Como sabes, hemos emprendido relecturas de ‘Al aire de tu vuelo’ a partir de las ideas y motivos que destaqué en mis primeras impresiones. Entre los días 16 de marzo y 13 de abril de 2010 quise poner en claro la perspectiva que me ofrecía Jorge de hombre-isla, hombre desesperadamente a solas entre los hombres y felizmente a solas abrazado al árbol. Luego, hasta el pasado martes 19 de octubre de 2010, he pretendido esclarecer de qué modo los sentidos y la razón nos abren el mundo, y nuestras propias sensibilidad e inteligencia se manifiestan en la percepción de la realidad.
Ahora mi empresa es recoger todas las pistas de la vertiente racional-espiritual que observo. ¿Recuerdas que te hablé de Ganivet y su Idearium, y cómo, según Ángel, razón y religión se suceden recíprocamente en el intento de comprender la realidad? Apunté entonces que Jorge simultanea (superando a Ganivet) estas dos caras del pensamiento: espiritual y racional. Mi objeto es demostrar esta afirmación que antes hice de modo gratuito, o encontrar su refutación: que el origen no garantiza el destino. Ante el mundo incomprensible e inabarcable, opuse, Jorge afirma: ‘Soy su leyenda. ¡Salve!’, y aquí quise encontrar motivo para mi sentencia. Ahora toca rastrear como sabueso incansabe que soy. Pero esto, amigo, será el próximo día. Hoy me contento con haber compendiado mi labor y reconocer el próximo paso. ‘Esto es to, esto es to, esto es todo amigos’, que acaba Porky.
No hay comentarios:
Publicar un comentario