte
en esta ciudad calles y avenidas
por donde el hombre parece libre
y dispuesto a sobornar sus propios sentimientos
o la sombra que éstos proyectan
y así ves pasar la vida
como un bus que se estrella en una pastelería
y el sabor dulce se expande por las avenidas.

(FRONTERAS)
existes en los límites Poema de madrugada
que te quieres en los límites más invisibles
en la abdicación de lo céntrico
desdén a menudo carente de posibilidad
Poema de madrugada traficas lozanías
Con arte de orate principiante pero desobedeces
La arrogancia del reloj rubor horas y aspirinas.

en esas fronteras convocas el auxilio de mi insomnio
cascabeleando así tu decir
/ adictos a la polisemia descubrimos que somos
escritos por lo mismo y nos sobra el amanecer /
locura de vivir en su límite Poema de madrugada
te bates entre la astucia y la promesa
más bien crisálida serena en su oscuridad
no impaciente por su vuelo futuro.

de tu pecho arranco
mi voz el enigma.

extraño el decir cuando se nutre de arquitecturas
y tu intervienes la circunstancia del mármol
sin llevar el conteo de las veces que vuelves a
vivir en el momento en que te consideran texto
y tu construcción no puede rivalizar con la transparencia
de lo alimenticio de la opinión en parte vitamina sabor o resaca
dejar el ADN las entrañas recién abiertas en cuadriculada blancura
descargables y enlazables donde haga falta desprender pelaje.

esta mano que te escribe
te transmite un movimiento
preciado cráter de la edad

Poema de madrugada así nace tu ser cumpliendo la mirada
vapor en agua deshaces el exceso de mi tacto
taza de café oxigena dureza por cantar mañanas.
desorden en lo extraño y la víscera descubierta
no hay simulación en fronteras hiperkinéticas
en el lapso de tu mirada leo un algo
/ dieta de mi oscuridad unos márgenes /

Estos versos de Eduardo Fariña están publicados por Ediciones del 4 de agosto bajo el título de 'Conquista y promesa'.

Un poema de Rosario Castellanos en 'El rescate del mundo'

ESTROFAS EN LA PLAYA

I

El río viene de secretas grutas,
desconocidas fuentes.
A mirarlo pasar corren los árboles,
adiós le dicen los follajes verdes.

El río viene con su torso esbelto,
con su mano en que juega
un inminente espejo.
Con la pulpa fresquísima
de su pecho sombrío
y su espumoso belfo
de potro repentino.
Para que el cielo sepa qué caminos
llevan al mar, para que aprenda el campo
una nueva canción y el día tenga
dónde mojar los pies,
el río viene izando su largo nombre líquido.
Ay del que junto al río
no quiere llamarse sed.

II

Atardece en la playa. En el río madura
una profunda noche duplicada.
Sobre la arena late
-como una estrella viva y desgajada-
una hoguera que el viento apresura, clavándole
sus espuelas agudas y plateadas.
Yo, dividida, voy como entre dos orillas
entre el fuego y el agua;
mitad sangre, mordida de taciturnos peces
y mitad sangre rota de fiera llamarada.

jueves, 18 de marzo de 2010

Un poema de Leopoldo Panero:'El peso del mundo'

Esta vez me permito remitirte allí donde lo podrás encontrar bien editado, pincha aquí.

miércoles, 17 de marzo de 2010

'El verso del verso', por Jesús Malia Gandiaga

4
Tengo amigos poetas que creen firmemente en una estética y a ella se aferran y se consagran.
Me admira ver cómo no caen en la locura (eso creo) al mantener durante todo el día el mismo hilo y el mismo tono, lo mismo para dar los buenos días que para desear muy buenas noches, lo mismo para celebrar un natalicio que para lamentar una muerte.

5
A mí, personalmente, me avergüenza no poder ser como algunos. (No creo que sea cierto, pero es un poema y por lo tanto no es ficción.) El verso es para todos, por ello, de todos ha de nacer. Y como no todos somos poetas, los que así pretendemos que nos llamen, todos hemos de ser a la vez.

6
De los aforismos 2 y 5 se concluye: Jesús Malia la tiene más penetrante que nadie. ¿La inteligencia?

Alfonso López está en 'Poesía Capital'


QUIEN ESTÉ LIBRE DE PECADO QUE TIRE LA
PRIMERA PIEDRA

Ahorcaron al caballo y al jinete.
Ahorcaron al árbol,
al aire
y a la nube,
ahorcaron al día y a la noche
y a la hoguera que hicieron para calentarse,
y ahorcaron al fuego
a lo caliente
al frío, al frágil rocío,
a la mañana.
Lo ahorcaron todo,
incluso a la soga
y al tiempo que transcurrió por estrangularlo todo,
al espacio que se ocupó desde entonces.
Se ahorcó todo
y a todos,
y la Justicia,
por fin,
apareció.

martes, 16 de marzo de 2010

Nueva edición de El Ovillo de Ariadna

Jueves 18 de marzo, 22.00 horas
Duodécimo recital del ciclo

El Ovillo de Ariadna
a cargo de
MARINA TAPIA
y EMILIO PORTA


PRESENTARÁN EL ACTO, MARÍA LUENGO BALBÁS, VERÓNICA DELGADO MAYORDOMO Y BASILIO RODRÍGUEZ CAÑADA.


Café Hernán Cortés

Calle Hernán Cortés, 8

Metro Tribunal

Entrada Libre

Continuamos con Sobre Cántico

Llegados a este punto (y aparte), es necesario recomenzar: la lectura de los últimos versos de este bloque debe iluminarnos los primeros. Así, hacemos una nueva y terca tentativa de claridad, esperamos que más depurada, certera, completa, coherente…y breve. Es decir, el trabajo de reflexión realizado hasta ahora, a lo largo de más de un año, ha sido precipitado, toca madurarlo un poco. Va.

Fe de vida como certificación negativa de defunción y afirmativa de presencia, y como acto de presencia o noticia auténtica del que permanecía alejado. Cántico, con la misma voluntad de placer de la cita de Jorge Manrique, porque el que canta su mal espanta. Así, dice Jorge en el título: aquí mi cántico, lector, catarsis mía, con el que te doy noticia cierta y detallada de mí, que tan distante me he mostrado a los asuntos de la actualidad de los hombres (tan fugaz actualidad en su cogollo y su miga) que he sido tenido por difunto. Muerto no soy, que soy vivo, aunque alejado, y con este verso mío a ti me acerco. No me pidas otro modo, este verso redondeado es mi mano tendida. Que, aunque espada pudiera ser, florete es. Ni pincha ni corta, no temas si apoyo su extremo en tu yugular.

lunes, 15 de marzo de 2010

Un poema de Ana Silva

Había dous castigos na escola.

O primeiro "Cara a parede" era un castigo Zen,

consistía en mirar fixamente unha parede en branco,

meditando as culpas coma se fosen pecados,

alcanzabas o Nirvana case sen querelo

e a alma escapaba do corpo, da escola, do medo...

ata que o mestre berraba: -Ti, ao teu banco.

Había tamén a variante cristiá desta pena:

"De xeonllos e cos brazos en cruz"

e para darlle ao martirio un caracter literario

sostendo nas mans un par de diccionarios,

así aprendías que as palabras pesaban e doían.

Osegundo castigo era "O cuarto das ratas".

Cando o delito fora grave, para expiar a falta

o mestre pechábate nun trasteiro sen ventana.

Aló dentro os minutos si que eran séculos,

mentres fora os nenos obedientes

repasaban as preposicións con monotonía,

eu aló metida naquel cuarto escuro,

naquel recuncho que semellaba o subconsciente

para non tolear inventaba poesías.

jueves, 11 de marzo de 2010

Un poema de Leopoldo Panero: 'El templo vacío'

El templo vacío

No sé de dónde brota la tristeza que tengo.
Mi dolor se arrodilla, como el tronco de un sauce,
sobre el agua del tiempo, por donde voy y vengo,
casi fuera de madre, derramado en el cauce.

Lo mejor de mi vida es el dolor. Tú sabes
cómo soy. Tú levantas esta carne que es mía.
Tú esta luz que sonrosa las alas de las aves.
Tú esta noble tristeza que llaman alegría.

Tú me diste la gracia para vivir contigo.
Tú me diste las nubes como el amor humano.
Y al principio del tiempo, Tú me ofreciste el trigo,
con la primera alondra que nació de tu mano.

