Páginas

jueves, 30 de octubre de 2014

Poemas de Marcos Ana en “Poemas de la prisión y la vida”, Tabla Rasa, 2011 (6)



Ya tengo quieta la sangre,
mis ojos tibios y en calma,
sentado y solo en la tarde
sin nadie cerca del alma.

¡Qué triste es ver los caminos
sin una huella dejada!
Ni nombre en árbol escrito,
ni un amor. No dejo nada.

La vejez más miserable
de un corazón arrugado.
Una almendra vana y grande
bajo la piel de un penado.

Ya tengo quieta mi sangre,
los ojos tibios, en calma,
llorando y sólo. Sin nadie
sentado cerca del alma.


Valientes

Valientes... ¡hala! El árbol ha caído.
Arrancad vuestra rama. Hacedlo astillas.
No cese el hacha aguda de rencillas.
Ni el cuervo de graznar. Ya está abatido.

¡Oh árbol generoso! ¡Si aún tendido,
tu costado es más alto que otras copas,
si más sombra y cobijo dan tus hojas,
tus ramas más consuelo dan al nido!...

No hubo viento capaz de desasirte,
ni rayo que rasgase tu firmeza,
ni otoño que lograra desflorarte.

Sólo tu corazón pudo abatirte.
Tu corazón desnudo de corteza.
¡Apriétalo, y vuelve a levantarte!


Pudo el ciprés

Pudo el ciprés más que nadie.
Puñal agudo invertido
clavó su aroma en mi sangre.

Las dalias tejen coronas
con luz morada en los ojos
mortecinos de la tarde.

Los cipreses, mano a mano,
con el laurel han tendido
un puente sobre el estanque

(agua delgada y menuda,
remanso puro, mi vida,
sin vivirla un solo instante).

Un hacha suena en el bosque.
Otoño corta las ramas
de mi juventud. ¡Lloradme!

miércoles, 29 de octubre de 2014

¿Qué han hecho con Basho! (16)

No vuelvo a explicar qué significan las iniciales que encabezan cada haiku de Basho, te remito a la primera entrada de la serie para aclararlo.


 
AC
No lo abatieron
ni las lluvias de mayo.
¡Templo de luz!

OP
Terco esplendor:
frente a la lluvia, erguido
templo de luz.

¡Templo de luz!
Que ni vientos ni lluvias
logran tumbarlo.

OP
¡Qué cortesía!
Hasta la nieve es fragante
en Minamidani.

AC
¡Bien se agradece!
Que perfume a la nieve
Minamidani.

¡Qué bien le sienta
a la nieve la gala
del monasterio!

FV
Noche de primavera
en la sombra del templo
un misterioso devoto

FV
Templo de Suma
oigo las flautas antiguas
desde la sombra de un árbol

AM
Parece que tenga cien años,
El jardín de este templo,
Con sus hojas caídas.

FRI
Sabor antiguo
de un siglo da al jardín
la hojarasca en montones.

Lä hojarasca
siglos ha que se tiende
en el jardín.

RB
Tras el templo
de las vírgenes,
un ciruelo en flor.

RB
Cuatro puertas del templo-
bajo la luna
cuatro misterios.

RB
Qué quietud en el templo, escondido
entre las viejas piedras,
el zumbido de la chicharra.

JA
Hojas de sauce.
Como agradecimiento,
las barreré.

RB
Caen las hojas del sauce
sobre el templo.
Barreré antes de partir.

AC
¿Barro y me voy,
sauces que os deshojáis
en la pagoda?

OP
Antes de irme
¿barro el jardín hojoso,
sauces pelados?

JA
¡Ábrete, tumba!
Sólo el viento de otoño
oye mi canto.

AC
Muévete, tumba,
que mis gemidos son
viento de otoño.

AM
¡Sacúdete, oh tumba!
Mi voz llorosa
Es el viento del otoño.

OP
Muévete, tumba,
oye en mis quejas
al viento de otoño.

