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lunes, 31 de mayo de 2010

Más poesía de Javier Alvarado

ESCRITURA PODÀLICA O LOS FANTASMAS PARA NO MORIRSE

Entre mi pie y tu pie
Cae un rayo
Un reír o el purificar de almas gemelas
Araño tu respiración
Con ese color de Dios ante el desamparo
Invitándome a dormir como si no tuviera sueño
Como si me hubiera inventado
Ante un pecho de mi madre
Toda riente en el naufragio y en el fragor que hace
Bostezar las copas,
Y como decirlo
Si ella es extraña, paridora del Renacimiento
y de las axilas de la flauta, ahora que no hay adoración ni pactos
Para que se arrullen mis hermanos en el fondeadero,
Si es terrible
Porque no se acuerda de nosotros ni lanza puñados
De pétalos al aire;
Si es copioso para mí lo aleteante terrestre cuando tu sexo
Me hace trampas al escribir y al dinamitar todo ese relámpago
Que me hace ser maniático;
Si cada día estoy triste, como un tren de muerte
Llorando de súplica y de suplicantes
Si en esos ojos yo no me encuentro
Terciando a la abeja más pura
Para que me mates con los últimos tobillos,
Mucho menos con estas manos
Que son la medianía de estas selvas aulladoras,
Esa fanfarria colorada de los animales postizos
Tan livianos en el desvestirse
Y en el patear del oro al precipicio
Cuando caen sílabas, vocales
Extramuros, dioses, Baudelaire llorando
La parentela en el resplandor del lávame
Y el espectáculo de lo que no soy
Vertiendo uno a uno estos espejos
Y estos fantasmas que me he puesto para no morirme.
Soy mi desconocido para el que soy cuando estoy en trance.

miércoles, 26 de mayo de 2010

'El verso del verso', por Jesús Malia Gandiaga

34
¿Hay más poesía en la vida o en la muerte? De otro modo igual te atreves a responder: ¿hay más poesía en lo decible o en lo inefable?

35
Decir el mundo desde uno, esto es, decir desde lo que puede no ser lo que sin duda es, es una pretenciosidad narcisista.

36
Escribio Nietzsche alguna vez en algún lugar que hay dos clases de filósofos: los que se afirman y los que se niegan.
Afirmación negativa, negación afirmativa. No es poesía la poesía, sino verso.

Julio Santiago está en 'Poesía Capital'


CONTIGO DENTRO

He soñado Madrid
contigo dentro,
mañana
de Prado, Thyssen y Reina Sofía;
tarde
de Botánico, Retiro y Debod;
noche
de Huertas, Chueca y Malasaña.
He soñado Madrid
contigo dentro,
mañana
de Rastro y cañas;
tarde
de siesta y balneario;
noche
de teatro y armario.
He soñado Madrid
contigo dentro,
mañana
de cama;
tarde
de sofá;
noche
de volver a empezar.

martes, 25 de mayo de 2010

Coque Malla estará con Alfonso Lópoez, Bolo y Sergio Cruz Placer


Mañana 26 de mayo a las 21 horas en una nueva presentación de su poemario 'Trampolín etcétera'.

Sobre Cántico y los sentidos en 'Al aire de tu vuelo' (6)

IMPACIENTE VIVIR

Salta por el asfalto,
Frente al anochecer,
El ventarrón de marzo,
Tan duro que se ve.

Las esquinas aguzan
Su coraje incisivo.
Tiemblan desgarraduras
De viento y sol. ¿Gemidos?

Una lid: cuatro calles.
La luz bamboleada,
Luz apenas, retrae
Las figuras a manchas.

Da el viento anochecido
Contra esquina y sillar.
Marzo arrecia. ¿Granito?
Él lo acometerá.

Entonces, por la piedra
Rebotando, se yergue
Con más gana la fuerza
Del vivir impaciente.

ADVENIMIENTO

¡Oh luna, cuánto abril,
Qué vasto y dulce el aire!
Todo lo que perdí
Volverá con las aves.

Sí, con las avecillas
Que en coro de alborada
Pían y pían, pían
Sin designio de gracia.

La luna está muy cerca,
Quieta en el aire nuestro.
El que yo fui me espera
Bajo mis pensamientos.

Cantará el ruiseñor
En la cima del ansia.
Arrebol, arrebol
Entre el cielo y las auras.

¿Y se perdió aquel tiempo
Que yo perdí? La mano
Dispone, dios ligero,
De esta luna sin año.

lunes, 24 de mayo de 2010

Navarro Beloqui ha publicado 'Nafsak' con Amargord

Radio

Entró tu voz y después la mía
-escritas en líneas de idéntico guión-,
distintos papeles, distantes personas
semejantes ajenos.

Perdido en el espacio

La virginidad es un hueco prohibitivo
y aquí me encuentro perdido en el espacio.
Las margaritas se atornillan en el pubis de la tierra
y quizás de sus confines surja perfume articulado.
Cosmético, cósmico y amniótico acá me hallo.

