LOS BÁLASAMOS DE GUADARRAMA
He aquí la fuente que hace brotar la vida
y pone en cada cosa un átomo germinante.
Cada pétalo refleja los colores del cielo.
Ahí está el valle soleado
donde niebla, nieve y arena
se mezclan en la alquimia crepuscular.
Mi corazón quiere traducir el código celestial,
pero la visión y el pensamiento flotan...
¡El soplo de la tarde en los gorjeos!
Nos sentamos en la piedra de terciopelo:
todo es perfecto en la pradera de las esencias.
De una montaña a otra hay un arco de nubes.
EL REAL MONATERIO DE LAS HUELGAS
En pilares, púlpitos, clausuras y capillas de luz,
para ser testigo de tumbas
que se asoman entre misterios,
florecen las Huelgas
de los pastos de Alfonso VIII,
regalos de Bernardo de Claraval.
Sarcófagos de la historia de los tronos.
Escudos albergados en cada nave.
De todo quedan motivos de piedra y cal.
Ser testigo de la impronta del tiempo.
De todo quedan
los estigmas de la intemperie
en los encumbrados capiteles.
Y el ajuar, legado de perdida indumentaria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario