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'Observaciones y máximas de Blas', de Noel Clarasó (21)

REFLEXIONES (3)

No es absolutamente indispensable explicar una cosa con claridad; pero suele ser absolutamente inútil porque a nadie le gusta humillarse hasta fingir que ha comprendido una explicación ajena.

Se comprende que los hombres sin hogar pasen la noche en la calle; en casa no tienen a nadie a quien decir que es aburrido pasar la noche en la calle.

Podemos arrepentirnos del mal que hicimos; pero si no lo podemos deshacer, el arrepentimiento solo es un mal propio añadido al que hemos causado a otro.

A cada uno le corresponde perdonar sus propios defectos; sería un abuso confiar a los demás este trabajo.

No cuesta ningún esfuerzo reconciliarse con un condenado a muerte, aunque sea nuestro peor enemigo; con tal que el otro no nos moleste más, todo lo que quiera.

Si uno se cree más listo que los otros corre el peligro de que le engañen; pero si uno se cree más tonto corre el peligro de acertar.

Hacer uso de las buenas cualidades que se tienen por naturaleza, es aburrido; el único placer consiste en vencerse a sí mismo.

Muchos creen que es mejor decir tonterías que estar callados y se conducen según esta opinión.

A veces pintarle a uno el retrato es la peor ofensa que se le puede hacer.

"Quémese la casa, pero no salga humo" me parece un refrán idiota; a mí no me importa que salga mucho humo que solo molestará al vecino, con tal que la casa no se me queme.

Si un día reinara la paz entre los hombres muchas empresas quebrarían; y aun hay quien pregunta: ¿a qué se deben las guerras?

Cuando uno se ríe delante de nosotros, le preguntamos de qué se ríe y nos contesta que de nada, probablemente se estaba riendo de nosotros.

Muchos que se alegran del mal ajeno no son capaces de hacerlo.

Para apreciar la belleza de la Venus de Milo no es necesario romper el mármol y averiguar su calidad.

viernes, 27 de abril de 2012

En 'Versiones' de Rosario Castellanos el poema de Paul Claudel 'Oda segunda, el espíritu y el agua' (9)

¿Es que puede decirse que el mar perece porque aquella ola de antes y la tercera y la enésima sucede a aquella que se resuelve triunfalemnte en la espuma? El mar está contenido en sus riberas y el mundo en sus límites. Nada se pierde en este lugar cerrado. Y la libertad está contenida en el amor. Palpita en todas las cosas el deseo de inventar la aproximación más delicada y toda la belleza está en su insuficiencia. Yo no te veo. Pero estoy continuado en todos los seres que te ven. No se devuelve lo que se ha recibido. Y como todas las cosas de ti han recibido el ser, restituyen la Eternidad al tiempo. Y yo también tengo una voz y escucho y oigo el ruido que ella hace. Y yo imito al gua con mi voz, tal como el agua es el agua pura. Y porque de ella se alimentan todas las cosas, todas las cosas se refejan en ella. ¡Así la voz con la que yo hago de ti palabras externas! Porque yo no puedo nombrar nada más que lo eterno. ¡La hoja amarillea y el fruto cae pero la hoja en mis versos no perece, ni el fruto maduro ni la rosa entre las rosas! Ella perece pero su nombre en el espíritu, que es mi espíritu, no perece. Hela aquí, liberada del tiempo. Y yo que hago las cosas eternas con mi voz, haz que yo sea enteramente esta voz, ¡una palabra totalmente inteligible! ¡Libérame de la esclavitud y de los pesos de esta materia inerte! Clarifícame, despójame de estas tinieblas execrables, y haz que yo sea, por fin, toda esta cosa deseada oscuramente en mí. ¡Edificante, así como el aire aspirado por nuestra máquina hace brillar nuestra inteligencia como una brasa! Dios, que me has soplado sobre el caos, separando lo seco de lo húmedo; que has soplado sobre el Mar Rojo y se ha dividido entre Moisés y Aarón, sobre la tierra mojada y he aquí al hombre; y que mandas también sobre mis aguas y que has puesto en mis narices el mismo espíritu de creación y de figura. No es lo impuro lo que fermenta. Lo puro es la simiente de la vida. ¿Qué es el agua sino la necesidad de ser líquida y perfectamente clara en el sol de Dios como una gota translúcida? ¿Y qué me dices del azul del aire que tú liquidificas? ¡Oh, el alma humana es un más precioso elixir!

Enrique Larreta (6), sonetos

ANOCHECER EN TOLEDO

Grito en la torre audaz. Alto grito de almuédano.
Así Toledo cuando la tarde se inflamaba.
Luego siguió un silencio lloroso de campanas.
Huesos el caserío. Triste ceniza el cielo.

Laderas que parecen hechas para tormento.
Baja el amigo infiel, baja la desposada.
Él la besa al ceñirla y al besarla temblaba.
Tiembla de amor y tiembla de otro más hondo miedo.

“¡Ah ciudad de hechiceras! ¡Ah corte de los magos!
Tú –le dice el amante-, tú nos has embrujado.”
Llegan a ras de río. Blanco de muerte el labio,

ella exclama: “¡Señor, ya nuestro fin se acerca.
No nos perdones, no, si dos almas en pena
juntar en una sola para siempre quisieras!”

MAÑANITAS DE ROMA

Mañanitas de Roma, católicas, paganas.
¡Sorber, así, al andar y sin los obligados
libros, la gloria ambigua de sus pontificados,
respirar en sus piedras, beber en sus fontanas!

¡A más de otras venturas en ánforas romanas!
Pero hay un fuego que arde debajo de sus prados,
debajo de sus ruinas y pinos redondeados,
no muy lejos de aquellas rosadas caravanas

de rotos acueductos. Todo cambió en seguida.
No hay luz como tu luz, sombra de catacumbas.
Tú deslumbraste en mí los ojos de la vida.

Candelillas aladas, llamas de San Calixto,
llamas como las voces que cantan en las tumbas.
Tumbas de claridad. Palomares de Cristo.

PERROS CIMARRONES

Aquellos buenos perros campeadores,
alanos y podencos, tan amigos
de Fadriques, Gonzalos y Rodrigos,
graciosos, jugueteros, lamedores.

Todos esos que los conquistadores
hacen viajar con manta y papahigos,
hélos, ahora, alzados enemigos,
fieras errantes, lobos corredores.

Fuerza de la extensión nueva y salvaje.
De modo igual, manadas tenebrosas
van en pos de mi paso, con lenguaje

de aullidos y una lúgubre esperanza.
Burla será espuela y otras cosas.
Burla serán mis silbos de confianza.