Ascenso

Y aún con los pies atrapados en la ciénaga;
los brazos, inmóviles escarpias
y la voz, sumamente entrecortada,
el cielo tormentoso, po runa vez,
se agacha y nos saluda.

domingo, 23 de mayo de 2010

Nueva edición de 'Madrid: una ciudad, muchas voces'



La primera jornada se desarrollará el día miércoles 26 de mayo a partir de las 19:00 horas en la Secretaría General Iberoamericana, sita en el Paseo de Recoletos, nº 8, de Madrid (Tfno. 91 410 07 24).

Para conocer los detalles del evento y obtener datos de los participantes puedes visitar el blog del ciclo.

sábado, 22 de mayo de 2010

De sonetos va el asunto

¿Sonetos? Sonetos. Dice el DRAE

soneto.

(Del it. sonetto, y este del lat. sonus, sonido).

1. m. Composición poética que consta de catorce versos endecasílabos distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos. En cada uno de los cuartetos riman, por regla general, el primer verso con el cuarto y el segundo con el tercero, y en ambos deben ser unas mismas las consonancias. En los tercetos pueden ir estas ordenadas de distintas maneras.

~ caudato.

1. m. soneto con estrambote.


Y en fin, a mí parecer el palabro soneto ha adquirido un carácter peyorativo, pues denotando simplemente sonido no es menos cierto que degenera en molesto soniquete. Se podrá decir que esto no es más que una burda, necia y precipitada opinión, que el soneto es una forma mayor y exquisita de la poesía y cuantos otros pareceres ustedes tengan, pero en fin, yo doy el mío. Poesía no es Matemáticas, donde tras una laboriosa demostración, que puede costar agitados siglos de discusión, el debate se acaba siempre con unanimidad en los pareceres. Así son las Matemáticas, el arte del consenso. En poesía las cosas funcionan de otro modo y todo es opinable: como ocurre en Matemáticas, no hay una autoridad humana que hable ex cátedra, pero a diferencia de en Matemáticas, no hay una verdad objetivable que seduzca y convenza a todos. Así, lo que a mí me suena estridencia (el soneto) a otros puede sonar dulce arruyo. En mi parecer, el soneto es artefacto artificioso (con perdón por la redundancia) que no va con nuestros días. En esto cada uno lleve su verdad, la que más le consuele y justifique.

En fin, que en el español de hoy no es soportable la consonancia machacona del soneto lo prueba el hecho de que al igual que en siglo de oro el soneto era un arte practicado por todos con impenitente insistencia, hoy es ignorado por los que suceden a aquellos con la misma vehemencia. Más que eso, hoy que se han impuesto el libertinaje versístico y la ausencia de rima, nos parece una extravagancia y un error imperdonable detectar una asonancia en dos versos muy próximos. Más hiriente, digo, es en la poesía la consonancia.

¿Y ahora? Pues ahora nos vamos al siglo de oro a leer sonetos, pues hay que reconocer que a pesar de lo desesperante que es el continuado martilleo (que además quiero hacer ver) y tanta retórica, hay sabias reflexiones allí encerradas. En fin, que los feos podemos tener almas hermosas. Miremos algunas. Comenzaremos con Francisco de Medrano, al que Cernuda (que tanto gusta hoy, o sé por qué) adjudica un papel más destacado del que le confiere la historia literaria.

A DON JUAN DE ARGUIJO, CONTRA EL ARTIFICIO
Cansa la vista el artificio 'umano,
quanto mayor más presto: la más clara
fuente y jardín compuestos dan en cara,
que nuestro ingenio es breve y nuestra mano.

Aquel, aquel descuydo soberano
de la Naturaleza, en nada avara,
con luenga admiración suspende y para
a quien lo advierte con sentido sano.

Ver cómo corre eternamente eternamente un río,
cómo el campo se tiende en las llanuras,
y en los montes se añuda y se reduçe,

grandeza es siempre nueva y grata, Argío;
tal, pero, es el autor que las produçe:
¡oh Dios, inmenso en todas sus criaturas!
Francisco de Medrano


A UNA MUJER QUE SE AFEITABA Y ESTABA HERMOSA*
Yo os quiero confesar, don Juan, primero:
que aquel blanco y color de doña Elvira
no tiene de ella más, si bien se mira,
que el haberle costado su dinero.

Pero tras eso confesaros quiero
que es tanta la beldad de su mentira,
que en vano a competir con ella aspira
belleza igual de rostro verdadero.

Mas, ¿qué mucho que yo perdido ande
por un engaño tal, pues que sabemos
que nos engaña así Naturaleza?