¡Como el último rezo de un niño que se duerme,
y con la voz nublada de sueño y de pureza
se vuelve hacia el silencio, yo quisiera volverme
hacia Ti, y en tus manos desmayar mi cabeza!

Lo mejor de mi vida es el dolor. Tú hiciste
de la nada el silencio y el camino del beso,
y la espuma en el agua para la tierra triste,
y en el aire la nieve donde duerme Tu peso.

Señor, Señor! Yo he hecho mi voluntad. Yo he hecho
una ley de mi orgullo, pero ya estoy vencido.
Como una madre humilde que me acuna en su pecho
mi espíritu se acuesta sobre el dolor vivido.

Sobre la carne triste, ¡sobre la silenciosa
ignorancia del alma como un templo vacío!
¡Sobre el ave cansada del corazón que posa
su vuelo entre mis manos para cantar, Dios mío!

Soy el huésped del tiempo, soy, Señor, caminante
que se borra en el bosque y en la sombra tropieza,
tapado por la nieve lenta de cada instante,
mientras busco el camino que no acaba ni empieza.

Soy el hombre desnudo. Soy el que nada tiene.
Soy siempre el arrojado del propio paraíso.
Soy el que tiene frío de sí mismo. El que viene
cargado con el peso de todo lo que quiso.

Lo mejor de mi vida es el dolor. ¡Oh lumbre
seca de la materia! ¡Oh racimo estrujado!
Haz de mi pecho un lago de clara mansedumbre.
Señor, Señor! Desata mi cuerpo maniatado.

miércoles, 10 de marzo de 2010

'El verso del verso', por Jesús Malia Gandiaga

1
En poesía, todos los principios éticos y estéticos acaban por someterse (felizmente) a la necesidad, el encantamiento o hechizo y el desprendimiento del poema.

2
Cuando dos poetas discuten acalorada y enardecidamente qué es la poesía, son dos hombres (o mujeres, o uno de cada) discutiendo en el bar sobre la superiordad de sus atributos sexuales, o racionales, qué más da.

3
La poesía no es ficción, pero la única verdad que encierra es el poema, del todo falso para la vida fuera del libro.

Aarón García Peña está en 'Poesía Capital'


UN MILAGRO TRAS OTRO ES MUY DIFÍCIL

De que quieres dar la vuelta no hay lugar.
JORGE MANRIQUE

Ser poeta no es cosa de milagros:
La persona que busca ser famosa,
antes incluso de pensar la idea,
ilumina su falta de talento
y va con ilusión a un velatorio.
El poeta en la sombra se hace grande.
El primer paso es siempre equivocarnos,
cambiar una palabra hasta que otra
al fin se nos antoje imprescindible.
Después hay que quitarle lo que sobra
y hacer con ello un niño que no manche.
Dudar de una metáfora perfecta
a veces regenera la esperanza
y puede aprovecharse para un caldo.
El final se presenta cuando quiere
y es fácil de olvidar si te enamoras
en ese mismo instante de un paréntesis.
En el medio se escribe con mayúsculas.
Cuidado con hacer más de lo mismo.
Y prolongar sin más un buen principio
te puede hacer perder toda la noche.
Mentir no siempre da buen resultado,
por mucho que funcione en el cortejo
y demos al lector lo que creímos
importante. Leer a los demás
es lo más concurrido del trabajo.
Creerse un escritor es muy sencillo,
y ser un escritor el más terrible
de todo compromiso con la vida.
El poeta trabaja de que nace
y ya no ha de parar hasta que siente
el peso de las letras en su lápida.
Derecho así tendrá de estarse quieto.
Derecho entonces sí de algún milagro.


HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO

En lo que llevo de mi vida nada
he comprendido, nada que merezca
la distracción del resto de los hombres,
y que permita aligerar en parte
los interiores pulcros del espíritu.
En lo poco que llevo de mi vida
el sexo no ha servido para nada,
tampoco los amigos sobornados
en un descuido mío intolerable;
y qué pensar de la literatura,
sólo capaz de hacerme vanidoso.
Definitivamente,
cambio mi vida
por un entierro digno.

martes, 9 de marzo de 2010

Exposición fotográfica de Pedro Martínez: Venezia





Para ver el resto de la exposición y otras del mismo autor, pincha des-enlace.

Comentamos 'Advenimiento', poema que cierra 'Al aire de tu vuelo', primera parte de 'Cántico'

(Para leer el poema comentado sígase la etiqueta Sobre Cántico.)

¿Qué venida o llegada es la que se espera? Alguna muy deseada, sin ninguna duda, pues un coro la celebra muy de mañana. Consúltemos en el DRAE la definición de alborada por intentar aclararnos (entiéndase el chiste): 1. f. Tiempo de amanecer o rayar el día. 2. f. Música al amanecer y al aire libre para festejar a alguien. 3. f. Composición poética o musical destinada a cantar la mañana. 4. f. Acción de guerra al amanecer. 5. f. Toque o música militar al romper el alba, para avisar la venida del día. ¿Es, pues, una persona quién ha de venir? ¿Es un anuncio marcial? ¿Una acción de guerra?
Nada trágico, diría yo, es lo que se espera, pues esta llegada es vuelta anhelada: ‘Todo lo que perdí/ Volverá con las aves’, ya que nos permitirá recuperar lo perdido. Y volverá de sí, ‘Sin designio de gracia’, sin propósito de merced, que así es como las avecillas pían y pían de natural, no con intención adulatoria. Volverá porque volver es su sino.
¿Tan fácil es recuperar lo perdido? No, este Jorge parece que peca de optimista. A no ser que lo perdido no sea algo estrictamente personal, como nos hace pensar el verso: ‘El que yo fui me espera/ Bajo mis pensamientos’. Es decir, el hombre a sí nunca se pierde, siempre se es accesible a través del pensamiento, allí encontraremos siempre al que fuimos sin más que pretender alcanzarlo. Lo que se hace esperar es lo que no está en nosotros. Y en éstas, lo que llega en abril cuando llegan las aves es la primavera, y entre ellas, el cantarín ruiseñor, que, por más, anuncia el comienzo del día, la venida de la luz. El no va más, el ruiseñor es el símbolo esencial, pues, canta al florecimiento de la vida y canta a la luz que lo desvela.
No es casual, por estas características señaladas, que el ruiseñor que espera y anuncia la luz y la vida haya sido en el medievo representación alegórica del sentimiento cristiano, del hombre que espera y celebra al salvador y al creador.
Por tanto, Jorge nos habla del advenimiento de la primavera, de la vuelta al comienzo del ciclo de la vida, y de la vuelta con este florecimiento al cuestionamiento del mundo. ¿De dónde está maravilla? ¿Quién nos la concede? Y el propio Jorge se ha respondido en el poema: ‘Sin designio de gracia’, sin propósito de merced. No hay creador, diré yo que está diciendo Jorge: es porque es, no porque alguien fuera.
‘Arrebol, arrebol/ Entre el cielo y las auras’. ¿Arrebol de ocaso o de amanecer? Marcha al primer verso de Cántico y comprueba que allí el alma en el amanecer. Sólo está reforzando la idea de que el estallido de vida que es la primera estación nos hace buscar nuestras almas y mirar al cielo.

'Puro corazón, como menú de perro'


Inodoro Pereyra es una creación de Fontanarrosa.
Toda su obra se encuentra accesible en www.negrofontanarrosa.com

lunes, 8 de marzo de 2010

'Yo Matías', por Sendra


Extraído de las páginas digitales del diario Clarín.

Un poema de Rosario Castellanos en 'El rescate del mundo'

COFRE DE CEDRO

El hacha que taló
para siempre olorosa
y el árbol cautivado
con las entrañas rotas.

Aquí estás, bajo un techo,
en un rincón de alcoba
y te confían huéspedes,
y tú, como que aceptas y reposas.

No vendas tu memoria
a la triste costumbre y a los años.
Nunca olvides el bosque
ni el viento ni los pájaros.

Enclenque

Enclenque, se gún el DRAE:

enclenque.

(De or. inc.).

1. adj. Débil, enfermizo. U. t. c. s.



y según El País:

De Origen Onomatopeya, consúltese aquí. De este modo, la onomatopeya no sólo es comodín del DRAE, celebrémoslo.

Un poema de Leopoldo Panero: 'Las manos ciegas'

Las manos ciegas

Ignorando mi vida,
golpeado por la luz de las estrellas,
como un ciego que extiende,
al caminar, las manos en la sombra,
todo yo, Cristo mío,
todo mi corazón, sin mengua, entero,
virginal y encendido, se reclina
en la futura vida, como el árbol
en la savia se apoya, que le nutre,
y le enflora y verdea.
Todo mi corazón, ascua de hombre,
inútil sin Tu amor, sin Ti vacío,
en la noche Te busca,
le siento que Te busca, como un ciego,
que extiende al caminar las manos llenas
de anchura y de alegría.

miércoles, 3 de marzo de 2010

'El verso del verso', por Jesús Malia Gandiaga

Hace muy poquitas fechas, en este mismo espacio de Poesía Abierta, miércoles a las 15 horas españolas, publicaba semanalmente entregas de mi novelita (o cuentazo) 'Querida Quiela'. Aquello pasó. Ahora 'Querida Quiela' está conclusa y disponible para ti en archivo pdf. Pero en fin, uno no para. Tantas tentativas que le tientan y atontan...pues todas aquí. Ahora te ofrezco 'El verso del verso', con todo el cinismo que me acompañó durante su escritura, con toda la gracia y con todo el amor. En fin, espero que de algo te valga. Lo que a continuación te ofrezo son unas líneas, a modo de preliminar, que el día de la conclusión puse a algunos amigos que creí apreciarían recibir mis aforismos. Como tú estás entre ellos, las reproduzco para ti. Muchas gracias, mucho amor.


Este artefacto que les presento lo comencé a pergeñar en la ciudad de Buenos Aires el 22 de julio del año 2009, feliz yo. Por aquel entonces, fumaba, y comenzaba a aficionarme al brandy por influencia de mi amigo Alejandro Marzioni, mi cicerone en la ciudad porteña. En fin, lo de mentarles el brandy y a Alejandro es licencia poética que no viene al caso, o sí, quién sabe. Como fuere, el vicio que me inclinaba a asemejarme a las chimeneas, preferentemente de los barcos de vapor, me hacía buscar en las tardes lugares propicios donde beber alcohol, fumar tabaco y escribir chorradas. (¿Chorradas? ‘Glaciar Buenos Aires’ en la fecha dada ya estaba concluido.) Bueno, sigo. En Bs As no era misión sencilla, les había dado la fiebre de prohibir fumar en todos los bares. (Esta fiebre,por cierto, no guardaba relación con la gripe A.) Si no me equivoco de tarde, en la que comencé el parto, entré a un lugar cerca de mi jóstel en San Telmo. Lo primero que pregunté es si se podía fumar, me respondieron que no. Comencé a recoger mis cosas y me dijeron que bueno, que no había problema, me trajeron un cenicero al instante, y una cerveza, la primera de las dos que incluía la promoción por el precio de una.
También recuerdo de aquella tarde que no era mi mejor momento personal. Salí a buscar un bar donde hacer mis cosas, aunque no sabía cuáles. No sabía si me sentaría a escribir, a leer, o si a ver el tiempo pasar. Tal vez, llorar. (Es lo que tiene la ociosidad, le da ocasión a uno de plantearse quién es, lo que se paga con lágrimas.)
Y al fin, surgió. Desde años ha intenté en ocasiones escribir ensayo, aforismos o cualquier hierba de esta especie, cosa que nunca alcancé y que siempre me irritó. Incluso utilicé una grabadora para intentar lanzar mis reflexiones, pero nunca me salió hablar con inteligencia cuando estoy a solas. (Ahórrese la broma, por favor.) Y en esto, Buenos Aires, y en esto, también, por supuesto, ‘Los pensamientos de Juan Armas Sánchez’, que no me puedo olvidar.
Se sienta uno, saca papel y bolígrafo, el mechero, el tabaco, da un trago de cerveza, garabatea, la fecha y comienza: ‘En poesía…’.
Fueron más de dos horas de gran provecho personal. Pocas horas tan compulsivas de escritura con una sonrisa perenne en los labios como éstas (que en ellas vivo) he alcanzado.
Y que hay más, ¡ay!, sorpréndase, y alégrese por mí, no concluyó en Buenos Aires el impulso, sino que me acompañó incluso a la vuelta a Madrid y hasta a Barbate, dando fin el día 12 de agosto. Aunque no del todo, la estupidez del cierre la puse el día 10 de febrero de 2010, cuando me dio por revisar aquella cosa tan divertida que empecé en la Argentina. Y en el día de san Valentín de 2010, termino de pasar a limpio (tirando los desechos) por primera vez. En fin, espero les divierta su lectura como a mí su escritura, que primeramente y antes que nada fue un milagro sostenido en el tiempo que aún no termino de creer que me haya tocado vivir. Espero, además, que algo les pueda enseñar yo a ustedes, de quienes todo aprendo.