Poesía científica: Ricardo López Arcilla, 'Pronósticos de Hipócrates'. De la convulsión (1)

35

Si los muchachos traviesos
De aguda fiebre están presos
Y no pueden defecar,
Si no duermen y se aterran ,
Si sus ojos nunca cierran
Para dejar de llorar,
Si el color del cuerpo todo
Mudan también de tal modo
Que unas veces cual carmín
Se presenta enrojecido,
Y otras de verde teñido,
Y otras es lívido en fin;
Una convulsion impía
Debe temerse a fe mía,
Sobre todo si la edad
No han cumplido de siete años
Porque están a questos daños
Más expuestos en verdad.
En los jóvenes adultos
Los convulsivos insultos
No se llegan a mostrar
Tan fácilmente en las duras
Y fatales calenturas
Que les llegan a acosar.
A no ser que se presente
En el mísero paciente,
Como algunas veces vi,
Una señal perniciosa,
Cual sucede al que le acosa
Un intenso frenesí.

36

Así pues, de las señales
Que en cada cual de los tales
Os acabo de explicar,
Deducir es conveniente
Por el médico prudente
Los que se pueden curar.
Y los que al fin la existencia
Perderán con la dolencia
En un instante fatal,
Ya sean jóvenes o viejos,
Adultos o chiquillejos
Los que padecen el mal.

Quevedo sobre los peligros

Por más poderoso que sea el que agravia, deja armas para la venganza

Tú, ya, ¡oh ministro!, afirma tu cuidado        
en no injuriar al mísero y al fuerte;        
cuando le quites oro y plata, advierte        
que le dejas el hierro acicalado.        

Dejas espada y lanza al desdichado,
y poder y razón para vencerte;        
no sabe pueblo ayuno temer muerte;        
armas quedan al pueblo despojado.        

Quien ve su perdición cierta, aborrece,        
más que su perdición, la causa de ella;
y ésta, no aquélla, es más quien le enfurece.        

Arma su desnudez y su querella        
con desesperación, cuando le ofrece        
venganza del rigor quien le atropella.

Más se han perdido en la prosperidad confiados, que en la adversidad prevenidos

Más escarmientos dan al Ponto fiero        
(si atiendes) la bonanza y el olvido,        
que el peligro y naufragio prevenido        
y el enojo del Euro más severo.        

Ansí, cuando, cortés y lisonjero,
Noto tus velas mueva adormecido,        
y sirva, por tus gavias extendido,        
de líquido y sonoro marinero,        

entonces, ¡oh Mirtilo!, desvelados        
en la milicia de la calma ociosa,
tus sentidos irán y tus cuidados.        

Menos dulce es la paz que peligrosa;        
no salgas, no, a recibir los hados;        
tarda, con advertencia peligrosa.

Enrique Larreta (5), soneto para el día del libro

Entiendo perfectamente a mi querido Julio Santiago cuando en este día prefiere enclaustrarse, él que es amante de los libros y cada día los celebra. Pero como nada me ha costado, salvo alterar el orden de publicación de los sonetos de Larreta, y la fecha, aquí va.

LOS LIBROS

¿Qué puede haber mejor que este severo
refugio, silencioso, rumoroso?
Hospital de pesares y reposo
del más hondo vivir. Papel y cuero

de infolios y un tufillo rinconero
sahuman la paz del aire penumbroso
y lo intelectualizan. Polvoroso,
del tiempo, residuo prisionero.

Como cosa de mundos submarinos,
rico a su vez de nácares internos
en sus espirituales torbellinos,

así este caracol guarda y profiere
un inmenso latir. Pulsos eternos
de aquella juventud que nunca muere.

'Observaciones y máximas de Blas', de Noel Clarasó (20)

REFLEXIONES (2)

La edad no depende del hombre y todos, desde niños, presumen de la edad que tienen; y muchos hasta de la que no tienen.

La vergüenza y el dinero son dos cosas que si no se tienen, no se pueden perder.

El mundo está lleno de caminos, pero todos están interceptados.

Entre el sí y el no hay una posición intermedia, que es siempre la menos comprometida.

No hace falta repetir todos los días en voz alta "me estoy haciendo viejo" para que los demás se den cuenta.

Siempre da mal resultado obrar con precipitación; menos en caso de apuro.

El noventa y nueve por ciento de los sueños no se realizan y esto contribuye a la buena marcha del mundo.

Una misma causa puede producir distintos efectos. Si soplas, tanto puedes apagar una vela como tocar la flauta; todo depende del objeto que tienes delante.

Si alguien descubre una de nuestras flaquezas, pero para él; no habrá aprendido nada bueno.

La madurez tiene un lado bueno y un lado malo; el lado bueno, que es la madurez de juicio, sirve para darnos cuenta del lado malo, que es la madurez física.

Un hombre en sí no es bueno ni es malo; lo malo, a veces, es la persona que contesta cuando se dice aquel nombre.

Una de las columnas de la humanidad es la tenacidad de los jóvenes en no respetar las opiniones de los viejos.

La naturaleza es una cosa estupenda. ¡Lástima que esté tan lejos!

El único inconveniente de los sanatorios es que están llenos de enfermos.

Nos han dicho: en la duda, abstente; pero este principio solo es bueno cuando dudamos entre levantarnos o seguir durmiendo.

El que se desprecia a sí mismo difícilmente ama a los demás; pero el que se ama a sí mismo se encuentra con la misma dificultad.

sábado, 21 de abril de 2012

El lunes en la Sala Triángulo por la noche de los libros


Por la noche de los libros, y partiendo de su poemario, Ramón G. del Pormar ha organizado esto evento con música, danza, poesía, vídeo, performance... Por primera vez, por mi parte, intentaré actuar interpretando un pequeño texto a modo de declaración.

El diseño de Alberto Ramajo que ves, merece que archive esta entrada en la categoría 'en torno a Escher'.

viernes, 20 de abril de 2012

Poesía en Lavapiés para este sábado

CICLO DE POESÍA CRÍTICA “ÁLVARO TEJERO”

(IV): Sábado 21 de abril. 20 h.
                                                 
                                                  Cristina Morano y Gsús Bonilla


La Marabunta :  Libros&Café

c/ Torrecilla del Leal, 32

[ Antón Martín – Lavapiés ]

Cristina Morano (Madrid, 1967) es escritora y diseñadora gráfica y  trabaja actualmente en la agencia de Museografía y diseño Tropa en Murcia. Ha publicado los libros Las rutas del nómada (Aula de Poesía de la Universidad de Murcia, 1999), La insolencia (Universidad Popular José Hierro, 2001), El arte de agarrarse (La Bella Varsovia, 2009), El ritual de lo habitual, (Ed. Amargord, 2010). Trabaja también la poesía visual. Ha sido incluida en varias antologías como Historia de la literatura en Murcia (Editora Regional de Murcia, 1999), Cárcel de amor, proyecto audiovisual (MNCARS, 2007), Qué nos han hecho (Islavaria, 2008) o La manera de recogerse el pelo. Generación blogger (Bartleby, 2010).