Porque ese cielo azul que todos vemos
ni es cielo ni es azul. ¡Lástima grande
que no sea verdad tanta belleza!
Bartolomé Leonardo de Argensola, o Lupercio Leonardo de Argensola
(*No creo necesario recordarte que estos afeites son los potingues con que hoy las muejres se maquillan, pero por si acaso)

Recital en el Monumento a Miguel Hernández en Madrid

PRESENTACIÓN DE LA RUTA HERNANDIANA EN MADRID

RECITAL POÉTICO/MUSICAL EN EL MONUMENTO A MIGUEL HERNÁNDEZ

Paseo de Ruperto Chapí. (PARQUE DEL OESTE)

Metro Moncloa.

DÍA 22 DE MAYO, Sábado

12. 30 horas

Informa Francisco Esteve.

Francisco Cenamor y Clara Dávila Mateo en Madrid

Sábado 22 de mayo. Bukowski Club (C/San Vicente Ferrer, 25. Metro Tibunal) 21 horas.

Por primera vez en Madrid tenemos la oportunidad de escuchar a la joven poeta zaragozana

Clara Dávila Mateo, presentando su primer poemario
"La irrealidad nuestra" (Puente de letras Editores, León, 2009).


Y última presentación oficial del libro del no tan joven poeta pepinero

Francisco Cenamor, que leerá textos de
"Casa de aire" (Amargord Ediciones, Madrid, 2009).

Podréis adquirir los libros, con cariñosas firmas de su autor y autora.

Informa Francisco Cenamor.

jueves, 20 de mayo de 2010

Tres poemas más del poemario de Rebeca Álvarez Casal del Rey

La claustrofobia de la oruga
Días de encierro en su alcoba,
clavándose al colchón, reblandecida y cada vez
más blancuzca. Su resaca esconde
agresividad, pornografía y declaraciones
amorosas, sumergidas en lagunas
de vino tinto.

Charcos, lagunas, océanos carmín
de alcohol desmemoriado
y gritar sin voz (y a nadie) ––¡Imposible
soportar el asco por los anillos de mi cuerpo!

Bombardeo de mensajes al teléfono escapan al olvido,
islas de frases eróticas, hirientes,
lúdico-terapéuticas,
dirigidas
a un largo gusano de mirada oscura,
eterno receptor
de ebriedad y obsesiones.
Eterno receptor de las palabras.

La crisálida enterrada
Las letras desencadenan los espectros
del extraño ejemplar de polilla sin alas;
crucifixión ebria
sobre el catre. Un alfiler
en el esternón.
A sus pies un nombre escrito en latín.

En la escafandra se extingue el oxígeno, pero te impide
salir al mundo algo inmostrable.
Desgarradora precisión,
esos casi cien kilos
de pútrida carne
y descompuestas vísceras
de un alma sin castigo.
En su reino de moscas,
en el calor de agosto,
bullendo de gusanos.
Encerrado en su espacio.
Encerrada en tu espacio,
retraída en ti misma, ahogándote
en un vítreo silencio,
que mudos alaridos de socorro no consiguen romper
(nadie escucha), en los alrededores
sólo hay sombras.
Sombras y fantasmas.

Vida deshilachada que no avanza,
pues un eje central obliga al círculo.

Epílogo
Al final sólo quedan
unas cenizas encerradas en un nicho,
ya para siempre oscuridad sin ojos.
Un nombre escrito en una lápida sella el espacio.
Ya para siempre sepultados
yacen juntos,
el monstruo con la bestia.

Amanece. Una mariposa extendiendo a secar
sus alas recién hechas.

Al final sólo quedan
flores rojas en una tumba,
son el comienzo del camino.

Lectura de Aarón Garcia Peña en Madrid

Querido poeta, amigo o amante de la poesía: acudas o no, aprovecho para mandarte un cariñoso abrazo y animarte en tus actividades diarias.

Aarón García Peña, leerá una selección de su poesía publicada hasta la fecha:

Cuidado, mancha (2007)
Machado: vida y flamenco (2007)
Dios y sus cómplices (2009)

Cordinará el acto: Miguel Losada.
Presentará al poeta: Pepe Cereijo.

Fecha: Viernes, 21 de mayo de 2010
Hora: 22:25
Lugar: Ateneo de Madrid. Calle Prado 21. Sala de La Cacharrería. Metro: Antón Martín. Frente al Congreso de los Diputados.

Informa Aarón García Peña.

'Sala para fumadores', poemario póstumo de Nicolás Valencia Redondo (6)

A una posible vida
Para Leopoldo María Panero:
de lo que nadie te dijo.
Ni toda la furia ni toda la inquina,
el lloro del maldito sólo bosqueja
la huella del gato que camina,
un leve trazo en vuestra teja.

Por eso, como un joven cadáver violado,
harto de silencio y fiebres,
desea alzarse sobre el común dictado
para que al menos tú le nombres.

Del rumor errátil que le anima
surge clara la voz genuina,
¿qué más, sino gritarte, queda?

