Nada hay tan veloz como la calumnia; ninguna cosa más fácil de lanzar, más fácil de aceptar, ni más rápida en extenderse.
. . .
En la vida nadie se para, y no hay más que dos caminos: uno hacia el bien y otro que conduce al mal, y es preciso marchar por uno de ellos.
. . .
El que no sabe por qué camino llegar al mar, debe buscar el río por compañero.
2 comentarios:
Casi todos vamos siguiendo el curso de algún río... Es un placer seguir tu blog. Besos y gracias.
Muchas gracias a ti, María.
Publicar un comentario