
Interesante este poema por varios motivos.
Uno: al pene le deja la última palabra (si se mensuran bien y se me nota la broma, por duplicado).
Dos: ¿te atreves a intentarlo con tu propio nombre y apellidos o los de un ser amado?
¡Actualidad! Tan fugaz/ En su cogollo y su miga,/ Regala a mi lentitud/ El sumo sabor a vida. Jorge Guillén
No hay comentarios:
Publicar un comentario