Gsús Bonilla (Don Benito, Badajoz, 1971) ha publicado los poemarios El forro (2007), Ovejas esquiladas, que temblaban de frío (Bartleby, 2010; finalista Premio Nacional de Poesía), Menú del día… a día (Baile del Sol, 2011). Ha sido incluido en las antologías Bukowski Club, jam session de poesía 06-08 (Escalera, 2008), Versos para derribar muros. Poemas por Gaza (Los Libros de Umsaloua, 2009), Los rincones más óscuros: ANTOLOGÍA DEL MIEDO (Groenlandia, 2009), El tejedor en… Madrid (L.U.P.I, 2010), Lo que habita en el cristal (Groenlandia / Cinosargo,2010), Puta poesía (Luces de Gálibo, 2011) o Heterogéneos (Escalera, 2011), entre otras. Ha dirigido y coordinado Al otro lado del espejo [Narrando Contracorriente] (Escalera, 2011).


SEÑORAS

Por las mañanas acostumbro
a pasar por la cafetería,
me tomo dos cafés –uno contra mi espalda–
entre las limpiadoras que se duermen
sobre su propio desayuno.

Al otro lado de la barra
conversan las señoras,
las dueñas de las tiendas de mi barrio;
se llaman por teléfono,
son admiradas por ejecutivos,
hacen planes para pintarse las uñas.
Sus ojos no contienen desamparo,
sus cerebros no se deshacen
enhebrando palabras, ni átomos, ni perlas.
Las sigo y compro el Marie Claire,
las imito, finjo que soy respetable
en la cola del supermercado.

(Cristina Morano)


Cuarto de EGB

Nos despiojaban
cuando lo que teníamos
eran pulgas -malas pulgas-

aquellos tíos tan listos
desconocían por completo
que nuestra sangre era azul
puesto que éramos príncipes,
miserables, pero príncipes

y lo peor de todo,
aquellos tíos tan listos
tampoco sabían

que entre parásitos

siempre

hubo

clases

(Gsús Bonilla)

En 'Versiones' de Rosario Castellanos el poema de Paul Claudel 'Oda segunda, el espíritu y el agua' (8)

Estás cogido. Y de un límite al otro del mundo alrededor de ti, te he tendido la inmensa red de mi conocimiento. Como la melodía que empieza en los cobres, gana las maderas y progresivamente invade las profundidades de la orquesta, y como las erupciones del sol que repercuten sobre la tierra en crisis de agua y en altas marejadas, así, desde el más grande ángel que te contempla hasta el guijarro del camino y de un punto de tu creación hasta el otro no hay separación, así como no la hay entre el alma y el cuerpo; el movimiento inefable de los serafines se propaga en el nuevo orden de los espíritus. ¡Y he aquí el viento que se levanta a su vez sobre la tierra, el Sembrador, el Cosechador! Así el agua continúa al espíritu y lo soporta y lo alimenta, y entre todas tus criaturas hasta Ti, hay como una cadena líquida. ¡Yo te saludo, oh mundo liberal a mis ojos! Yo comprendo por qué estás presente: es que el Eterno está contigo y donde está la criatura es porque el creador no la ha abandonado. Yo estoy en ti y tú estás en mí y tu posesión es la mía. ¡Y ahora, por fin, en nostros resplandece el comienzo, resplandece el día nuevo, resplandece en la posesión de la fuente yo no sé qué juventud angélica! Mi corazón no filtra más el tiempo, es el instrumento de mi perduración y el imperecedero espíritu se enfrenta a las cosas pasajeras. ¿Pero he dicho pasajeras? He aquí que en ellas recomienzan. ¿Y mortales? No hay muerte conmigo. Todo ser siendo obra de la eternidad, es también su expresión. La eternidad es presente y todas las cosas presentes suceden en ella. No está desnudo el texto de la luz: vedlo, todo escrito, de un límite a otro: se puede recurrir al detalle más curioso. No falta ni una sílaba. La tierra, el cielo azul, el río con sus barcas y tres árboles cuidadosamente plantados en la ribera, la hoja y el insecto sobre la hoja, esta piedra que yo sopeso en mi mano. La ciudad con todas sus gentes de dos ojos que hablan a la vez, y que tejen y compran y encienden el fuego y cargan los fardos, completa como una orquesta que toca, todo esto es la eternidad y la libertad de no ser le ha sido negada, ¡yo la veo con los ojos del cuerpo, y la produzco en mi corazón! ¡Con los ojos del cuerpo... y en el paraíso no me serviré de otros ojos sino de estos mismos!

Enrique Larreta (4), sonetos

MI GRECIA

Así, con esos ojos, esos ojos dormidos
y abiertos en el sueño vagabundo y el gesto
que han dejado en tu boca la muerte y el incesto
y el nocturno acechar de pasos presentidos.

Con esos como sierpes cabellos embebidos
en el sudor y el llanto del rostro descompuesto,
y ese ronco tambor salvaje y el funesto
presagio de tus perros que alargan sus aullidos.

Vértigo de los himnos. Órfica, predilecta
belleza, ni armoniosa, ni pura, ni perfecta.
¡Oh! sacro mal, divina fiebre con que el escoplo

remojaba las túnicas, ¡oh! sombra, tú resumes
la verídica Grecia, tú agregas en tu soplo,
al olor de la sangre, frenéticos perfumes.

ÁVILA

Un alma con el claustro desposada,
que aún oye al despertar clarín de almenas.
Orgullo de estandartes y serenas
beatitudes se enredan en la almohada.

Ya la vida repica su llamada
y en las sombras del ser vislumbres llenas
de impaciente ambición son otras venas
de postigos, en alba ensangrentada.

Pone fray Juan sus plantas en el suelo.
A pie descalzo y lumbre de candela
dice un nuevo cantar y, milagrosas,

se levantan en fuga paralela
santas paredes, torres poderosas.
Y es la ciudad en él piedra que vuela.