Cuervos
Mientras siete caballos golpean mi vientre
alguien me grita que es lo que debe ser.
Hoy tú te has maquillado los ojos, los labios y
desfallecería besándolos.
La tarde anterior me buscó el pánico,
me agarró de la mano, me susurró al oído:"preso".
Nunca barrotes tan frágiles ahogaron tanto,
¿cuándo el aire produjo asfixia?
¡Estás tan hermosa esta noche detrás de la barra!
¡es tan cruel mi ilusión de no ser! Y, sin embargo,
ser no tiene vuelta de hoja.
Sólo una oportunidad y veinte cigarrillos
mientras te desmaquillas los ojos, los labios,
ya cansada de esperarme tras el vaso.
¿Cuándo han de morir los cuervos?

'El verso del verso', por Jesús Malia Gandiaga

31
Las figuras retóricas son a la poesía lo que el derecho a la ontología. Jesús Malia dixit.

32
La falta de retórica es a la poesía lo que la falta de agua es al jabón. Jesús Malia dixit.

33
-¿Es posible la poesía?
-¡No preguntes chorradas!

Pepe Ramos está en 'Poesía Capital'


POETA NO;

lo que pasa es que hay sinrazón,
desencuentro, coartadas, despedidas,
casualidades, miradas, tiempo,
autodefensa, rabia, fantasmas,
dolor, confusión, recaídas,
noches con doble fondo
y lo digo.

RETRATO DEL AUTOR
MOMENTOS ANTES DE
HACER DAÑO A ALGUIEN

(Péguese aquí
cualquier
foto del autor)

LA COPA ROTA

Desde el tenemosquehablar
hasta hoy
tuve tiempo para aprender
que fidelidad y felicidad
no riman,
que la misericordia
es una forma de amor.

Que el cáncer tiene más piedad
y duele menos.

martes, 18 de mayo de 2010

Sobre Cántico y los sentidos en 'Al aire de tu vuelo' (5)

NATURALEZA VIVA

¡Tablero de la mesa
Que, tan exactamente
Raso nivel, mantiene
Resuelto en una idea

Su plano: puro, sabio,
Mental para los ojos
mentales! Un aplomo,
Mientras, requiere al tacto,

Que palpa y reconoce
Cómo el plano gravita
Con pesadumbre rica
De leña, tronco, bosque

De nogal. ¡El nogal
Confiado en sus nudos
Y vetas, a su mucho
Tiempo de potestad

Reconcentrada en este
Vigor inmóvil, hecho
Materia de tablero
Siempre, siempre silvestre!


LOS TRES TIEMPOS

De pronto, la tarde
Vibró como aquellas
De entonces-¿te acuerdas?-
Íntimas y grandes.

Era aquel aroma
De Mayo y de Junio
Con favores juntos
De flor y de fronda.

Fijo en el recuerdo,
Vi cómo defiendes,
Corazón ausente
Del sol, tiempo eterno.

Las rosas gozadas
Elevan tu encanto,
Sin cesar en alto
Rapto hacia mañana.

De nuevo impacientes,
Los goces de ayer
En labios con sed
Van por Hoy a Siempre.

TODO EN LA TARDE

I

¡Nubes! Anchas y bajas,
Ofrecidas, esbozan
A lo marino espuma
Con ambición de pompa.

Una pompa de blancos
Extinguidos en grises
Que quieren conseguir
Los contornos carmines.

Flota una esplendidez
Febril, profundizada
Por vistillas de tejas:
Tejas de turba cálida.

¡Ese atropello abajo!
El color viene y va,
Tropel regala, pide
Tropeles. Hay ciudad.

Locuaces, los anuncios
Atajan al gentío.
Escándalos benévolos
Cercan al distraído.

II

¿Y el silencio? No puede
Valer, estar a plomo.
¡Tantos colores chocan
Con un rumor tan bronco!

Gran rumor. Se embarullan
Las pisadas, los gritos
Que deben de ser diálogos,
Las músicas ya ruidos,

Y la velocidad
Disparada en portentos
Sumisos al amor,
Al candor, a los sueños,

Y el incesante arrastre
De los muchos trabajos
Que por dentro murmuran
Crujidos derrumbados.

¡Trepidación! Monótona,
Continua, propagada,
Precipita galopes
-Sin cuerpos ya- de máquinas

Invisibles, a ciegas
Calientes, animales,
Que no paran jamás:
Venas del tiempo, laten.

Discordes los impulsos
De un solo frenesí
Desembocan en una
Prisa por ser feliz.

Se asoma al panorama
La soledad de alguien.
Bocinas huyen. Queda
Lejos, grata, la calle.

Como si hubiera a solas
En el tumulto campo,
Follajes hay que salvan
Su paz entre sus pájaros.

Van poco a poco aislándose,
Dorándose las torres.
Atrevida una estrella
Luce a solas. ¿Entonces?

III

Entonces se ensordecen
Las sombras por los muros,
De su destino henchidos:
Muros en el crepúsculo.

Sólo al fin, en la tarde
Venida a un amarillo
Propenso ya a los rojos
Que adelantan estío,

Cristal no dejan ver
Los balcones al sol.
Láminas antes diáfanas
Acumulan fulgor,

Tan favorable así,
Tan rico de reflejos
Que inicia en los balcones
La actualidad del cielo,

Pleno. Revelación:
Una gloria prorrumpe,
Se revela en su coro.
Carmines cantan. ¡Nubes!

