lunes, 4 de junio de 2012

'Observaciones y máximas de Blas', de Noel Clarasó (26)

HUMOR

Entre dos mujeres a las que uno quiere por igual, hay que decidirse siempre por la más gorda. El caso es saber sacrificar siempre una pasión a otra pasión mayor.

Si el hombre anduviera a cuatro pies, como los gatos, todos los verbos serían regulares.

Tal vez los libros hacen felices a los hombres pequeños que los usan para levantar el asiento; yo soy alto y no los necesito.

Somos nietos de Cortés y de Pizarro y, por tanto, hemos de saber ser corteses y pizarros a la vez. Yo diría: lo cortés no quita lo pizarro.

Toda la gracia de un soneto estriba en el último verso; los demás, con que rimen basta.

La mentira es la sal de la tierra, la del mar es cloruro de sodio.

La relación del hombre con las gallinas es poco cordial porque las gallinas, de su parte, solo ponen el huevo.

Los gallos cantan cuando sale el sol y las gallinas cuando sale el huevo: siempre el macho ha tenido un concepto más amplio del universo que la hembra.

La poesía solo se distingue de la prosa en el fondo y en la forma; por eso los textos que no tienen fondo ni forma son tan difíciles de clasificar.

Las flores artificiales no dan semilla; y en esto se parecen a las pastillas de jabón.

Un niño ajeno, bien engrasado, se diferencia de una motocicleta en que no se puede desmontar.

El hombre puede llegar a no tener familia; pero empieza siempre por tenerla; en eso de la familia hay algo que no depende de uno.

Las ciudades al crecer se ensanchan; es una manera de crecer original, y si los niños las imitaran serían la desesperación de sus padres.

En materia de arte, la opinión del director de una agencia de amas de cría no tiene ningún valor.

No hay comentarios: