8
Con el cráneo rasurado
y envuelto en blanco lienzo,
lentamente vierte el sándalo
e invoca elevación.
El que parte,
parte en dos el azogue del día.
Plurales son las aves en vuelo,
las flores de los caminos
y los silencios
que pronuncian las horas y,
en desbandada, cruzan
la línea transitiva.
El caballo
que encierra en sí la aurora,
las estrellas, los montes
y los árboles
relincha entre aire y fuego.
Y todo reverbera
en espejismo.
Y se abre el eco
a la resonancia inicial
desde el lecho de río.
10
El agua es agua
y luz sin límite;
y es agua y luz y palabra;
palabra que se abre
en pétalos de nada
y cada uno
en una ola blanca
que tira hacia
la orilla
y vuelve
y se deshace
y deshace
la memoria material
en la espiral inversa
del amor
de antes del amor,
trama de tierra,
árboles, astros,
que poblaron
un día
el corazón.
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