ESQUIVIAS [pueblo de la provincia de Toledo]

Osamenta de pueblo. Polvo y cal de los años.
Silencio de las pálidas y ensimismadas puertas.
Quijotescos fantasmas en las plazuelas muertas
de nubes que al pasar levantan los rebaños.

Allí contrajo nupcias. Allí en los aledaños
el tío de su esposa recibe las espuertas,
más o menos vacías, de imaginarias huertas.
Aquel de los bonetes y trajes tan extraños.

Entretanto, Miguel, burlando y en secreto,
va pergueñando trazas del regio hidalgo magro.
Caño de la demencia y elocuente esqueleto.

Así nace entre números de caseros cuadernos
y en sitio en que lo verde huele siempre a milagro,
una inmortal encina, con pájaros eternos.

miércoles, 18 de abril de 2012

Más vídeos de la presentación en el CPR Juan de Lanuza de "πoetas"

Un poema de Javier Moreno leído por Emilio Pedro Gómez y un poema de Jesús Malia, ambos en la antología.



Julio Reija y Jesús Malia serán sometidos a causa pública por su trabajo en "πoetas"


En su defensa aportarán como pruebas, de su buena voluntad y su buen hacer, acciones, vídeos, presentaciones, razones puramente retóricas, ¡atención!, y poemas. Se someterán fielmente a su veredicto.

Poesía científica: Ricardo López Arcilla, 'Pronósticos de Hipócrates'. Del vómito espontáneo (2, y fin)

33

En las febriles tercianas
Aún más particularmente
Esto pasa comúnmente
A la mujer, al varón,
Y aun al joven, pero a este
Aún mas en las calenturas
Continuas, y en las que puras
Tercianas sencillas son.

34

En aquellos que padecen
Semejantes calenturas
Y no ven cosas oscuras
Sino un vívido esplendor
Que despiden los corpúsculos
Que juzgan ver en el viento,
Si además les da tormento
en la cabeza el dolor;
Si en vez del dolor de estómago
Se presentan distendidos
Sin hallarse doloridos
Ni con una inflamación
Ambos a dos hipocondrios,
La epistaxis sobreviene,
Pero el vómito no viene,
Y más si jóvenes son.
Porque si tienen seis lustros,
O más años han cumplido,
El vómito consabido
Les viene al fin a acosar,
En lugar de la epistaxis
Que se ha dicho anteriormente
Que suele en algún paciente
Al vómito reemplazar.

Quevedo sobre las riquezas y el desprecio que Séneca hace a Nerón de recompensa

Enseña cómo es rico el que tiene mucho caudal

Quitar codicia, no añadir dinero,        
hace ricos los hombres, Casimiro:        
puedes arder en púrpura de Tiro        
y no alcanzar descanso verdadero.        

Señor te llamas; yo te considero,
cuando el hombre interior que vives miro,        
esclavo de las ansias y el suspiro,        
y de tus propias culpas prisionero.        

Al asiento del alma suba el oro;        
no al sepulcro del oro l'alme baje,
ni le compita a Dios su precio al lodo.        

Descifra las mentiras del tesoro;        
pues falta (y es del cielo este lenguaje)        
al pobre, mucho; y al avaro, todo.

Séneca vuelve a Nerón la riqueza que le había dado

Esta miseria, gran señor, honrosa,        
de la humana ambición alma dorada;        
esta pobreza ilustre acreditada,        
fatiga dulce y inquietud preciosa;        

este metal de la color medrosa
y de la fuerza contra todo osada        
te vuelvo: que alta dádiva envidiada        
enferma la fortuna más dichosa.        

Recíbelo, Nerón; que, en docta historia,        
más será recibirlo que fue darlo,
y más seguridad en mí el volverlo:        

pues juzgarán, y te será más gloria,        
que diste oro a quien supo despreciarlo        
para mostrar que supo merecerlo.

Emilio Pedro Gómez recita versos de David Jou y David Vega

El pasado viernes 13 de abril no fue día de mala suerte, sino todo lo contrario. Presentamos πoetas en el Centro de Profesores y Recursos Juan de Lanuza de Zaragoza, invitados por José María Sorando y Emilio Pedro Gómez. En la mesa, la compañía de Marta Macho Stadler y Emilio Pedro Gómez, que hizo un repaso crítico a los contenidos del libro y leyó versos de los demás autores. Aquí uno de los poemas de David Jou en la antología y un par de poemas de un exalumno de enseñanza secundaria de Emilio, David Vega (muy al caso con el motivo de reunión). Disfrútalos.





'Observaciones y máximas de Blas', de Noel Clarasó (19)

REFLEXIONES (1)

Quizá la mayoría de los actos disparatados del hombre no son más que intentos para librarse del aburrimiento.

No creo que encerrar al delincuente después del delito sea un error; pero la única manera de evitar el delito sería encerrarlo antes.

Lo difícil es decir la cosa oportuna en el momento adecuado; y lo más fácil es que a uno se le ocurra a la mañana siguiente y entonces desear haberla dicho.

Dar trabajo a todo el mundo es un magnífico programa para que todo el mundo se queje, en el supuesto, nada exagerado, de que el ideal de todo el mundo es vivir sin trabajar.

Los que nos educan, en el colegio, nos enseñan a estar con los brazos cruzados; cosa que después nos produce muy poco beneficio.

Todos los libros tienen fondo y forma y algunos, además, tienen gracia; pero para saber dónde está hay que leerlos y esto es lo malo.

Siempre que se dice de alguien que está quedando mal, este alguien se acaba de ahorrar una cantidad de dinero.

El pelo de la cara, aunque no sea largo, distingue en algunos casos al hombre de la mujer; y si es largo aún le distingue más.

Todo escritor, antes de lanzar una frase, debería saber si ha de alcanzar o no la inmortalidad; y en el primer caso, pensar un poco lo que dice.

Se puede contar con los buenos sentimientos del prójimo en la seguridad de no descontarse.

Al hombre le ha sido dada una inteligencia y se le ha colocado con ella en un mundo en donde para cumplir su única misión natural, que consiste en amar a la mujer, no necesita la inteligencia para nada.

Hay un sistema seguro para saber quién es el dueño de la casa en donde se celebra una fiesta: esperar. Cuando solo quedáis dos, el otro es el dueño.

Si tratas a los demás como quieres que ellos te traten a ti, puedes fracasar; los demás no tienen ninguna obligación de tomarte a ti por modelo.

Tanto los bomberos como los incendiarios pueden ser felices, si ponen emoción en su trabajo.

En dos momentos de la vida a uno le gustaría ser mucho más viejo de lo que es: cuando uno nace y cuando uno muere.