RB
Estremécete tumba, oye el sollozo
de mi voz
con el viento de otoño.

RB
¿No me reconoces,
tumba? Soy el viento
de otoño.

AC
De viaje enfermo,
mis sueños van vagando
por un erial.

FV
Enfermo durante el viaje
mis sueños
por los páramos yermos

JT
Caído enfermo en viaje,
soñando, véome errando
por la llanura muerta.

RB
Avanzo
como en sueños
por un árido desierto.

AM
Enfermo en un viaje;
Mis sueños vagan
Sobre un páramo seco.

OP
Caído en el viaje:
mis sueños en el llano
dan vueltas y vueltas.

FRI
Habiendo enfermado en el camino,
mis sueños
merodean por páramos yermos.

martes, 28 de octubre de 2014

Algunos haikus de José Luis Giménez Lago (2, y fin), el primero con matemáticas



Todos los árboles
caminan hacia un punto.
¿Cabrán allí?

Graznó el cuervo
volando sobre el charco.
Miró la rana.

Una babosa
contempló un caracol.
¡Nació la envidia!

Voló hasta el techo
el pequeño mosquito...
¡Inalcanzable!

Nada es más dócil
que unas gotas de agua.
El mar rugía.

Tiembla la luna
mirándose al espejo.
Cruza una nutria.

Bajo el árbol,
cerrado el paraguas,
siento placer.

Como el pato,
que flota sin mojarse,
camina el sabio.

El alma tersa
y la piel arrugada.
¡Así es el sabio!

Una pirueta
convirtió la campana
en almirez...

En su interior
guardaba los rubíes.
Buscó un cuchillo.

Con bella música
rápido baja el río
buscando el mar.

jueves, 23 de octubre de 2014

Poemas de Marcos Ana en “Poemas de la prisión y la vida”, Tabla Rasa, 2011 (5)



MALDITOS SEAN:
Los que atizan el fuego entre las piedras del Odio, para servir su puchero.

MALDITOS SEAN:
Los que quieren enturbiarnos la sangre con el viejo terrón de la trinchera.

MALDITOS SEAN:
Los que cosen banderas con cenizas de muerto para sembrar el aire de rencores.

MALDITOS SEAN:
Los que quieren dejarnos para siempre en los bordes opuestos de una herida.

MALDITOS, SÍ:
Malditos en tu nombre
España, sean,
porque viven de tu pena y la mía
y hacen de nuestro dolor su trono.


No habrá piedras para tanta frente

Y no creas, España, que mi voz
es sólo un hueso blando o derribado,
un corazón que de rodillas gime,
una idea sin luz, desalentada
o el ocaso del pulso que sostiene
verticales la sangre y las banderas.

Es por amor a ti
el amor que ahora pido.
Que es un clavo en mis ojos verte herida,
quejándote en la sombra,
caminando como una pobre bestia
tras de la luz del mundo, oscuramente.

No es que acabo mi fuerza. Por mis venas
corre el tesón rotundo de tus siglos
y no hay muros que rompan mi palabra.

Si mil veces naciera, si mil veces
ante mis pies se abrieran los caminos,
con tus ojos, España, me verías
mil veces más besando mis emblemas
vuelto a ser corazón y frente sólo.
¡No hay cadena bastante! Aunque la muerte
a estocadas mi fuego acometiera,
y arrancase de cuajo tanta vida,
mi voz, desde mis huesos, se alzaría
hecha estribo del alba y meridiano
para indicar al Hombre su mañana.

Es por amor a ti. No puedo verte
en las manos extrañas que te abonan
con estiércol feudal tu larva pura.

Los hijos que te miren y no sientan
ese dolor de verte postergada
a ser Patria del llanto y de la pena,
no merecen tu nombre; sus raíces
se han quedado sin tierra y sin orgullo
y clavan sus banderas en el aire.

(Que hoy es clavar astiles en la nada
imponerte un color, cuando estás muerta.)
Yo no rindo el fulgor de mi bandera,
la sigo con el alma y no traiciono
su rojo son de sangre iluminada.
¡Ay si pudiera España, tus desgarros
curar con mi bandera solamente
y apoyado en su astil abrir tus alas!

Mas sé que no es bastante,
que uno a uno a tus hijos necesitas,
en un tropel tus tierras y tus gentes.
Por eso pido amor.
Sobre tu sien, de fiebres agolpadas,
quiero quemar el odio y las ofensas
y perdonar la vida que me deben.

Sólo seré martillo nuevamente,
hacha mortal si fuese necesario,
contra la garra hirsuta que te oprime,
que tus Horas detuvo en la agonía
que te arrastró al infierno donde vende
tu estructura de sol a las tinieblas.

miércoles, 22 de octubre de 2014

¿Qué han hecho con Basho! (15)

No vuelvo a explicar qué significan las iniciales que encabezan cada haiku de Basho, te remito a la primera entrada de la serie para aclararlo.
 

FV
Desde la punta de la yerba
tan pronto como cae
emprende vuelo la libélula

FRI
Esa luciérnaga,
cayendo de la hoja
ya emprende el vuelo.

¡Oh, la luciérnaga,
cayendo de lä hoja
ya_emprende el vuelo!

FV
La libélula
intenta en vano posarse
sobre una brizna de yerba

JT
La libélula,
silenciosamente detiénese
y se inclina a compás con la yerba.

JA
Sobre una orquídea
se perfuma las alas
la mariposa.

FV
A cada racha de viento
la mariposa se desplaza
sobre el sauce

JT
Trastornada por el viento,
la mariposa
se posa sin cesar sobre el sauce.

José María Bermejo
A cada ráfaga
se desplaza en el sauce
la mariposa

RB
Mariposa
las alas se te curvan-
amapolas blancas.

JA
La mariposa
en la amapola blanca:
¿quién las distingue?

JT
Por haber visitado los crisantemos silvestres
la mariposilla
se ha quebrado las alas...

AC
A una amapola
deja sus alas una mariposa
como recuerdo

La mariposa
dona_el don de sus alas
a la_amapola.

AM
La mariposa voladora:
Yo me siento
Una criatura del polvo.

FRI
Alas de mariposa:
¡cuánta vuelta_y revuelta
sobre_el muro techado!

Las mariposas
van y vienen y van,
no hay fronteras.

FV
Despierta, despierta
te tomo como amiga
mariposa

JT
¡Levántate, levántate!
Haré de ti mi amiga,
mariposa que duermes.

FRI
¡Qué curioso! Se posa
en hierbas sin olor
la mariposa.

FV
En el establo
oscuros zumbidos de mosquitos
últimos calores de verano

FRI
En un oscuro establo,
bien zumban los mosquitos.
Calor de estío.

Huyendo_al sol,
me_entrego_a los mosquitos
en el establo.

AM
Todo está bien en el mundo;
Deja que otra mosca
Se pose en el arroz.

RB
Sal fuera, murciélago,
y mira la tierra
anegada por las flores.

JA
Muéstrate, sapo
que te escondes debajo
de los gusanos.

AC
“Sal ya de ahí”.
Oigo a un sapo que croa
bajo unos zarzos.

FV
Viene a verme aquí
desde el vivero
una voz de sapo

FRI
Sal a rastras de ahí,
donde crían los gusanos,
sapo que croas.

¡Sapo vulgar,
no pises los gusanos
que hilan seda!

martes, 21 de octubre de 2014

Algunos haikus de José Luis Giménez Lago, los dos primeros con matemáticas (1)



Cuando el círculo
enfermó de artrosis,
nació el cuadrado.

De un enfado
entre un par de milanos
nació el rombo.

Toda su vida
no pende de un hilo.
¡Gravita en él!...

Junto a su lado
una bella manzana.
¡Murió de hambre!

Roma ardía.
La cigarra cantaba.
Dolor en gritos.

Aguantó el yunque
los golpes del martillo.
Vida forjada.

