En su línea esencial y de ensimismamiento, que ahora matizo, Luis Luna nos da este 'Umbilical' con el que trae a sí y al papel (es decir, a los otros, y por lo tanto no tan encerrado en sí) todos los nutrientes necesarios para mantener esa vida no independiente. Pues como el propio título señala, nos muestra Luis Luna a un hombre que es agente pasivo, y señala modos en que el mundo (el lenguaje, la naturaleza, la sociedad...) interviene en él, le alimenta y le absorbe, le construye y le destruye.
No más palabra sobre palabra, dejaré su verso, que te dosifico en tres sesiones (este y otros dos miércoles más a las 21 horas de España). Van.
Manos pulsan / tensa cuerda / y buscan canto. Memoria mendigan. / Hallan hueco.
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Con el cuchillo dulce / del silencio / la sílaba / apuñalas.
Sangras la voz.
Para que duela.
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Con la aguja el lenguaje / hilar alrededor / para estar dentro.
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La podredumbre
en tus brazos.
Se hace
intimidad. Soporte.
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Puerta abierta no hay. / Ni tampoco fisura. / Sólo el muro de tu sombra cercándote con su animal asfixia.
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Reconstruyes significados. Uno / una piedra / pieza rectangular con vacíos intersticiales / dos / dos piedras / muro.
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Es cierto que son piedras / en el borde del muro / apiladas. Indican el final / extremo / del camino.
Un camino cortado
donde no llega nadie. Inútil para el resto.
Pero no para ti. Tú resplandeces.
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