La frase "hacer cosas impropias de su edad" debería aplicarse a todos los niños juiciosos.

viernes, 13 de abril de 2012

En 'Versiones' de Rosario Castellanos el poema de Paul Claudel 'Oda segunda, el espíritu y el agua' (7)

¡Mi libertad está limitada por mi puesto en tu cautiverio y por mi ardiente parte en el juego! A fin de que no escape ninguno de los rayos de tu luz creadora de vida, que me estaba destinado. ¡Y yo tiendo las manos a izquierda y a derecha a fin de que por mí no quede ningún hueco en el perfecto cerco de tus criaturas! ¡No hay necesidad de que yo muera para que tú vivas! Tú estás en este mundo visible como en el otro. Tú estás aquí. Tú estás aquí y yo no puedo estar en ninguna otra parte más que contigo. ¿Qué me sucede? Porque es como si este viejo mundo estuviera ahora cerrado. Como antes, cuando se levantaba la cabeza al cielo por encima del templo, y la llave de la bóveda vino a apresar el bosque pagano. ¡Oh, Dios mío, ahora veo la llave que da libertad, y no es la que abre, sino la que cierra! ¡Tú estás aquí, conmigo! ¡Está cerrado por tu voluntad como por un muro y por tu potencia como por un fortísimo cerco! Y he aquí que como antes Ezequiel con la caña de siete codos y medio, yo podría levantar las cuatro dimensiones de la ciudad a los cuatro puntos cardinales. Está cerrado y he aquí que de pronto, a mis ojos, todas las cosas adquieren la proporción y la distancia. He aquí que Jerusalén y Sion se besan, como dos hermanas, la Celeste y la Exiliada, que lava en el río Khobar el lienzo de los sacrificios. ¡He aquí que la Iglesia terrestre eleva su cabeza coronada de torres hacia su consorte real! ¡Salud, entonces, oh mundo nuevo a mis ojos, oh mundo, ahora total! ¡Oh, credo íntegro de las cosas visibles e invisibles, yo os acepto con un corazón católico! ¡Dondequiera que yo vuelva la cabeza me enfrento con la inmensa octava de la creación! Yo he pesado el sol como un carnero gordo que dos hombres fuertes suspenden de un palo entre sus hombros. Yo he levantado el censo del Ejército de los cielos y yo he constatado, desde las grandes figuras que se asoman sobre el antiguo océano hasta el fuego más extraño, sumergido en el más profundo abismo, así como también el sombrío azul de Pacífico, donde el ballenero espía la aparición de un soplo como un plumón blanco.

jueves, 12 de abril de 2012

"Πoetas" en Zaragoza, mañana 13, y 14, de abril

José María Sorando nos organiza esta velada en el CPR Juan de Lanuza, Zaragoza, donde nos acompañarán el matemático y poeta local Emilio Pedro Gómez y la matemática y divulgadora Marta Macho Stadler.

Acto en un ámbito de profesores de enseñanza secundaria abierto al público. No te lo pierdas, según Maxi Rey, "Πoetas es el libro de poesía más original de los últimos diez años".

Y el sábado 14 a las 13:30 en la librería Cálamo (Pza. de San Francisco 4 y 5), para que no te quedes sin ejemplares.

Poesía en Lavapiés para este sábado

CICLO DE POESÍA CRÍTICA
“ÁLVARO TEJERO”
(III): Sábado 14 de abril. 20 h.
José María Gómez Valero y David Eloy Rodríguez

La Marabunta :  Libros&Café
c/ Torrecilla del Leal, 32
[ Antón Martín – Lavapiés ]
Madrid
www.lamarabunta.info

José María Gómez Valero (Sevilla, 1976) es autor de los libros de poesía: Miénteme (Qüasyeditorial, 1997), El libro de los simulacros (Huelva, 1999), Travesía encendida (Vitruvio, 2005; Premio Internacional Ciudad de Mérida), Lenguajes (Imagoforum, 2007) y Los augurios (Icaria, 2011; Premio Internacional Alegría). También es coautor del libro de relatos ilustrado Este loco mundo (Cambalache, 2010).

David Eloy Rodríguez (Cáceres, 1976) vive en Sevilla. Es autor de los libros de poesía Chrauf (Universidad de Sevilla, 1996); Miedo de ser escarcha (Qüasyeditorial; premio internacional Surcos, 2000); Asombros (Imagoforum, 2006); Los huidos (4 de Agosto, 2008) y Para nombrar una ciudad (Renacimiento, 2010; premio internacional de poesía Francisco Villaespesa). También es coautor del libro ilustrado para niñas y niños Este loco mundo. 17 cuentos (Cambalache, 2010), escrito en colaboración con José María Gómez Valero y Miguel Ángel García Argüez. En 2012 aparecerán dos nuevos poemarios de su autoría: Miedo se ser escarcha (edición actualizada) y la antología Lo que iba diciendo.

Ambos, con la compañía de poesía La Palabra Itinerante, participan en diferentes proyectos escénicos vinculados a la palabra poética,  por ejemplo: Su mal espanta (www.sumalespanta.blogspot.com) o Todo se entiende sólo a medias (www.soloamedias.net), y son los responsables de la pequeña editorial de poesía Libros de la Herida (www.librosdelaherida.blogspot.com).

APUNTES PARA UNA BIOGRAFÍA CUALQUIERA

Nacer,
memorizar los signos,
ocupar una celda
en la intemperie.

Reconocer a tientas
el rigor de los límites,
los contornos del orden.

Asistir cada día
a lo pactado.

Mirar el agua,
saciarse en su sabor,
convivir con la sed.

Acatar los dictados de la norma,
eludir los dictados de la norma.

Jugar a cosas serias.
Mentir de corazón.
Arroparse sin sueño.

La noche,
los velos, los desvelos,
la voz
de la sólida sombra.

Despertar,
abrir los ojos,
ansiar el tiempo
en el que nada se derrumba.

(José María Gómez Valero)


BRINDIS

La vida pasa derrumbando edificios. Deja palomas muertas, palabras rotas, sangre seca, direcciones ilegibles, llaves oxidadas, botellas de vino vacías, silencios.

Pero que eso hoy no nos importe, que no nos impida enumerar las razones que tenemos para vivir.

Brindemos pues por esta bendita lumbre: la vida, esta casa en los acantilados de la que somos huéspedes, este vals con el sepulturero.

Brindemos, aunque sea invierno, porque hay primaveras.

Brindemos por los presos, por los heridos, por los enfermos.