Sobre el agua,
chapoteo de estrellas.
El sol las borra.

En la azotea,
la colada tendida
gritaba: ¡adiós!

De un bello árbol
se enamoró un erizo.
Nuez espinosa.

Me extasía
una brillante estrella
que está muerta...

La indiferencia
es una gran tenaza...
¡Rompe eslabones!

Se hizo fuerte
luchando en la vida.
¡Bello salmón!

jueves, 16 de octubre de 2014

Poemas de Marcos Ana en “Poemas de la prisión y la vida”, Tabla Rasa, 2011 (4)



Mano abierta

La hoguera del pueblo tiene
aún esparcidas sus ascuas.

Ay, como el fuego se junte,
¿quién apagará sus llamas,
quién sujetará los bosques
del pueblo ardiendo en sus armas?

Tomad la mano que el pueblo
os ofrece en paz, tomadla.
No esperéis que se maduren
en el dolor las espadas.

Los diques también se rompen
bajo el martillo del agua;
el viento descuaja el árbol
por hondas que estén sus plantas;
y hay volcanes que deshacen
el pecho de las montañas.

Escuchad la voz de un pueblo
que busca la luz del alba,
con la paz en sus banderas
y el amor en sus gargantas.
No dejéis que se maduren
en el dolor las espadas.

Tomad la mano que el pueblo
os ofrece en paz. TOMADLA.


Canto absoluto a la libertad

Su herida golpead de vez en cuando;
no dejadla jamás que cicatrice.
Que arroje sangre fresca su dolor
y eterno viva en su raíz el llanto.

Si se arranca a volar, gritadle a voces
su culpa: ¡que recuerde!
Arrojadle pellas de barro oscuro al rostro.
Si en su palabra crecen las flores nuevamente,
pisad su savia roja
hasta que nazcan lívidas, como manos de muerto.

Talad: que no descuelle
su corazón de música oprimida.

Porque esa es vuestra ley, tan extraña a la mía:
si un río se alza para hablar con la luna,
ponedle un dique oscuro.
Si una estrella olvidando su distancia se mece
en los agraces labios de un muchacho,
denunciadla a los astros.
Cuando un corzo se beba la libertad y el bosque,
atadlo como a un perro.

Si hay algún pez que aprende a vivir sin el agua,
negadle orilla y tierra.
Si el alba se deslumbra con claridad alada,
poned las hojas verdes de la noche en sus ojos.
Si hay un hombre que tiene
el corazón de viento,
llenádselo de piedras
y hundidle la rodilla sobre el pecho.
 

miércoles, 15 de octubre de 2014

¿Qué han hecho con Basho! (14)

No vuelvo a explicar qué significan las iniciales que encabezan cada haiku de Basho, te remito a la primera entrada de la serie para aclararlo.


 
FRI
Llueve, en noche viajera.
Llegan a mi almohada
los ladridos de un perro.

Llueve_a la noche.
A mi_almohada_en tanto
llegan ladridos.

FV
En mi copa de sake
han dejado caer barro
las golondrinas

FV
Bebamos toda la noche
para hacer un tiesto de flores
con el tonel

FRI
Tras apurar el sake,
convirtamos el casco
en un florero.

FV
Un cangrejito
escalando mi pierna
aguas del manantial

AM
¿Cuándo llegó aquí,
Junto a mí,
Este caracol?

RB
El mismo día
que Buda
nació el cervatillo.

JA
Un cervatillo
nace a la vez que Buda.
¡Qué extraordinario!

FRI
"Bree... Bree..." berrea
el ciervo con voz lánguida.
Se hace de noche.

Berrea_el ciervo
triste_y penosamente
y trae la noche.

JA
Serenidad.
Entre las rocas canta
una cigarra.

FV
Silencio
la voz de la cigarra
penetra las rocas

OP1
Quietud:
los cantos de la cigarra
penetran en las rocas.

OP2
Tregua de vidrio:
el son de la cigarra
taladra las rocas.

FRI
Todo en calma.
Penetra en las rocas
la voz de la cigarra.

FV
En la cima de un árbol
el cadáver
de una cigarra

FV
Nada dice
en el canto de la cigarra
que su fin está cerca

JT
La cigarra.
Nada revela en su canto
que pronto ha de morir.

FV
Este mismo paisaje
oye el canto
y ve la muerte de la cigarra

JT
Este mismo paisaje
escucha el canto
y ve la muerte de la cigarra.

RB
El grillo agonizante-
llena de vida
su canción.

AM
Nada indica
En la voz de la cigarra
Que pronto morirá.

FV
Pinchando las doradas
bajo el frescor de los sauces
la mujer del pescador

martes, 14 de octubre de 2014

Algunos poemas de José Cereijo en “Límites”, Colección Melibea, 1994 (6, y fin)




El regalo

Algo obtuve de ti que no sabría decir, o agradecer, con las palabras:

Sé ahora que hay momentos que conservan, incluso en la memoria,

El poder increíble de hacernos más liviana

O aceptable la muerte.


Generosidad

Siéntate, bajo las ramas calladas de un árbol:

Un poco de agua fresca te bastará a sentir tu sed como deleite.

Guarda tu corazón por único tesoro,

Y no aspires a más: te será revelada

La generosidad nativa de los dioses: basta no esperar nada

Para gozarlo todo.


Sin esperanza

Cuanto traigan las horas,

Con el obsceno exceso de carmín de sus labios

No manche la esperanza; sea, escueto y desnudo, para sí suficiente.

No envilezcas la vida despreciándola:

Es más grande que tú.

No hay azar más difícil que saber valorar las cosas con justeza: el ojo que las mire sin venderlas,

Ni venderse a sí mismo.

jueves, 9 de octubre de 2014

Poemas de Marcos Ana en “Poemas de la prisión y la vida”, Tabla Rasa, 2011 (3)



Pequeña carta al mundo

Los dientes de una ballesta
me tienen clavado el vuelo.

Tengo el alma desgarrada
de tirar, pero no puedo
arrancarme estos cerrojos
que me atraviesan el pecho.

8200 veces
la Luna cruzó mi cielo
y otras tantas, la dorada
libertad cruzó mi sueño.

El Sol me hace crecer flores,
¿para qué, si estéril veo
que entre los muros mi sangre
se me deshoja en silencio?

No sabéis lo que es un hombre,
sangrando y roto, en un cepo.

Si lo supieseis vendrías
en las olas y en el viento,
desde todos los confines,
con el corazón deshecho,
enarbolando los puños
para salvar lo que es vuestro.

Si llegáis ya tarde un día
y encontráis frío mi cuerpo;
de nieve, a mis camaradas
entre sus cadenas muertos...
recoged nuestras banderas,
nuestro dolor, nuestro sueño,
los nombres que en las paredes
con dulce amor grabaremos.

Y en la soledad del muro
hallareis mi testamento:

al mundo le dejo todo,
lo que tengo y lo que siento,
lo que he sido entre los míos,
lo que soy, lo que sostengo:
una bandera sin llanto,
un amor, algunos versos...
y en las piedras lacerantes
de este patio gris, desierto,
mi grito, como una estatua
terrible y rota, en el centro.

Nota del editor o bloguero: el año de publicación de Poemas de la prisión y la vida es 2011. Una versión distinta de este poema aparece en Los poetas de la senda (2014) bajo el título “Si llegáis ya tarde un día”, pero todo parece indicar que la versión definitiva del poeta es la presente en este poemario, la que aquí damos por respeto a su voluntad y su trabajo.


Al soldado que luchó contra mí

¿Recuerdas aquel árbol, aquel día
que grabaste con pólvora y batalla,
tu nombre de soldado, tu porfía?

¿Era en esta ciudad, fue en aquel río?
En Brunete, en el Ebro..... Ya que importa,
Juan español firmaba con tu nombre y el mío.

