miércoles, 29 de abril de 2009

Versos de Luis Luna en 'Madrid: una ciudad, muchas voces'

Como un útero
el cuarto
te contiene
(y que una voz te diga hacia los otros. Y que esa voz te calme)
en el pronombre tú.

Escasa superficie.

*

La podredumbre
en tus brazos
se hace
(como el sueño d eun muerto a ti mismo te abrazas)
intimidad. Soporte.

*

Sobre la tierra el rastro de la herida.

Las manos del hombre están atadas a un centro que todavía no conoce, que no es capaz de intuir más que en el gesto insomne del espejo.

Debe de haber un cielo, un arriba, un punto de fuga. Pero la cerviz también está sujeta, forzada a la sumisión de los alcances.

Deja que te miren, animal de derrumbe.

2 comentarios:

Antonio Ruiz Bonilla dijo...

Apocalíptico. Me gusta. Yo también añoro un cielo.
Un saludo

Jesús Malia dijo...

¿Apocalíptico? Interesante visión.