miércoles, 17 de agosto de 2011

En la poesía, hay quien ha dado accidentalmente en las Matemáticas, por ejemplo...

Pero por ejemplo hay enunciados matemáticos en verso tan divertidos como éste (anónimo, por cierto):

PERSECUCIÓN


La paz del verde valle,
el aire fresco y grato,
el rumor de una fuente,
el gorjeo de un pájaro,
nos hace que olvidemos
que entre silvestres flores
la lucha por la vida
forja dramas atroces:
Saltando entre matas,
seguido de un perro,
a su madriguera
volaba un conejo.

Con doscientos saltos
se verá seguro
y lleva cincuenta
de adelanto al chucho.

-¡Corre, corre, corre!...
¡Rápido, conejo!
Tú das cuatro saltos
mientras tres da el perro:
Mas ¡ay! desdichado,
justo es tu temor:
cuanto tú en tres saltos
hace el perro en dos.

¡Oh, intrigante caso!
¡Oh, destino incierto!
¿Podrá o no salvarse
el débil conejo?

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