Ruth Gabriel esté en 'Poesía Caiptal'


1:00 AM
Cuando aún no era nada
la noche, poco a poco, aprendió a ser tu gemela.
Yo fui testigo
de cómo apagó el día
para invadir paso a paso la ciudad.
Se tatuó tus negruras.
Adornó con replicas de tus ojos
su vestido nuevo
para poder espiarte allá donde fueses.
La vi copiando de tu alma los peligros,
de tu corazón los romances,
y de tus besos,
las estrellas fugaces, que son deseos.
Todo en la Noche quería ser Tú,
y hasta sus calles, sirviéndose de la lluvia,
pretendieron irisar como tu pelo.
Pero Tú saliste una Noche,
sin darte cuenta,
de que ahí fuera era tu propia imagen la que te
fascinaba.
Y ahora sales, buscando tu reflejo,
envolviéndote en ti mismo,
enamorándote de lo que no es más
que una metáfora de tu nombre.

5:00 AM
Ya es hora de que Alicia
salga de su espejo
y en cuanto todo quede inundado por sus lágrimas,
Tú y Yo quedaremos solos.
No te sientas culpable:
todos hemos abierto los ojos alguna vez,
y nos hemos sentido indefensos
sin una copa en la mano,
o sin una imagen en la que perdernos.

martes, 2 de marzo de 2010

Exposición fotográfica de Pedro Martínez: Venezia





Para consultar los detalles técnicos de las fotografías y opción de compra, entra aquí.

'Advenimiento' es un poema del 'Cántico' de Jorge Guillén

ADVENIMIENTO

¡Oh luna, cuánto abril,
Qué vasto y dulce el aire!
Todo lo que perdí
Volverá con las aves.

Sí, con las avecillas
Que en coro de alborada
Pían y pían, pían
Sin designio de gracia.

La luna está muy cerca,
Quieta en el aire nuestro.
El que yo fui me espera
Bajo mis pensamientos.

Cantará el ruiseñor
En la cima del ansia.
Arrebol, arrebol
Entre el cielo y las auras.

¿Y se perdió aquel tiempo
Que yo perdí? La mano
Dispone, dios ligero,
De esta luna sin año.

Rosario Castellanos dialoga con...Federico García Lorca

"La primera vez/ no te conocí./ La segunda, sí", recoge Rosario de Federico García Lorca en uno de sus 'Diálogos con los hombres más honrados'. ¿De qué poema de Federico? Del que sigue:

EN EL INSTITUTO Y EN LA UNIVERSIDAD

La primera vez
no te conocí.
La segunda, sí.

Dime
si el aire te lo dice.

Mañanita fría
yo me puse triste,
y luego me entraron
ganas de reírme.
No te conocí.
Sí me conociste.
Sí te conocí.
No me conociste.
Ahora entre los dos
se alarga impasible,
un mes, como un
biombo de días grises.

La primera vez
no te conocí.
La segunda, sí.

Por Tabaré, extraído de www.tabareonline.com


Una vez llegados al dilema del huevo y la gallina, ponemos fin a esta serie de chistes de Tabaré, que generosamente le hemos robado para tu solaz.
Esta colección queda terminada, pero Tabaré sigue cada día publicando su tira de 'Diógenes y el linyera' en el diario porteño Clarín, en cuya base de datos puedes acceder a los chistes que he seleccionado y a los demás. (Realmente no sé desde cuándo, y algún error he detectado de repetición en días distintos, luego de ausencias.)
Así mismo, en TabareOnLine.com encuentras todo acerca de esta personalidad del humor.
Hasta siempre, Tabaré. Gracias.