lunes, 25 de febrero de 2013

Poemas de Isabel Tejada en "La sonrisa del camaleón" (4, y fin)

La cuestión es

escribir
o lo que es lo mismo
buscar la grieta
esa golfa que se deja penetrar
por una luz infiltrada
               serotonina de contrabando
y así traficar palabras
verterlas mezclarlas
hasta conseguir el desorden que me
ordena
para que me coloques caliente en tu
lengua
y me leas en voz baja

escribir una voz
         alta
que escarbe orejas
creando en cada túnel
un sueño un ancla

Aferrarse y escapar de la marea
negra
de los días corruptos que nos borran


Volver a casa

después del interrogatorio de los bares
y disponerse entre las cosas muertas
cabizbajos de soledad gratos de noche
en una misma fosa común azul
para
     a duras penas y sin ganas
descuerarse despacio apuñalando el silencio
considerando un teorema
por cada sombra que nos hurga el poco fósforo
que nos queda en la reserva
y ser esa gelatina de dudas con el alma de
plastilina que se empuja a soñar como quien busca
en todas direcciones la salida de emergencia


Lo que se Esconde

Desconfío de la falsa diplomacia como postura
instantánea ante el conflicto

El silencio inteligente no es otra cosa
que un tiburón negro
que aguarda tras la roca el olor de la sangre


Desconfía

de un azar sin daño a terceros
En poder moverte del sitio y no extraviarte
de lo importante
En poder hablar con una lengua
que no esté acostumbrada al lujo del entendimiento
y no sentir como poco a poco te extingues