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miércoles, 24 de diciembre de 2014

Un poema de Manolo Romero muy para el día

PAVO

Tiene olfato de profeta;
lo barruntó y se alborota
con una sonata idiota
de escacharrada corneta;
ya escuchó la pandereta
sonando por el Belén.
Villancicos al recién
nacido infante... y al pavo,
azúcar, canela y clavo...
Requiescat in pace, amén.

jueves, 18 de diciembre de 2014

Haikus de Seisensui, Sookan, Sora, Tairo, Tchigetsu-ni, Wafu y Yaja

Para entender las inciales, consultar la pimera entrada dedicada a Basho. Los poemas que no van antecedidos de iniciales, son mis vesiones. 


Seisensui

FRI
Canta en los cielos la alondra,
canta en la tierra
remontándose al cantar.

Sookan

FRI
Si a la luna
se hincase un mango
¡qué buen abanico!

Sora

AC
Islas de Pinos.
Cuclillo, que la grulla
te dé sus plumas.

AC
La noche entera
oí el viento de otoño
en pleno monte.

Tairo

AM
El sol,
En los ojos del halcón
Que volvió a mi mano.

Tchigetsu-ni

JT
¡Flores de cerezo,
sólo vosotras
me atáis aún a la vida!

Wafu

AM
Escuchamos los insectos,
Y las voces humanas
Con distintos oídos.

A los insectos
damos otros oídos
que_a los humanos.

Yaja

JT
Al pasar por el charco,
el gatito se moja la pata y la sacude:
despedida del gato.

JT
Había barrido el jardín.
Y he aquí que las camelias
se siguen deshojando.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Haikus de Kyorai, Mokuin, Moritake, Onitsura, Puson y Ryota

Para entender las inciales, consultar la pimera entrada dedicada a Basho. Los poemas que no van antecedidos de iniciales, son mis vesiones. 



Kyorai

JT
No quiero amigos,
y menos cuando admiro
las bellas flores.

Mokuin

AM
Para el corazón
Que no duda,
Las blancas flores del ciruelo.

Las flores blancas
al corazón sin dudas
como_el ciruelo.

Moritake

AM
¡Una flor caída
Regresa a su rama!
Pero no, era una mariposa.

FRI
¿Estoy viendo flores caídas
que retornan a la rama?
¡Es una mariposa!

¿La flor caída
regresä a su rama?
La mariposa.

Onitsura

AM
Una vez lleno de agua,
El jarrón recibió
A la camelia.

Ya lleno de agua
el jarrón recibió
a la camelia.

FRI
Ojos horizontales,
nariz vertical;
flores de primavera.

Puson

FRI
Lluvias de primavera;
¡pobre de aquel
que nada escribe!

Ryota

OP
No hablan palabra
el anfitrión, el huésped
y el crisantemo.

AM
No dijeron palabra,
El anfitrión, el invitado,
Y el blanco crisantemo.

Nada hablaron,
ni huésped, ni_anfitrn
ni crisantemo.

martes, 16 de diciembre de 2014

"Pájaro muerto", de José Cereijo



Pájaro muerto

Velado por la muerte,
tu pequeño ojo oscuro me mira todavía,
con algo que no sé si es pregunta o respuesta
o está ya más allá de todo eso.

Has sido entre nosotros
un fugaz visitante:
tan leve que no hacías temblar una rama ligera,
tan leve que es difícil decir, una vez muerto, si has llegado a vivir.

Pero también tus ojos recogieron, no obstante, toda la luz del cielo;
también tu cuerpo breve se estremeció al placer, luchó con el dolor;
en tu pequeña mente floreció, océano de hondura ilimitada,
la gloria incomparable de estar vivo.

Y ahora ya no eres nada:
una pequeña flor de podredumbre,
una idea olvidada en la mente del mundo,
un mínimo despojo que pronto tirarán.

Dime, ¿qué puedo hacer para que no te mueras?
¿Imaginar que guardo cada pequeño rasgo de tu forma graciosa?
¿Suponerte dormido en las manos de un dios que velará tu sueño?
¿Pensar que mi emoción de ahora te rescata?

