martes, 6 de abril de 2010

Continuamos Sobre Cántico

Poeta y amante, decía, es como escapamos a la tan amarga soledad de isla que somos cada hombre en el océano de gentes de la ciudad. Si me pides que en una sóla palabra te señale al poeta amante o al amante poeta, te diré: recuerdo. La memoria que se quiere conservar, la memoria que se teme perder, la memoria que se quiere sanar, la memoria que se quiere transformar…la memoria que se quiere, en definitiva, es el sustrato del verso y de la actitud poetizante (termino con este palabro por autoboicitearme un frase tan hermosa).
¿Qué poema sucede a ‘Los amantes’ y ‘Con nieve o sin nieve’, que es donde decimos ver al poeta y al amante? ‘Los tres tiempos’. Pues ahí, la memoria:

‘Fijo en el recuerdo,
Vi cómo defiendes,
Corazón ausente
Del sol, tiempo eterno.

[…]

De nuevo impacientes,
Los goces de ayer
En labios con sed
Van por Hoy a Siempre.’
(‘Los tres tiempos’)

Por último, hagamos compendio de todo lo dicho (‘Todo en la tarde’) y preparémonos para el futuro(‘Advenimiento’).

‘Flota una esplendidez
Febril, profundizada
Por vistillas de tejas:
Tejas de turba cálida.

¡Ese atropello abajo!
El color viene y va,
Tropel regala, pide
Tropeles. Hay ciudad.

Locuaces, los anuncios
Atajan al gentío.
Escándalos benévolos
Cercan al distraído.’
(‘Todo en la tarde’, I)

Era el hombre cercado en el tropel.

‘Gran rumor. Se embarullan
Las pisadas, los gritos
Que deben de ser diálogos,
Las músicas ya ruidos,

[…]

Y el incesante arrastre
De los muchos trabajos
Que por dentro murmuran
Crujidos derrumbados.

¡Trepidación! Monótona,
Continua, propagada,
Precipita galopes
-Sin cuerpos ya- de máquinas

Invisibles, a ciegas
Calientes, animales,
Que no paran jamás:
Venas del tiempo, laten.

Discordes los impulsos
De un solo frenesí
Desembocan en una
Prisa por ser feliz.

Se asoma al panorama
La soledad de alguien.
Bocinas huyen. Queda
Lejos, grata, la calle.

Como si hubiera a solas
En el tumulto campo,
Follajes hay que salvan
Su paz entre sus pájaros.

Van poco a poco aislándose,
Dorándose las torres.
Atrevida una estrella
Luce a solas.‘
(‘Todo en la tarde’, II)

El hombre solo busca su salida.

‘Entonces se ensordecen
Las sombras por los muros,
De su destino henchidos:
Muros en el crepúsculo.

[…]

Cristal no dejan ver
Los balcones al sol.’
(‘Todo en la tarde’, III)

Ese hombre que busca su sóla salvación no es cristal transparente, es hombre a escondidas, oscuro bajo el árbol (anotó Jorge en otro momento). Al tiempo, nos dice que no busquemos en este hombre al hombre, que ahí no lo veremos. No sé si es un chiste o únicamente resignación. En cualquier caso:

‘Una lid: cuatro calles.
La luz bamboleada,
Luz apenas, retrae
Las figuras a manchas.

[…]

Entonces, por la piedra
Rebotando, se yergue
Con más gana la fuerza
Del vivir impaciente.’
(‘Impaciernte vivir’)

éste es el hombre; pero no todo está perdido:

‘El que yo fui me espera
Bajo mis pensamientos.

[…]

¿Y se perdió aquel tiempo
Que yo perdí? La mano
Dispone, dios ligero,
De esta luna sin año.’
(‘Advenimiento’)

‘El que yo fui me espera/ Bajo mis pensamientos’: la memoria como redención. ¡Hola! Esto me permite hacer algo que tanto me gusta, citarme. ¿Recuerdas este poema de 'la cinta de moebius'?:

sigue habiendo tejados y piedras que lanzar
sigue habiendo ratas que corren las calles
sigue habiendo casas de nadie con puertas
sigue habiendo riesgo en tocar los timbres y salir pitando
sigue habiendo niños blandos como chicles de los que hacer burla
sigue habiendo niños recios como torres de los que esconderse
sigue habiendo pinos a que encaramarse
sigue habiendo charcas en que pescar ranas
sigue habiendo grillos como escarabajos
como lagartijas como cucarachas

sigue habiendo dias
para huir

La diferencia esencial es que yo debo ser infinitamente más infeliz que nuestro admirado Jorge, pues yo sólo en la memoria de la infancia encuentro felicidad, y Jorge no parece descartar que sea posible en otras edades. (Ríete, anda, ríete, no te lo tomes todo tan en serio.)

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Me gustó!