lunes, 24 de enero de 2011

Así, ante la fugacidad de la vida, Antonio, sigamos el consejo de Sor Juana

A LA ROSA, MORALIDAD BURLESCA

Viene Abril ¿y qué hace? En dos razones
viste a un rosal de hojas, que ha texido,
y luego toma, y dize: Este vestido
tiene ojales; pues démosle botones.

Dáselos, y los rompen a empujones
las ormillas, que el Tiempo ha colorido;
ascuas oy, que la púrpura ha encendido,
de los que eran ayer verdes carbones.

Nace la rosa, pues, y apenas dexa
el botón, quando un lodo la salpica;
un viento la sacude, otro la acosa;

ájala un lindo, huélela una vieja
y al fin viene a parar a la botica:
si esto es ser rosa, el diablo que sea rosa.

Antonio de Solís


ESCOGE ANTES EL MORIR QUE EXPONERTE A LOS ULTRAJES DE LA VEJEZ

Miró Celia una rosa que en el prado
ostentaba feliz la pompa vana
y con afeites de carmín y grana
bañaba alegre el rostro delicado;

y dijo: -Goza, sin temor del Hado,
el curso breve de tu edad lozana,
pues no podrá la muerte de mañana
quitarte lo que hubieres hoy gozado;

y aunque llega la muerte presurosa
y tu fragante vida se te aleja,
no sientas el morir tan bella y moza:

mira que la experiencia te aconseja
que es fortuna morirte siendo hermosa
y no ver el ultraje de ser vieja.

Sor Juana Inés de la Cruz

Y fin. Hasta aquí te muestro algunos sonetos del Siglo de Oro de nuestra literatura en español. Porque los he sacado de la antología El soneto español en el Siglo de Oro, Akal, Elías L. Rivers, y allí se porponía un orden semántico, me ha resultado fácil a mí poder hacerlo. Sobre todo porque proponía una muestra no demasido extensa. (Bah, falsa modestia.) A partir de ahora, a seguir con el soneto y con el Siglo de Oro, pero ahora me iré centrando en los autores y estudiaré toda su obra. ¿En qué orden? Incógnita. Todavía estoy en agosto de 2010 (¡benditas vacaciones!), tiempo tengo para decicirlo.

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