12
También la inmovilidad es camino
por donde vagan las ideas
tanteando el espacio
para condensarse.
Desasosiego de la mirada interior
que se agudiza
a medida que oscurece
y uno a uno dobla los sentidos
para que el sueño
arroje los dados en el tablero.
Y ya se desplazan por su superficie
pérdidas y destierros,
me despojan de mis casas, mis rebaños,
mis amigos, mis esposos y alimentos…
Y vago toda la noche,
en cabello, por la estepa..
¿Por qué, pregunto,
si en quietud estoy,
ese incesante movimiento?
Es el astro
que se lleva los pasos por las horas
hasta su desnudo,
por encima del giro
y más allá de las sombras.
15
La mano que indica detente
invita a la pausa
previa al amanecer.
¡Regresa al silencio inicial
carente de lazos!
En el mar de la noche
las cosas
no se han diferenciado
todavía,
y así huyen al alba las palabras,
ante el aura virginal
que se insinúa,
por no establecer
una engañosa distancia.
Regresa al silencio,
no preguntes por la posibilidad,
que no hay gotas en el mar,
no hay gotas,
sino sólo mar.
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