(Del pl. n. lat. interanĕa, intestinos).
1. f. Cada uno de los órganos contenidos en las principales cavidades del cuerpo humano y de los animales.
2. f. Parte más íntima o esencial de una cosa o asunto.
3. f. pl. Cosa más oculta y escondida. Las entrañas de la tierra, de los montes.
4. f. pl. El centro, lo que está en medio.
5. f. pl. Voluntad, afecto del ánimo.
6. f. pl. Índole y genio de una persona. Hombre de buenas entrañas.
extraño, ña.
1. adj. De nación, familia o profesión distinta de la que se nombra o sobrentiende, en contraposición a propio. U. t. c. s.
3. adj. extravagante. Extraño humor, genio. Extraña manía.
4. adj. Dicho de una persona o de una cosa: Que es ajena a la naturaleza o condición de otra de la cual forma parte. U. t. c. s. Pedro es un extraño en su familia.
5. adj. Que no tiene parte en algo. Juan permaneció extraño A aquellas maquinaciones.
6. m. Movimiento súbito, inesperado y sorprendente.
Fijándonos en los prefijos latinos, es claro que inter significa en, en medio de, y que extra significa fuera. La terminación de los dos términos parece conducir también al mismo vocablo. ¿Es el termino latino para designar el ano? La relación de los intestinos con el ano parece satisfactoriamente resuelta incluso para los ignaros de la ciencia que fueron los romanos. De este modo, la entraña son los dominios del ano, lo extraño, lo que está fuera de él.
Por favor, si alguien sabe más latín y lo quiere aclarar, bien hallado y bienvenido. Mientras tanto, me complazco en pensar que hablar de la particular entraña es hablar del órgano que excrementa y que hablar de lo extraño (con toda la carga peyorativa que conlleva) es hablar del excremento. ¿Son estos los significados originales en latín?
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