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martes, 23 de octubre de 2012

Quevedo se 'Burla de las amenazas cuando se toca la campana de velilla' y de una 'Vieja vuelta a la edad de las niñas'

Burla de las amenazas cuando se toca la campana de velilla

Conozcan los monarcas a Velilla,        
por la superstición de la campana;        
que a mí, por una pícara aldeana,        
me la dio a conocer la seguidilla.        

Crédulo, ¿por qué pasas a Castilla
agüeros de Aragón? ¡Oh plebe insana!        
Siempre ceñuda con la alteza humana,        
nunca propicia a la primera silla.        

Yo temo que se toquen las mujeres,        
que denota los moños y arracadas,
apretador y cintas y alfileres.        

Mas tocarse campanas apartadas        
de mi sueño y mi casa y mis placeres,        
aquí, y en Aragón, son badajadas.

Vieja vuelta a la edad de las niñas

¿Para qué nos persuades eres niña?        
¿Importa que te mueras de viruelas?        
Pues la falta de dientes y de muelas        
boca de taita en la vejez te aliña.        

Tú te cierras de edad y de campiña,
y a que están por nacer, chicota, apelas;        
gorgeas con quijadas bisagüelas        
y llamas metedor a la basquiña.        

La boca, que fue chirlo, agora embudo,        
disimula lo rancio en los antaños,
y nos vende por barbas el engrudo.        

Grandilla (porque logres tus engaños),        
que tienes pocos años no lo dudo,        
si son los por vivir los pocos años.

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