Navarro Beloqui ha publicado 'Nafsak' con Amargord

...

Por decir no digo nada
y cuento siempre
las noches que te tengo
y tú me tienes
en devaneo insoslayable
un estar adentro sin seguir
un sinvivir en mí
que ya soy tuyo
que ya no explica
ya no expone
ya no vive
si no escribe 'amor'
con la mayúscula de un músculo
que no se tiene en pie
ni pertenece
más que a esta deuda
que la voz ya multiplica;
"dónde estás que no te tengo".

A fuego lento

Sin otra cosa que esta carga
tráfago cansino
de tener a saldo un rato
adherido a los costados
demanda exigua de tu forma
de tu vida, de tus labios
de las duras penas que mantienen
la ponzoña y gloria
de una muerta.

Y por morir, desierta es
del surtido de la vida
tu deshabitada especie
que deshoja rosas tristes.

Cuerpo desgastado y mustio
vesanias y trajines
estiman oportuno
sentirte duplicada
y un alzar de flancos rotos
los despojos de esa musa
que acicala las primaveras
con la gracia de la alcoba.

Es y fue este punto
el inicio
la partida y fin
una coma sin presencia
ni esos puntos suspensivos
todo congelado y frío
diría aún más, bajo cero.

Y yo ya llego tarde
como nunca así dicté
y por años que te dije
por lo menos son los míos
y por noches engañosas
por los días sin vivir
por inteligencia descompuesta
y la falta de inocencia
la condena es un aplaga
extendida como un virus.

Dos poemas de Javier Alvarado (2)

FOTOGRAFÌA CON SOL DE FONDO
Ahora que vuelvan tu madre y tu hermana
de asolearse bajo la hierba
veremos los recuerdos de las cosas últimas;
las albahacas apareadas y ordenadas en esa maestranza
de los niños que huyen del sol,
la iglesia con su pórtico mudo
como acechando a los angelillos o demonios
que se acurrucan como aves de rocío
entre las raíces de los ciruelos.

Y navegaremos la noche como un conjuro
como una valva de miedo que se hunde
en aquel charco pateado por nuestros zapatos,
con la lluvia que se anuncia
sin pedir majestad a los reinos rescatados,
a las fábulas terrestres en los ojillos de los conejos,
a los predicadores de puerta en puerta
que nos dejan una salvación incuestionable
y portamos bajo el brazo una chácara cargada con guijarros
y la liebre que acechamos silba en el monte
buscando esa madriguera ecuestre de las frutas,
el huerto olvidado que se pierde
en las manos de ese labrador que dulcificas y sueñas
con metamorfosis de gotas o lenguaje
o ranas desveladas en las alcantarillas
por donde se escurren los racimos de nuestras pieles
o el hábito de papel de los poemas
o el fantasma de algún patriarca
que cuida los rebaños y las puertas.

UNA ABUELA Y UN NIETO RETORNAN DE LA NIEBLA
Se ha ido la luz
y cortan las tinieblas del lenguaje,
el parque solo es asediado
por amantes terrestres
y pájaros de petrificada espuma;
forasteros como reses
deambulan en el corral de los comensales.
La abuela espera en la casa
con los panes abiertos y la leche
de la acostumbrada vaca.
Aquel niño va con su linterna
a recorrer las huellas de su yo
el primo enfermo solo deduce
la luna de su maldad
y aquel niño sigue caminando
por siglos y siglos de velas apagadas.
Pero aún así la abuela espera
y abuela y nieto
son rimas pastorales que retornan de la niebla.

De “No me cubre de edad la primavera”.

sábado, 15 de mayo de 2010

Pita



Bueno, sí, sea el ágave la pita a la que nos referimos, para empezar. De esta planta el DRAE nos dice:

pita1.

(De or. inc.).

1. f. Planta vivaz, oriunda de México, de la familia de las Amarilidáceas, con hojas o pencas radicales, carnosas, en pirámide triangular, con espinas en el margen y en la punta, color verde claro, de 15 a 20 cm de anchura en la base y de hasta 3 m de longitud; flores amarillentas, en ramilletes, sobre un bohordo central que no se desarrolla hasta pasados varios años, pero entonces se eleva en pocos días a la altura de 6 ó 7 m. Se ha naturalizado en las costas del Mediterráneo. De las hojas se saca buena hilaza, y una variedad de esta planta produce, por incisiones en su tronco, un líquido azucarado, de que se hace el pulque.

2. f. Hilo que se hace de las hojas de esta planta.

3. f. Bol. Cordel de cáñamo.

¡Ay! Y qué nerviosos que nos ponen los orígenes inciertos (apesar de saber que la incerteza es la única posibilidad). Así que hala, a investigar. Siquiera someramente. Me gusta esta referencia que sigue, aunque nada punte sobre el significado.



Luego, señalar que en Grecia utilizan este vocablo para llamar a la pizza: aquí, y que de esta voz griega parece proceder la italiana.

Si escarbamos (otra palabrita de origen incierto: escarbar. ¡Más tarea!) un poco más en el griego, hay quien piensa que tanto pita como Piter (se escribe Peter en inglés, que para algo lo estudio en la Escuela Oficial de Idiomas) son una variante de 'pater', padre, dios. Aquí.

Si volvemos a América Latina (ya que nos sale tan barato por este medio), en México Pita es diminutivo de Guadalupe, de Guadalupita. Y establecen una etimología muy hermosa. Teniendo en cuenta de México es originaria la planta que nos desvela, no es absurdo, entonces, buscar la etimología del diminutivo del nombre femenino idéntico al nombre de la planta. Veamos. Primero, pita de Guadalupe: del árabe. Por introducir confusión (¡viva el caos!), de dónde viene Pitágoras.

Puestos a aumentar el ruido, parece ser que pita es la transcripción latina de un apalabra telugú que significa pajarillo. Y ya que hemos llegado a la India y partíamos del Nuevo Mundo, damos nuestro recorrido por terminado.

¿Hemos aclarado algo? Si es así, perdón, yo sólo jugaba un rato.

jueves, 13 de mayo de 2010

Rebeca Álvarez Casal del Rey ha publicado libro

'Suponiendo la cicatriz como posibilidad de la herida' lo ha titulado, y lo ha publicado en la editorial Amargord. De ahí son estos dos poemas que siguen.

Suponiendo la ausencia
Mas las hormigas se dirigen hacia tus llagas y allí procrean sin descanso
Antonio Gamoneda
Las hormigas se dirigen hacia tus llagas y allí procrean sin descanso,
se dirigen hacia el lugar en que tu piel fue arrancada de la superficie de mi cuerpo.

Siameses hilvanados por el abdomen,
o tal vez por la frente,
o por los labios y las palabras sólo pueden ser pronunciadas dentro del otro.

Distancia habitada por insectos sin luz, frías carcasas,
devoran, aniquilan lo que a su paso encuentran,
suponiendo en nosotros
la existencia de algo tan vivo que pueda morir.
Afluentes de hormigas,
entramado de venas horadando la cara oculta de la tierra. Palpita,
cálida, fluye, se desborda de ti.

Bocas diminutas muerden gangrenando el adiós,
impidiendo al tiempo su función analgésica,
suponiendo la existencia del tiempo para lamer las llagas.

Suponiendo la cicatriz como posibilidad de la herida.
Y suponiendo que la ausencia coagule rodeada de insectos.



El acto de escuchar
Sólo una pared separa
el grito del oído; una pared
fina, sucia, helada. A veces parece
que el grito sólo existe en el oído
y que nada lo produce más allá de la oreja y las manchas
de humedad. Atraviesa
ladrillos desde el centro del cerebro hasta llegar
al exterior, a este lado
de la pared, donde el grito no ocurre;
donde sólo acontece el oído. Ruidos, gritos, golpes, jauría.
Serpientes. Látigo sólo
de paredes adentro, al otro lado
del oído, junto a la palabra. La madeja.
El tapiz del recuerdo se remonta al gusano
(de seda).
El hilo, el uso y la durmiente
preciosidad.
Palabras encierran, delimitan; las palabras
(unívocas) desbifurcan
la realidad, el hoy. Todo ya ha ocurrido antes del sueño.
Los tabiques no tienen
que inventar. Definen. Digieren. Enfrentan. Revientan
los tímpanos, la pared,
ocurre entre las cejas.
Balas, recuerdos, alaridos, el roce
de la yema de los dedos
en la pared,
en el oído,
en el recuerdo,
quema.

'Sala para fumadores', poemario póstumo de Nicolás Valencia Redondo (5)

Del invierno en primavera
En ese tiempo en que el temblor propio se disipa
caen las hojas dulcemente,
así los días las recogen y los años me desgarran.
¿Cómo virar de nuevo rumbo al espléndido sueño,
girar la vista a ese hueco que otrora lo soportara
para vivir sin llorar lo que no fue y me alcanza?
¿Por qué dejar que todo acabe si
es el comienzo lo que me alimenta?
¡Te deseo a pesar de que me aceches
e imagino a solas lo que
tan sólo escucho en los días claros, soberbios,
cuya luz anochece los turbios pensamientos!

Las lindes de un incendio
Fue ayer mismo que caminé
por una vereda ardiendo
y hoy no soy capaz de mantenerme enhiesto.

Yo fui niña, yo lo negué,
rasgué la yesca de desconcierto
y vuestra justicia prendió sobre mi cuerpo.

Más no hagas de mí un héroe,
lejos queda de la intención ese invento.
Sólo quiero ser libre, mostrar del sistema el cieno.