Una ligera brisa, pasando entre tus plumas, te acaricia en silencio:
no tendrás otro réquiem, pobre pájaro.
La vida ya no tiene nada más para darte: sólo sueño y olvido.
Duerme, tú que no sabes; tú, que ya no preguntas.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Haikus de Shiki, Etsuyín, Gochiku, Gomei, Gyodai, Hokushi, Jokushi, Kikakú y Kohyo

Para entender las inciales, consultar la pimera entrada dedicada a Basho. Los poemas que no van antecedidos de iniciales, son mis vesiones.

Imagen en el artículo dedicado a Shiki en Wikipedia


Shiki

AM
Aumenta el frío;
Ningún insecto
Se acerca a la lámpara.

Crece el frío,
no se_acerca_a la lámpara
ningún insecto.

FRI
Sobre la campana del templo
posada, brillando
¡una luciérnaga!

FRI
Pisa las nubes,
bebe la niebla
la alondra remontándose.

FRI
La escuela de la alondra
y la de la rana
discuten sobre el canto.

FRI
A través de la ciudad
corre un riachuelo
¡y los sauces!

FRI
Se ignora quién compuso
este magistral
poema de primavera.

Etsuyín

JT
Amor de gatos
que pasa pronto...
¡Cuánto te envidio!

Gochiku

AM
La larga noche;
El sonido del agua
Dice lo que pienso.

Gomei

AM
El caracol
Se arrastra dos o tres pasos,
Y el día ha acabado.

Al caracol
para solo dos pasos
le_alcanza el día.

Gyodai

AM
Caen las hojas,
Descansan una sobre otra;
La lluvia golpea a la lluvia.

Hokushi

AM
Dando el alma
Mientras está,
El espantapájaros.

Jokushi

JT
Mi casa se ha quemado.
Así he visto a las flores
abrirse y marchitarse..

Kikakú

JT
Un perro bebe en la charca.
Campanas tañendo en la tarde.
Imagen de las flores en el agua.

Kohyo

AM
La libélula
Se posa en la vara
Que la golpea.

Y la libélula
se posa en la vara
que la golpea.

martes, 9 de diciembre de 2014

Poemas de José Cereijo en “Las trampas del tiempo” (5, y fin)



Materiales

Aprende a conocer y amar esta existencia
silenciosa, brutal, compleja, insuficiente:
con ese material -no hay otro para nadie-
Virgilio, Dante, Shakespeare, hicieron su trabajo.


No es inútil

Créeme: di a la vida
-cuyo significado real es tal vez otro,
y puede ser ninguno-
que tenga lucidez, piedad, sentido.
Aunque sólo tú puedas oír tu propia voz,
y no haya nadie ahí fuera,
díselo: no es inútil.


Si te vas

Si te vas, sé feliz. Y no pienses que es sólo
un generoso impulso quien dicta estas palabras,
o el viejo afecto, vivo todavía:
también es el orgullo.
Que la dicha nos sea preferida
es triste, nada más. Pero que el tedio,
la grisura, el cansancio,
aparezcan también mejores que nosotros
a los ojos de aquel a quien amamos,
que prefiera su carga a nuestro alivio...
También por egoísmo, ya lo ves; si es que puede,
por favor, sé feliz.


Maldición

Que alguna enfermedad implacable y secreta te devore por dentro, lentamente.
Que no haya en ningún sitio agua para tu sed, sueño para tus ojos extraviados, tiempo para tu corazón.
Que la vida, continuamente hostil, te ofrezca sólo espinas, peligros, negaciones.
Que todo lo que lleves a los labios se llene de un sabor amargo y póstumo.
Que seas, en fin, lo mismo que yo soy, lo mismo que seré mientras que no consiga
librarme de tu ausencia.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Algunos haikus de Issa

Para entender las inciales, consultar la pimera entrada dedicada a Basho. Los poemas que no van antecedidos de iniciales, son mis vesiones.

Imagen de Issa extraída de Wikipedia


FRI
Mariposa del jardín;
si avanza el niño, echa a volar;
si avanza, vuela.

AM
El anterior morador:
Sé muy bien
Todo el frío que pasó.

AM
La gente es poca;
Una hoja cae aquí,
Cae allí.

AM
¡La gente, ya se sabe!
Pero ni siquiera los espantapájaros
Están rectos.

La gente, ¿sabe?
Ni los espantapájaros
se quedan rectos.

AM
¡Qué grande, qué hermosa,
La castaña
A la que no pude llegar!

OP
Luna montañesa:
también iluminas
al ladrón de flores.

