¡Actualidad! Tan fugaz/ En su cogollo y su miga,/ Regala a mi lentitud/ El sumo sabor a vida. Jorge Guillén
martes, 2 de septiembre de 2014
Algunos poemas de Humberto Akabal
Paraíso
Aquí era el Paraíso.
Maíz, trigo, frijol,
no había fruto prohibido,
las culebras eran mudas.
Jelik Ch'umil y Kowilaj Chee
hacían el amor sobre la hierba
y se cubrían con el cielo
hasta que hablaron
las serpientes:
prohibieron los frutos
y se repartieron entre sí
el Paraíso.
Camino al revés
De vez en cuando
camino al revés:
es mi modo de recordar.
Si caminara sólo hacia delante,
te podría contar
cómo es el olvido.
Canto teñido
Las hojas de los árboles
tiñen la voz
Por eso
el canto de los pájaros
es verde
El fuego
El fuego
acuclillado
apaga la tristeza del leño
cantándole
su ardiente canción.
Y el leño
lo escucha
consumiéndose
hasta olvidar
que fue árbol.
Hablo
Hablo
para taparle
la boca
al silencio.
Oración
En los templos
sólo se oye la oración
de los árboles
convertidos en bancas.
Piedras
No es que las piedras sean mudas;
sólo guardan silencio.
Sólo quien
Sólo quien no ha esperado
te
hablará
de
paciencia.
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