Un hombre está volando en un globo aerostático cuando le sorprende una gran tormenta de viento. Consigue con grandes dificultades dominar el globo y estabilizarlo, pero entonces se da cuenta de que no sabe dónde está, que ha perdido la orientación. Por suerte se da cuenta de que en el suelo hay una persona, así es que desciende poco a poco hasta quedar a una altura desde la que le puede hablar y entonces le grita:
- ¿Dónde estoy?
La persona del suelo lo observa durante un buen rato y finalmente le dice:
- En un globo.
- Vaya, un matemático -le dice el del globo.
- En efecto, soy matemático -le replica el del suelo-, pero ¿cómo lo ha sabido?
- Ha sido muy fácil. Por tres razones. La primera, que cuando le he preguntado ha pensado mucho rato. La segunda, que lo que me ha contestado es verdad.Y la tercera, que no me sirve para nada.
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