También grabé yo al pie de la mañana,
a diente y corazón, sangre y machete,
roja insignia de indómita campana.

Que estéril y triste fue la cruz.
Hacia la noche, hermano, los caminos
torcieron atrozmente. Se congeló la luz.

Y de tu sangre hermosa y de la mía
no nacieron los trigos esperados,
sino sangre y más sangre todavía.

Hermano de la patria y de la pena
tu corazón desnudo está conmigo,
cansado de la espada y la cadena.

Una palabra, amor, necesitamos.
Un grito claro, España, y todos uno.
El pueblo sufre y lo destruyen. ¡ Vamos!

Digamos no a la Muerte, que la Vida
es el Amor, la Paz, la luz del Alba,
la Libertad que rota y malherida
entre escombros de sangre se levanta.

¿Qué han hecho con Basho! (13)

No vuelvo a explicar qué significan las iniciales que encabezan cada haiku de Basho, te remito a la primera entrada de la serie para aclararlo.


FV
Luna llena de otoño
he vagado toda la noche
alrededor del lago

JT
Luna llena.
He vagado toda la noche
en torno al estanque.

RB
Luna resplandeciente,
paseo junto al estanque-
amanece.

FV
Luna llena
niebla desde las colinas
hasta los arrozales

FRI
Es luna llena.
Bruma al pie de los montes,
niebla en el campo.

Niebla_en el campo.
Brilla la luna llena.
Bruma_en los montes.

RB
Embelesa la luz de la luna
pero el pobre muchacho
volverá a moler su arroz.

JA
Mira la luna
mi rostro verdadero.
Duermo en el templo.

FV
¿Es primavera?
La colina sin nombre
se ha perdido en la bruma

RB
Primavera-
tras la bruma de la mañana,
¿qué montaña es ésa?

FV
Día de apacible felicidad
el monte Fuji velado
por la lluvia brumosa

RB
Qué hermoso-
hoy el monte Fuji
sin la niebla.

JA
Con lluvia y niebla
no se ve el monte Fuji.
También hermoso.

FRI
Densas nubes de lluvia
velando una ladera:
Fuji nevado.

Nubes pesadas
velan una ladera
mas no la nieve.

FRI
Bruma de otoño; llueve.
La vista hoy sin el Fuji
es más curiosa.

Brumä y lluvia
difuminan el Fuji
esplendorosas.

FV
Montañas y jardín
entran en la habitación
el verano

JA
Una tormenta.
Furioso, el monte Asama
me arroja piedras.

FRI
Tifón de otoño
sobre el Asama: haciendo
volar las rocas.

El huracán
levanta piedra_a piedra
el monte Asama.

FRI
Bello tal como es,
sin que la luna ahí cuente:
el monte Ibuki.

¡Tan bello siempre,
con sol, sin sol, con luna,
el monte_Ibuki!

JA
Bajo el mismo techo
las prostitutas y nosotros:
tréboles y luna.

AC
En mi posada
duermen también mancebas.
Luna y lespedezas.

RB
Monje y rameras
durmieron bajo el mismo techo-
la luna y el trébol.

OP1
Monje y rameras
alberga el mismo techo:
trébol y luna.

OP2
Bajo un mismo techo
durmieron las cortesanas,
la luna y el trébol.

Lunä y_arbustos
al refugio del monje
y las mancebas.

miércoles, 8 de octubre de 2014

¿Qué han hecho con Basho! (12)

No vuelvo a explicar qué significan las iniciales que encabezan cada haiku de Basho, te remito a la primera entrada de la serie para aclararlo. 


 OP
En la frescura
me tiendo y sesteo
como en mi lecho.

AC
Del frescor hago
como mi alojamiento
y me arrellano.

En el frescor
me cobijo, me tiendo
y me solazo.

FRI
El frescor mismo:
los bambúes de Saga
lo retratan al vivo.

¿Qué es frescor?,
los bambúes de Saga
saben decirlo.

RB
Campos resecos
es todo lo que queda
de los sueños del soldado.