Fue ayer mismo que caminé
por una vereda ardiendo.
Con la sentencia a mi favor ya no hay modo.

Consuelo
Mudos los árboles,
rogué un límite a todo aquello
que turbaba mis días,
te exigí un equilibrio en las imágenes.

El lugar del equilibrio lo ocupó una niebla
tan llena de silencio y llagas
difíciles de sanar
que, insinuado el bosque, me adentré sin más.

Temeroso de no encontrar la salida
giré la espalda, viré la vista y
fue como con un gajo de limón
que brotó la lágrima perdida.

Oscuro se oye el coro,
estéril, mi cordura,
ya jamás negaré lo que es mío
pues locos sois vosotros, nuevos muertos de oro.

'El verso del verso', por Jesús Malia Gandiaga

28
Atinado desatino es el destino.

29
-Jesús, antes no has diho nada de la poesía.
-Es posible.

30
La imagen es a la poesía lo que los intestinos del cerdo a la morcilla. Jesús Malia dixit.

Cecilia Quílez Lucas está en 'Poesía Capital'


JULIA
¡Cómo dolió el anzuelo de la vida!
Fui fecundada y creí consumirme
en la sala de urgencias de una clínica.
Algunas mujeres saben cuando la semilla
se aferra a sus vientres y se alegran de saber esto.
Sólo supe que era feliz más tarde,
inducida por el sueño del formo
y el último indulto en la consciencia.
Las contracciones fortalecen a las madres, dicen.
A mí me dio el aliento ver a mi hija de espaldas
con la nuca cubierta de pelo.
Pude dormir de nuevo gracias a esa imagen.
Mi hija sonríe ahora.
Tiene el pelo del color de las luces de emergencia

martes, 11 de mayo de 2010

Sobre Cántico y los sentidos en 'Al aire de tu vuelo' (4)

RELIEVES

[…]

Castillo en la cima,
Soto, raso, era,
Resol en la aldea,
Soledad, ermita.

En el río, niña,
Niña el agua verde,
Señorón el puente,
Y la aceña en ruinas.

La tarde caliza
Que fue polvareda
Se extrema, se entrega.
Diáfanas vistillas.

¡Oh altura envolvente!
Rondan los vencejos
Sin cesar. ¡Oh cercos!
Posesión: relieves.

ESCALAS

Cimborrios y torres
Oponen al viento
La quietud en pleno
De sus sacras moles.

Pero el sol de un álamo
-¡La tarde es tan alta!-
Ofrece una escala
Cortés a lo raso.

Esa arena rosa
Y marfil perdida,
Fina en demasía,
Bajo tantas hojas

Perdidas…¿El viento
Busca una verdad?
Las esparcirá,
Tenderá a los cielos

De luz sin reposo
La escala de un pío,
Y ángeles en circo
Saltarán cimborrios.

EL MANANTIAL

Mirad bien. ¡Ahora!
Blancuras en curva
Triunfalmente una
-Frescor hacia forma-

[…]

¡Más, más! Por fin ¡viva!
Manantial, doncella:
Escorzo de piernas,
Tornasol de guijas.

Y emerge-compacta
Del río que pudo
Ser, esbelto y curvo-
Toda la muchacha.

LOS AMANTES

Tallos. Soledades
Ligeras. ¿Balcones
En volandas? Montes,
Bosques, aves, aires.

Tanto, tanto espacio
Ciñe de presencia
Móvil de planeta
Los tercos abrazos.

¡Gozos, masas, gozos,
Masas, plenitud,
Atónita luz
Y rojos absortos!

¿Y el día? Lo plano
Del cristal. La estancia
Se ahonda, callada.
Balcones en blanco.

CON NIEVE O SIN NIEVE

Ven a ver. La nieve
Cae más despacio.
El copo en desorden
Se demora, blando.

Quede en su blancura
La ciudad igual.
[…]

Ya en este balcón
Sonríe esperando,
Ágil, pulcro, joven,
El frío más claro.

¡Diáfana alianza!
Frío con cristal.
Los dos, transparentes,
Hacia la verdad.

Desnuda, la vida
Revela brillando
Su candor, que es nieve:
a solas un astro.

¿El mundo es inmenso?
Yo contigo aquí.
En tu abrazo gozo
Del sumo confín.

[…]

Nevadas cornisas,
Posibles palacios,
Tu amor en el centro,
Y el mundo nevado.

lunes, 10 de mayo de 2010

Javier Alvarado


Javier Alvarado (Santiago de Veraguas, Panamá, 28 de agosto de 1982) es un poeta panameño, cuya obra ha recibido varios premios. Hizo sus estudios de bachillerato en el colegio Panama School y se licenció en Lengua y Literatura Españolas en la Universidad de Panamá (2005).
• "Tiempos de vida y muerte" (INAC, Panamá, 2001)
• "Caminos errabundos y otras ciudades" (UTP, Panamá, 2001)
• "Poemas para caminar bajo un paraguas" (Imprenta Alvarado, Panamá, 2003)
• "Aquí, todo tu cuerpo escrito" (INAC, Panamá, 2005)
• "Por ti no pasa nunca el tiempo —y otros poemas al espejo—" (Panamá, 2005)
• "No me cubre de edad la primavera" (Poemas de Ocù) (Panamá, 2008)
• "Soy mi desconocido" (9 Signos Grupo Editorial, Panamá, 2008)
• Carta natal al país de los locos (Poeta en Escocia)