FRI
Mi tierra natal;
dondequiera que me acerco y toco,
flores de un rosal espinoso.

FRI
El rocío de desvanece;
en este sucio mundo
nada tengo yo que hacer...

FRI
Este mundo de rocío
mundo, como es, de rocío
y, con todo...

FRI
Fueron criados
con trato honorífico
¡los gusanos de seda!

FRI
Se presenta
ante el respetable público
el sapo de este matorral...

FRI
El pájaro enjaulado;
¡qué ojos de envidia
para la mariposa!

FRI
La gran luciérnaga
ondulando, destellante
pasa....

FRI
Hasta mis mismos pies,
¿cuándo llegaste,
caracol....?

FRI
Con esa misma voz,
¡un bailecito,
rana que croas...!

FRI
Vosotras también, pulgas,
¡noche larga tendréis
y soledad...!

FRI
La lejana montaña
se destaca en los ojos
¡de la libélula...!

FRI
Arrebata una vida
la seta, pero es de veras
hermosa.

FRI
¡Qué pena!
Vienes siguiéndome a mí,
pequeña mariposa.

FRI
Con la lluvia que se derrite
está el pueblo rebosante
...de niños.

FRI
A la sombra de los cerezos en flor,
personas del todo extrañas
no hay ya.

martes, 2 de diciembre de 2014

Poemas de José Cereijo en “Las trampas del tiempo” (4)



La casa

Quisiera yo tener un lugar apartado
en el que vivir, dueño de mi propio destino,
escuchando la voz honda que sólo toma
su forma en el silencio:

una pequeña casa entre campos y bosques,
la amistad de las horas, la amistad de los libros,
algún afecto leve y dulce, que no agarvase
con su peso la vida.

A veces, en mitad de las horas estériles,
de los días inciertos, de las noches vacías,
como un brusco jirón de recuerdo imposible,
yo siento que me llama.

Y es consuelo saber que se yergue fielmente;
que dolor y esperanza, maestros de la vida,
poco a poco levantan esos frágiles muros
-¿dónde, sino es mi corazón?


Las palabras

Nada importa la fama, ni tampoco el olvido:
la seducción del premio, como la del fracaso,
son igualmente torpes, y ninguna merece
ni siquiera el desdén; con el silencio basta.

Pero importa la vida, la asombrosa aventura
de ser y de saberlo, y que el Tiempo nos mira;
y el corazón, espejo de materia de abismo;
y la desoladora belleza de las cosas.

Ni censura ni aplauso, cuando quedas a solas,
te sirven para nada, ni pueden aliviarte
el dolor, la vejez, la verdadera vida,
este ser que es huir, cesar, desvanecerse.

Y no hay otro asidero que unas pocas palabras
que acaso nunca encuentres, o que una voz diría
que no fuera la tuya. Y que puedes tan sólo
escribir sobre arena. Y tal vez no te salven.


Regreso

Recuerdo que te dije, al separarnos,
que aquellas pocas hora
que consintió la dicha
no sabrían perderse en la memoria,
y durarían siempre.
No pensaba, al decirlo,
en la fragilidad de su tesoro,
en que, como una red, deja escapar el agua,
que sólo la humedece.

Hoy, sin embargo, has vuelto,
y por unos instantes
(no sé lo que duraron:
el reloj era inútil. Pertenecen
a otro sentido, a otro saber del tiempo),
mi corazón fue fiesta. Y la sospecha
de que acaso no fueses
tú, de que te inventaba,
palideció, discreta, frente al gozo.

Ahora tengo más años, y he aprendido
-y aun debo agradecerte la enseñanza-
que lleva el corazón su propio diario,
que la memoria sabe
ceder ante la dicha,
o, más sencillamente, que no importa;
y aquellos viejos días
que hoy me han hecho pensar que merece la pena
seguir vivo, y saberlo,
no eran, a su manera, menos imaginarios
-no los creamos menos, al vivirlos-,
que ese extraño regalo, tan hermoso y tan frágil,
de su vuelta a la vida.


La losa

La tumba que me aguarda, y que yo no conozco,
tal vez exista ya. Pienso en la losa
que puede que la cubra, e imagino
estas líneas que trazo
como si fueran sólo tentativas
de arañar es helada superficie,
no sé bien para qué,
y acaso únicamente -Dios lo sabe-,
por la parte de adentro.