AC
Hierbas de estío:
ruinas son de sueños
de paladines.

JA
De los valientes
sólo queda un puñado
de hierba seca.

JT
¡Ah, las yerbas del verano!
¡Es todo cuanto resta del ensueño
de los guerreros muertos en combate!

OP
Hierba de estío:
combates de los héroes,
menos que un sueño.

JA
Las malas hierbas,
¿qué recuerdan del gran
emperador?

AM
¡Ah! ¡La hierba del verano!
Todo lo que queda
De los sueños de los guerreros.

FV
Dios está ausente
las hojas muertas se amontonan
todo está desierto

JA
Hierba reseca:
acaricia el invierno
la primavera.

FRI
Sobre la hierba seca
retiembla la calina,
cosa de cuatro dedos.

FV
Luna veloz
las copas de los árboles
retienen la lluvia

JA
Luna veloz.
En las ramas del árbol
gotas de lluvia.

FRI
Rauda avanza la luna.
Y el ramaje aún retiene
gotas de lluvia.

Rauda, la luna.
El ramaje congrega
gotas de lluvia.

FV
Admirad bien la luna
antes de que corten
los juncos del río

JA
Un palmoteo.
La luna de verano.
Responde el alba.

FV
Alguien bate palmas
el eco blanquea el cielo
luna de verano al alba

FRI
Hago sonar las manos;
y el eco, en esta luna
estival, trae la aurora.

Aplaudo_apenas
¡para_espantar la luna
y_abrir la_aurora!

JA
Pulpo en la trampa,
disfruta de esta luna.
No tienes más.

FV
Durante la luna llena
la marea alta llega
hasta mi puerta

JA
La luna busca
ese cuco que canta
en los bambúes.

JA
Nubes, largaos.
Toda la noche intento
mirar la luna.

FV
De cuando en cuando
las nubes acuerdan una pausa
para los que contemplan la luna

JT
Luna radiante.
Por reposar el ojo,
dos o tres nubes.

JT
Creyérase que va a permanecer luminosa.
Desaparece a veces. ¡Qué linda!
La luna entre las nubes.

JA
Llora una anciana.
Sólo la luna acude
a consolarla.

JA
Llorando sola
una anciana y la luna
su única amiga.

martes, 7 de octubre de 2014

Algunos poemas de José Cereijo en “Límites”, Colección Melibea, 1994 (5)



Regreso

No, no terminará: aunque hace mucho tiempo que se saldó la deuda, el corazón inventa su propio calendario,

Y los sueños recobran el poder que tuvieron, como si nunca hubiesen escuchado

El golpe de la puerta cerrada tras de ellos. Y hay que vivir entonces en forma de condena

Lo que fue gozo un día, y aun lo que no pasó de ser promesa

Y es quizá más cruel, porque no sólo acusa la torpeza del Tiempo, sino la de tu vida.

Y cada vez regresa más terrible, como si la amargura de otras evocaciones se le fuera sumando.

Y, en abominable crecimiento de su significado, es ya tu propio ser lo que así se cuestiona, por haber permitido que ocurriese,

Y por hacer posible que reviva.


Destierro

Porque te fuera amargo el sueño una vez más,

No digas que te sientes, por rencor a ti mismo, ciega el alma y estéril:

Has sido desterrado tal vez hacia más luz, hacia amor o cansancio y puede que hacia olvido,

Y, al fin, sólo hacia Tiempo; la vida es otra cosa.


Pasar

Qué esperar, si es inútil,

Y para qué esperarlo. Transcurre en paz si puedes, y deja solamente algunas pocas cosas

Rozadas por un uso inexplicable. Acepta como dicha ese destino:

Bien pocos lo merecen.


No por amor, ahora

Diste a mi vida luz; después, sabiduría; finalmente, amargura:

Pobres dones del tiempo, que al fin todos reciben.

Y no obstante fue grato adquirirlos así, en la hondura preciosa de tu cuerpo.

Esto no es un poema de amor; y, sin embargo...