ALICIA EN EL ESPEJO O LA APERTURA DEL LIBRO DE LAS MARAVILLAS

Entonces Alicia recorre su delicia
prepara las poses para la instantánea fotográfica;
Lewis Carroll dibuja el paisaje para la fotografía.
Está ahí llena de andrajos, resuelta de pordiosera,
es la lluvia de plurales, cuando todos los conejos de Pascua
se incendian y todos los demonios dejan sus remos pudriendo
en la derrotada orilla. Sus ojos son dos lagunas muertas
donde dejan los águilas sus efebos fluviales
¿Quién es ella la que entra con doradas voces
en el acertijo de la nada, cuando toda queda invocado
y puesto sobre la mesa como un huevo triunfal
para un comensal de oro?
Y desayunan las huestes y las Parcas
van acampando con ese sonido de cuerpo vacío
que tienen las aves sin esqueleto y sólo canta el pico
amaestrado de su daga cuneiforme y la apertura del libro
de las Maravillas es otro salmo vocalizado por la carne
y sólo solfean las niñas desnudas para el ojo de Carroll.
Son muchas las poses para la instantánea fotográfica.
Aquí te veo, Alicia, con dedos de piedra
con ojos asustados y medias vacías sin golosinas.
¿Qué pone a nadar a los deseos en el ánfora del espanto?
Levántate, Alicia, que no duerma más tu deuda de muñeca.
¿En qué espejo de hombre entraste para descubrir las maravillas?
¿Acaso se oculta un delfín detrás de tu oreja
o es que la cornucopia de acanto se matizó en tus senos
hasta vociferar leche pastosa en cada pezón de julio
cuando en aquel paseo por el río escuchaste las sílabas
niñescas de aquel matemático de niñas impúberes
para luego iniciar esa marcha forzada de tu inocencia hacia el espejo?
Aún no se ha escrito el libro de tus posesiones
ni de las visiones terrenas que observaste en aquel agujero
cavado junto al árbol de la noche.
Se cierran tus ojos, cabecea el cuerpo junto a tu hermana.

Liebre llega tarde.

POR TI NO PASA NUNCA EL TIEMPO

Como si quisieras entrar al tiempo
desnuda a una plaza a una tienda de hotel
dejas tender tus dos pechos al sol
y corre el día tenebroso
como una tiniebla roja,
Te tienden un vaso, una tierra, una vida prometida
y todo es devaneo, luz solar, aquellos muertos
durmiendo abajo
balbuceando espejos vomitando sombras
y sabiéndose arcilla cuántica, número sepultado
resurrección de árboles y llantos de raíces.
Ahora dejamos salir a los fantasmas de nuestras madres
que se han marchado. Cerramos la olla con la tapadera
del suicidio. Las Medeas modernas tiemblan colgando del cuello
de sus hijos y de los amordazados del reloj.
Ahora esperamos la piedad, la íngrima flecha
el fuego oblicuo y el ojo terreno de los sastres. Espero que el niño
no se haya marchado, que la juventud levite asida
a un cordero de pascua o a una resurrección pagana.
He tendido tu cuerpo con horquillas desnudo al sol,
no he podido prender las velas ni amortajar tu cuerpo
con hierbas aromáticas ni besarte los ojos arriba del sudario.

El lienzo es mi cuerpo
y un humo de hiedras va persiguiendo la fugitiva especie
que amamantaste con tus dedos. Diremos que mucho ha
pasado, se volverán a nosotros y dirán:
Han sido eternos, han sido cubiertos por la pelambre de la cabra
y saciados con la leche de los orgasmos védicos.
Es un rito funeral, un hueso carcomido
Una porción de piedras espéjicas en la historia.

(2004, de "Por ti no pasa nunca el tiempo", 2004)

Javier Alvarado ha resultado en el presente año finalista del premio de poesía de la Casa de las Américas de La Habana, del que ha sido ganador nuestro amigo Bruno Di Benedetto con su libro 'Crónicas de muertes dudosas', que hace meses ya tuvo el gusto de compartirnos y que aún tenemos pendiente de mostrar en Poesía Abierta. Llegará.

Volviendo a Javier, mañana tiene una lectura en Panamá.

El martes de un poeta

Fecha:
Martes, 11 de mayo de 2010
Hora:
19:00 - 20:30
Lugar:
Rayuela Bar-Restaurante
Calle:
Vía Argentina, al lado de las Farmacias Arrocha
Ciudad o población:
Panamá, Panamá

Seguiremos dando cuenta de su verso en próximas semanas.