Brindemos porque logramos ir al asombro como al aire, porque hemos averiguado el sabor del agua en lo oscuro y cómo muerden los dientes verdaderos, porque hay puentes y océanos y misterios y multitudes y siembras y planetas.

Brindemos por los viajeros que en un segundo se cuentan todo con los ojos.

Brindemos porque es posible convertir la vida en palabras, las palabras en vida.

Brindemos por la transformación.

Brindemos porque podemos hacer, hacer, hacer.

Brindemos por los momentos que justifican la existencia, por lo que permanece, por las marcas indelebles como cicatrices al sol.

Brindemos por las resistencias, por los motines, por los fugitivos.

Brindemos por los que llegan a tiempo al amor y por los que no.

Brindemos por los que no saben, o no pueden, o no quieren brindar.

Brindemos por el recuerdo de los buenos, y por el viento que dispersa las cenizas.

Brindemos con una copa unánime por saber siempre ofrecer, como hoy, un ramo de flores a los vivos.

(David Eloy Rodríguez)

Enrique Larreta (3), sonetos

LAS BOLITAS

Y, entre todas, aquélla, la del buque anegado.
Submarino fantasma. Yo veía un terrible
pulpo que caminaba con lentitud horrible
sobre los esqueletos y el tesoro volcado.

Visiones tan extrañas y otras que habré olvidado,
más allá de lo que es imposible o posible,
formaban ante mí, dentro de su irrisible
gota, las esferillas de vidrio iluminado.

Linterna de otro mundo que nos sigue un momento.
La infancia es todavía prevalecer divino.
¡Ah! Poder perpetuar sin fin su azoramiento,

sus alucinaciones. ¡Oh fresco torbellino
de las hadas silvestres! ¡Oh lumbre de Aladino!
¡Oh nave de Simbad! ¡Oh mi tapiz de viento!

EL GAUCHO

Es un misterio inmenso, ilimitado
que le sigue, se aleja, le precede,
como el mismo horizonte. Nada puede
refrenar su veloz, su desgarrado

correr, cuando parece que un alado
viento le lleva. Cuando él sigue y cede
a ese goce brutal, y suelta adrede
blanda la rienda al potro desbocado.

Furor que se prolonga y se resbala
sobre el otro furor. Él es la vida
toda, toda la suerte, buena o mala,

de la gran soledad. Sueño infinito
que dispara ante sí, como perdida
boleadora, su afán, su amor, su grito.

LA LAGUNA

Como temblor de sangre, cuando llega la hora
de la fiebre, ya es todo, la orilla, el junco, el viento,
la callada laguna, rojo estremecimiento,
penumbroso latir de luz que se evapora.

Ya vuelven y se apagan en fila voladora
los pájaros de fuego. Ya se acerca el momento
del confuso rumor. Hidráulico instrumento,
tañe por fin el sapo su tecla precursora.

Arrullos, parloteos. Estertores, graznidos.
Repique de las ranas en tirante salterio.
Crótalos de la muerte sobre los mismos nidos.

¡Oh música rasgada, tú me abres, tú me enseñas
el abismo de Dios y su doble misterio!
Voces negras y blancas. Alas de las cigüeñas.

miércoles, 11 de abril de 2012

Presentación "Claroscuro del bosque" de José Luis Gómez Toré y Marta Azparren

Exposición de los dibujos originales de Marta Azparren incluidos en el libro Claroscuro del bosque escrito en colaboración con José Luis Gómez Toré

Inauguración y presentación del libro a cargo de Óscar Curieses
jueves 12 de abril, 19,30h., Hotel Kafka
Hortaleza, 104, 28004, Madrid

La exposición permanecerá hasta el día 11 de mayo.

Claroscuro del bosque, como proyecto artístico, ha querido ser un diálogo sobre un diálogo. Diálogo entre la poesía y el dibujo para hablar de un diálogo del que apenas nada sabemos, el que se produjo entre Celan y Heidegger en 1967 en la Selva Negra, en la cabaña propiedad de este último. Un encuentro que corre el riesgo de convertirse en un episodio casi novelesco, pero en el que se abre como un interrogante o una herida la sombra del Holocausto, la memoria de los muertos en el poeta judío, los coqueteos de uno de los grandes del pensamiento alemán con el nazismo.

Hay una ética y una estética del diálogo, como hay en el arte una exigencia de desaprender el propio idioma, de no hablar con una sola voz. Estamos siempre, para decirlo con Heidegger, de camino al habla. De ahí la necesidad de no confundir todos los silencios con claros del bosque. De ahí que sospechemos que el bosque de símbolos por el que paseaba Baudelaire ha sido talado hace ya mucho tiempo. De ahí que Celan escriba: "Dale a tu decir sentido, dale sombra".

Sombra: claroscuro: filtrada luz.
Amargord, Colección Transatlántica / Serie Portbou

Poesía científica: Ricardo López Arcilla, 'Pronósticos de Hipócrates'. Del vómito espontáneo (1)

31

Si el que padece una fiebre
Que no presenta agudeza
Siente dolor de cabeza
Y ve oscura lobreguez,
Si en la boca del estómago
Siente el triste dolor sumo,
Que ha de vomitar presumo
Solo bilis esta vez.
Mas si siente escalofríos
Y el frío al calor sustrajo
De las partes que hay debajo
De los hipocondrios pues,
Vendrá el vómito más pronto,
Y si estando así comiere,
O alguna cosa bebiere ,
Pronto lo echará después.

32

Los que desde el primer día
Tienen dolor de cabeza,
Cuando el cuarto y quinto empieza
Se les principia agravar,
Mas el séptimo un consuelo
Por fortuna les ofrece,
Porque en él solo decrece
Y aún se llega a disipar.
Muchos hay que no padecen
Ni siquiera instante alguno
Este dolor importuno
Hasta que llega el día tres,
Se les agrava el día cinco,
Mas al llegar el noveno,
O a mas tardar el onceno,
Ya ninguno el dolor es.
Y en aquellos que en el cinco
Por primera vez lo sienten,
Siempre y cuando se presenten
En debida relación
Con los signos anteriores
Estas últimas señales,
El catorce en casos tales
Se disipa la afección.

martes, 10 de abril de 2012

Pi y otros en la música (1), "The pi song"

Por necesidades artísticas buscaba canciones a Pi (de πoetas) y canciones a las matemáticas. Os doy una muestra de lo que he encontrado, comenzando por este tema en inglés. Os prometo un cantautor, una rumba, cumbia, a Les Luthiers... Y también una muestra de lo que los docentes podemos hacer para vengarnos de los malos ratos que nos hacen pasar nuestros alumnos. Jijiji, os reiréis, cada martes a las 21 horas (españolas).

Sonetos de Quevedo a Roma y a Scipión

A Roma, sepultada en ruinas

Buscas en Roma a Roma, ¡oh peregrino!,        
en Roma misma a Roma no la hallas:        
cadáver son la que ostentó medallas,        
y tumba de sí propio el Aventino.        

Yace donde reinaba el Palatino;
y limadas del tiempo, las medallas        
más se muestran destrozo a las batallas        
de las edades que blasón latino.        

Sólo el Tibre quedó, cuya corriente,        
si ciudad la regó, ya, sepultura,
la llora con funesto son doliente.        

¡Oh, Roma!, en tu grandeza, en tu hermosura,        
huyó lo que era firme, y solamente        
lo fugitivo permanece y dura.

Desterrado Scipión a una rústica casería suya, recuerda consigo la gloria de sus hechos y de su posteridad

Faltar pudo a Scipión Roma opulenta;        
mas a Roma Scipión faltar no pudo;        
sea blasón de su envidia, que mi escudo,        
que del mundo triunfó, cede a su afrenta.        

Si el mérito africano la amedrenta,
de hazañas y laureles me desnudo;        
muera en destierro en este baño rudo,        
y Roma de mi ultraje esté contenta.        

Que no escarmiente alguno en mí, quisiera,        
viendo la ofensa que me da por pago,
porque no falte quien servirla quiera.        

Nadie llore mi ruina ni mi estrago,        
pues será a mi ceniza cuando muera,        
epitafio Aníbal, urna Cartago.    

"No eso, poeta" y más, Isabel Tejada en vídeo



Blog de Isabel Tejada: http://susurroypienso.blogspot.com/

lunes, 9 de abril de 2012

Chistes de El Listo (1)

Álex Águeda es El Listo (el hiperenlace te lleva a su blog). Este muchacho es ingeniero en telecomunicaciones y comiquero, webcomiquero que dice él, aunque trabajó gratis y con pesar por poco más de un año para "20 minutos".

Fantástico trabajo, desde luego, del que os daré una muestra extensa (bueno, tan solo 49 de los 605 que tiene en su blog, apenas el 8,1%).

Este chavalote del 79 es además profesor de enseñanza secundaria, así que matemáticas, ciencias, educación, amor, política... son objeto de su sátira.

Ya cada vez me sorprendo menos de que las matemáticas estén tan presentes en (entre otras artes) el humor gráfico), de ello tienes una amplia muestra en este blog. Y te prometo que no es que lo busque, sino que lo encuentro. Que cada vez que veo que me faltan chistes en Poesía Abierta y voy a mis fuentes (que no te confesaré) para buscar humoristas gráficos me está pasando, desde hace ya algún tiempo. Y es que no soy yo ni és Álex Águeda, son los tiempos.

Vamos, que por narices te emocionarás y te reirás con las matemáticas en la poesía, en el arte, en el humor... Y si no estás dispuesto, tendrás que apearte de este mundo (buf, qué radical y trágico me ha quedado).

¿Y por dónde empezar? Bueno, mezclemos un poco, hablemos de política, amor, matemáticas y fundamentalismos.Que lo disfrutes.




'Observaciones y máximas de Blas', de Noel Clarasó (18)

Fin de TRANSIGENCIAS

El crítico de arte es feliz porque con una sola ojeada le basta para hacerse cargo de los defectos de la obra; el crítico de teatro lo es menos porque ha de aguantar la función; el crítico de libros es un desgraciado que ha de invertir algunas horas en la lectura de cada libro.

Si los empresarios buscaran mujeres gordas para los conjuntos, con la mitad de los sueldos llenarían la escena.

Los actos que se justifican invocando el concepto del honor suelen ser, en general, poco caritativos.

Firmar la paz tiene siempre un encanto indiscutible; es la única manera de poderse volver a declarar la guerra.

Las leyes que rigen el comportamiento de los hombres sólo fallan cuando las aplicamos a casos particulares.

Contemplar como los demás trabajan es una manera muy sana de amar el trabajo.

Para hablar bien de otro, uno ha de aprender a dominarse.

En el juego es muy importante saber perder; pero lo es mucho más saber hacer perder a los otros.

Los personajes secundarios y apagados, si son tercos, imponen en cierta manera su voluntad a los otros; el subalterno cede en todo lo accesorio con tal que el jefe ceda en lo esencial.

Una fiesta familiar se distingue de un lance de honor en que en ella no es indispensable el derramamiento de sangre.

Los idiomas que se aprenden de niño se olvidan en la juventud; los que se aprenden en la juventud se olvidan en la madurez; sólo los que se aprenden de viejo se recuerdan toda la vida.

El interior de una casa moderna sólo se distingue del interior de otra casa moderna por las iniciales de la ropa blanca; siempre que los nombres de los dueños no empiecen por las mismas letras.

Parece que un vecino simpático siempre es más molesto que un hombre antipático que habita en otra ciudad.

Ciertas ideas ajenas le soprenden a uno aunque no las entienda. En cierta ocasión me dijo un poeta con tristeza: "Hubo una noche en que la luna fue cuadrada". Confieso que no comprendí la imagen pero me he acordado siempre de la frase.

viernes, 6 de abril de 2012

En 'Versiones' de Rosario Castellanos el poema de Paul Claudel 'Oda segunda, el espíritu y el agua' (6)

Y tú, que eres el Ser perfecto, tú no has impedido que yo también sea. Tú ves el hombre que soy y el ser que tomo de ti. ¡Oh, dios mío, mi ser suspira por el tuyo, líbrame de mí mismo! ¡Libra al ser de la condición! ¡Soy libre, líbrame de la libertad! Conozco muchas maneras de no ser pero no hay más que una sola de ser, que es ser en ti y que es Tú mismo. El agua se hace dueña del agua, el espíritu da olor a la esencia. Dios mío, que has separado las aguas inferiores de las aguas superiores, mi corazón gime hacia ti, ¡líbrame de mí mismo, para que Tú seas! ¿Qué es esta libertad y qué debo hacer con ella? Debo sostenerte. Dios mío, veo al hombre perfecto sobre la cruz, perfecto sobre el perfecto Árbol. ¡Tu hijo, y el nuestro, en tu presencia y en la nuestra, clavado de pies y manos con cuatro clavos, el corazón partido en dos y las grandes aguas penetrando hasta su corazón! Líbrame del tiempo y toma mi corazón miserable, toma, Dios mío, este corazón que late. ¡Pero yo no puedo forzar en esta vida mi paso hacia ti, a causa de mi cuerpo, y tu gloria es como la resistencia del agua salada! La superficie de tu luz es invencible y yo no puedo encontrar imperfección en tus relampagueantes tinieblas. Tú estás allá y yo estoy allá. Y tú me impides pasar y yo también te impido pasar, y tú eres mi fin y yo también soy tu fin. Y como el gusano más endeble se sirve del sol para vivir y de la máquina de los planetas, así, no hay un soplo de mi vida que yo no tome de tu eternidad.

