martes, 2 de abril de 2013

Poemas de José Almendros en "Nostálgicas", publicado en 1898. Hoy, [Joyas y preseas...], [Tiniebla, muerte, frío...], [Cual la imagen del árbol...] y [Sol esplendente...]

[JOYAS Y PRESEAS...]

Joyas y preseas, oros y blasones,
coronado escudo tachonando el tren;
brillo fulgurante de las altas cimas,
distinción, belleza, fausto, esplendidez.

Por aquel camino que al azar seguía,
como quien buscando lo que ignora va,
junto a mí cruzaron... Sin volver los ojos
los dejé pasar.

Placidez severa, gravedad tranquila,
lánguido cansancio de quien ya llegó,
diáfana aureola con que el nombre brilla,
gloria, ciencia, fama, genio, inspiración.

Por aquel camino que al azar seguía,
astros que alcanzaron su apogeo ya,
junto a mí cruzaban... Sin volver los ojos
los sentí pasar.

Displicente hartura, protector hastío,
brillo con que el oro viste al oropel,
voluntad sin dique, plenitud de goces,
fuerza, omnipotencia, vanidad, placer.

El desdén al labio y en los llenos rostros
la estultez ahíta de la saciedad...
junto a mí cruzaron... Sin volver los ojos
los dejé pasar...

Iban sonriendo,... rubia y blanca ella;
él tranquilo y dulce; jóvenes los dos...
Iban sonriendo,... con el ignorado
plácido egoísmo de un oscuro amor.

Por aquel camino, jóvenes y alegres,
universo haciendo de su soledad,
hasta que a lo lejos fuéronse borrando,
con los ojos fijos los miré pasar...

[TINIEBLA, MUERTE, FRÍO...]

Tiniebla, muerte, frío...
Pensad lo que sucede
cuando se extingue un sol.

No basta que a los ojos
un sol llene el espacio,
si el sol de una esperanza
no alumbra el corazón...

[CUAL LA IMAGEN DEL ÁRBOL...]

Cual la imagen del árbol solitario
que del camino al borde quedó atrás,
infundiendo al que pasa la tristeza
de dejarlo en su yerma soledad.

Como el recuerdo del ruinoso albergue
que entre el denso verdor se vio al pasar,
infundiendo en el alma la poesía
de su ignorada venturosa paz.

Con el encanto mudo del paisaje,
que escondido, una vez vióse no más,
en el alma dejando de sus líneas
la armoniosa y risueña majestad.

Al borde del sendero de la vida,
risas y besos, sueños del hogar,
como el árbol, la choza y el paisaje
también quedaron para siempre atrás.

Dulces recuerdos que en el alma infunden
sed de volver o anhelos de llegar;
dichas fugaces que al andar pasaron:
¡Ya no han de hallarse en el camino más!...

[SOL ESPLENDENTE...]

Sol esplendente que el monte dora,
tenues celajes que inciertos van,
sereno espacio, siempre inmutable,
donde palpita la eternidad...

Mundos lejanos que el éter cruzan,
que ante los ojos al fulgurar,
el sueño engendran de una lejana
de una imposible felicidad...

Lo inexplorable, lo ilimitado,
lo inextinguible, lo sideral,
todo a los ojos grandioso y puro,
todo tan lleno de excelsa paz,

todo ante el alma tan inefable
y ansiado en vano con hondo afán,
como sonríe tras de los hierros
al preso inerte la libertad!...

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