lunes, 12 de noviembre de 2007

De la marcha infinita hacia la libertad


“ ... mirad y ved bien que las cosas no duren mucho,

no siendo que se tornen añejas y rancias”.

... rebélate, oh ser mío, contra las viejas formas,

las viejas luces

y la vieja alegría;

sal

y resurge sobre terminaciones íntimas,

sobre todo cuanto pueda ser tu orilla o puente,

tu ley o libertad,

pero, al fin, tu muerte;

... para hollar lo eterno deberás vencer el velo de la fascinación,

el humus de la sangre y el néctar de los labios,

y con amor y ciencia instituir tu fuerza y tu belleza: una lanza pura, docta y fiel

con que enfrentarte a credos de hombres y de dioses y no caer;

[…necesitamos crear nuevos conceptos, nuevos números y nuevas geometrías]

.. haz, pues, con mis huesos un fuego pavoroso y con mi alma un río,

un mar inabarcable en llamas con que instruir y propagar la luz;

ser mío, sé valiente, no te detengas.


ORIÓN DE PANTHOSEAS

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