Enrique Larreta (2), sonetos

LA ALMOHADA

En ceniza de amores enfundada
y en ausencias de vida numerosa;
con esa misma suavidad sinuosa
de otro doble frescor, mi buena almohada,

tú me quedas al menos. Eres nada
y eres todo por último. La cosa
consubstancial del sueño. Sigilosa
barca del alma, en alma transformada.

Odio y traición azotan el asilo
de mis muros y silban en el filo
de aire. Acaso, todo lo desdeño,

porque te tengo a ti, porque soy dueño
del solo bien que hace esperar tranquilo
el otro cabezal y el otro sueño.

PRELUDIOS

III

Agua del mar que ondulas, yo te llevo en mí mismo.
Libre corcel, corceles del vértigo alternado.
Alta espuma de orgullo y un caer desmayado
que disuelve esmeraldas y azabaches de abismo.

Anhelar. Desdeñar. Oigo en tu mecanismo,
reloj, el sí y el no de un ritmo contrariado;
y en el sol y en la luna, con grito imaginado,
todo el propio furor y el propio paroxismo.

Para mi sombra el tiempo será sólo un instante
que duerme. Flecha inmóvil corriendo todavía.
La tierra morirá, también, como su errante

satélite. Perversa, malsana astronomía,
quiero olvidarte ahora. Y a ti, desesperante
calavera de astro, vagabunda ironía.

LAS CRIADAS Y EL NIÑO

Que otros digan de escuelas y de universidades.
Yo canto el cuarto aquel de plancha y de costura
y sus buenas mujeres. ¡Galicia! ¡Extremadura!
Y las que me enseñaban a palmear soledades.

España de las tierras y no de las ciudades.
También las castellanas de grave catadura.
La blanca, la trigueña; la moza, la madura.
De todas las pellejas, de todas las edades.

¡Ay, qué cuentos aquellos! Fablas de romería
Consejas de la lumbre. ¡Y qué linda manera
de nombrar cada cosa! ¡Cuánta sabiduría!

entre aquellos refajos! Erase que se era
un juglar que les debe toda su nombradía.
Gaita sentimental y sonaja parlera.

Poesía científica: Ricardo López Arcilla, 'Pronósticos de Hipócrates'. De la angina (4, y fin)

27

Los abscesos raras veces
Se presentan en los viejos
Aun cuando se halle muy lejos
La feliz terminación
De la ardiente calentura
Que devora su existencia
Combatiendo sin clemencia
Su cansado corazón.

28

También en fiebres continuas
Abscesos suelen mostrarse,
Pero en cuartanas cambiarse
Las erráticas se ven
Y todas las que intermiten,
Sobre todo si se acerca
La estación lluviosa y puerca
Del triste otoño también..

29

Los que aún no tienen seis lustros
Son los que abscesos presentan,
Mas aquellos que los cuentan
O traspasan de esta edad,
Las calenturas que sufren
Con pobres fuerzas humanas
Se convierten en cuartanas
Que es bien mala enfermedad.

30

Por lo tanto es provechoso
Saber que son más frecuentes,
Y mucho más permanentes,
Y con menos propensión
A la metástasis, todos
Los abscesos, mientras dura
Con su incómoda frescura
Del invierno la estación.

'Observaciones y máximas de Blas', de Noel Clarasó (17)

Continuación de TRANSIGENCIAS

La cabeza de un hombre de sesenta kilos pesa lo mismo que la cabeza de un hombre de cien kilos, o sea, que el gordo consume más, pero no produce más; como aparato no sale económico.

A todo el mundo sorprende que los mellizos sean exactamente iguales; y a nadie sorprende que los otros hombres que no son mellizos sean distintos cada uno de todos los demás.

Los males que nunca vienen solos, van siempre mal acompañados.

Siempre que se sabe proceder con calma se acaba antes, menos en el caso de proceder aprisa y bien; sólo cuando se está seguro de hacer las cosas mal, es mejor hacerlas aprisa, porque con la precipitación es más fácil olvidar una parte del disparate.

Hay que creer en la racha. Cuando es mala, lo mejor es quedarse en cama. Cuando es buena uno se puede atrever a todo. La buena racha continua es lo que da a la gente mejor opinión de sí misma. La mala racha es una pura cuestión de azar.

Aunque la opinión es una cosa muy personal, también influye en ella el conocimiento de la materia. Quiero decir que sobre una materia determinada sólo pueden ser de la misma opinión los que la desconocen en absoluto.

Dad a una persona cuatro objetos: una mesa, un mantón de Manila, un florero con flores y un libro abierto. Decidle que ordene y coloque los tres últimos sobre el primero con el mejor gusto posible. Repetid el experimento con otras doce personas y conoceréis doce maneras de disponer tres objetos sobre una mesa. Preguntad a cada uno por qué razón ha colocado los objetos a su manera y no lo sabrá decir, porque la razón no existe. El gusto personal se defiende con tanto rigor porque no obedece a ninguna razón.

En algunas obras de teatro en las que salen reuniones de buena sociedad parece que haya un sitio reservado a los fumadores: el escenario.

En la duda se pueden hacer dos cosas que conducen casi siempre a resultados equivalentes: abstenerse o decidirse por uno cualquiera de los dos extremos.

Se celebran comidas de homenaje y a nadie se le ha ocurrido celebrar comidas de ultraje; estarían más concurridas y serían más cordiales.

Es muy desagradable que el primer libro que se lea de un autor sea bueno; uno lee después todos los demás, aunque no le gusten.

Los libros que descansan y consuelan más son aquellos de los que uno es capaz de leer páginas enteras sin cansarse y sin enterarse de nada.

Los buenos artistas prefieren pasar hambre antes de transigir con el gusto del público; y lo consiguen.

Todos los ricos protegerían el arte si para ello no tuvieran que proteger también a los artistas.

La misión de un buen crítico consiste en descubrir en la obra todo aquello que el autor no ha querido poner; si tan bueno es, con pocas obras le basta para hacer descubrimientos durante toda la vida.