viernes, 9 de julio de 2010

'Las olas' de Virginia Woolf

Hablando con Orlando Hernández en el barrio de Lavapiés (dónde si no) de mi 'Querida Quiela' (qué a saber siquiera cómo se llamará después de la acometida en que estoy), me recomendó que leyera la novela de Woolf.

Le agradezco mucho a Orlando la referencia, y a las bibliotecas públicas que pudieran ayudarme en esta ocasión. Pero, en fin, aquí delante tengo el ejemplar que abandono. Mañana mismo lo devuelvo a la Biblioteca Centro, a la Pedro Salinas, por si te interesa o lo estabas esperando.

¿? ¡Ay! He de reconococer que es una obra originalísima la de Woolf, pero cuenta demasiadas cosas. Aprecio su intención, pero no la ejecución. La idea que expresa en el título se puede expresar más intensamente con menos líneas. Qué manía la de los narradores: enrrollarse sin control.

Así, mi problema no es con Woolf, es con el género. La novela cuenta demasiadas cosas. Volviendo a 'Las olas': ¿A qué perder el tiempo en esa sucesiones alternadas de las reflexiones inexpresadas y encadenadas de los seis personajes? Ellos en ellas, ellas en ellos. Uno a uno idénticos en tres parejas. Olas sucesivas, sí. Y qué. Qué interés tiene sumergirse en la interioriodad de cada uno de ellos y acompañarles desde su infancia hasta...no sé dónde, los abandono tras su fin de curso en las enseñanzas medias (¡vaya!, puede que sea una broma cruel que me hago a mí mismo), pero intuyo que hasta la senectud. ¡Qué can-si-no!

En fin, mal narrador debe ser éste al que le da por decir que no le interesa la novela. Lo cierto es que desde que hace 14 años comencé a escribir versos, he leído muy poca novela. Intento hacer memoria: 'La metamorfosis' de Kafka, 'Pedro Páramo' de Juan Rulfo...¿Algo más que considere apreciable? Como estas dos, no, y no creas que he leído mucho más. Curioso, por cierto, que mencione éstas tan breves e intensas. Ésas son las que me interesan, debe ser, las breves e intensas, con pocos personajes. ¡'El túnel'! Pero jamás terminé 'Sobre héroes y tumbas', amigo Sábato. Y eso que ambas las leí antes de hacerme poeta, cuando como lector sólo me ocupaban el cómic (¡siempre salvador!) y la novela.

O tal vez sea más sencillo y es que sólo me interesan las novelas buenas. Que me da por establecer categorías muy extrañas. Bueno, y no sólo las buenas, también aquellas en las que me descubro, claro, como 'Querido Diego te abraza Quiela' de Elena Poniatowska, que sólo me gustó cuando me descubrí escribiendo como Quiela. ¡La vida!

Mira, ves, así he pasado un ratito ensayando escritura, ahora que no tenía energías para seguir con mi Quiela. Buen día, Aureliano.

10 comentarios:

Rebeca Álvarez Casal del Rey dijo...

En serio, jose arcadio, que no te gustó "las olas"? o es sólo por crear polémica? las exclamaciones de "el túnel" son admirativas?

Jesús Malia dijo...

Lo de 'El túnel' es exclamativo, en efecto, Rebeca.
Y lo de 'Las olas', pues bueno, ahi está. Me gusta extraordinariamente el motivo, me gusta sobremanera que exija un gran esfuerzo por parte del lector para conocer a los personajes, me adhiero sin concesiones al modo de Woolf de ver el diálogo como una sucesión de monólogos interiores...Admiro esta novela desde estos presupuestos, por eso le dedico unas líneas. Pero en cuanto a la realización, bah. Una novela que exija tanto esfuerzo del lector (por eso me la recomendó Orlando, de eso le hablaba en mi novela) debe tener la generosidad de ser sucinta. Yo no tengo interés en la historia que cuenta, por eso la abandono. Reconozco que es una obra genial por diferente por las concepciones de su autora, pero es, asimismo, una cosa muy aburrida.

Rebeca Álvarez Casal del Rey dijo...

recuerdo que me gustó mucho cuando la leí hace años, la volveré a leer cuando tenga un rato
lo último que me resultó fue aburrida, pero claro, para gustos los colores
el túnel, en cambio, sin disgustarme del todo no me dijo nada nuevo

Jesús Malia dijo...

De haberla leído más joven, como tú, es probable que no me aburriera. Pero es que esos niñitos y adolescentes me parecen muy poco interesantes.
Por cierto, disculpas a los usuarios de la biblioteca Pedro Salinas. No he podido devolver el ejemplar, sólo abre de lunes a viernes. No sé por qué a las autoridades les da por pensar que en verano no utilizamos el metro, ni el cercanías, ni las bibliotecas...En fin, ahora es cuando los necesitamos para sacar más partido al tiempo libre. ¿Adónde voy yo a hora a nadar, ahora que tengo tiempo?

alf ölson dijo...

Pues yo leí hace poco Las Olas y me quedé completamente sumido y atrapado en los diálogos interiores (que no fluidos de conciencia) que mantienen los personajes y que de alguna manera desatascaron el género novelístico en el siglo xx, y acercaron y dieron más consistencia a los personajes, los llenan de vida, los hacen vibrar con sus descubrimientos interiores, (vibrar, como hace un violonchelista a la cuerda). "Estoy sorprendido, mientras retiro el velo con las palabras"... "no puedo sentarme en cualquier restaurante sórdido, y pedir siempre idéntico vaso, día tras día, y saturarme completamente de este líquido: la vida" y ahora viene lo mejor: "Y hacer mi frase, y sali corriendo con ella a alguna habitación donde la iluminen docenas de velas"... es que lo tengo subrayado, el libro... "Louis, Rhoda, existen en soledad de la forma más completa. Les molesta la iluminación, la reduplicación. Arrojan sus retratos, en el campo, una vez pintados, con la cara hacia abajo"... ¡toma imagen! y esto es solo el principio porque lo que hace Woolf es hablar de la intimidad pero construyendo unos personajes únicos con una densidad y una sensibilidad que "pasa" por ser victoriana (¿a veces demasiado sensiblera? ¿barroca? ¿retocada?, demasiado ¿redundante? No lo creo, es más es un puzle de personajes que son reunión, no sé si perfecta, no soy tan analista, tampoco te puedo decir que "sobre algo" pues la novela es un cajón desastre y como decía Juan Madrid termina cuando el editor la requiere, aunque no creo que fuera este el caso de Woolf... Es más un dejarse llevar, un vaivén continuo de mentes, un luchar con el "afuera" que a veces nos supera pero nos nutre, en fin, me voy a comer el guisao que me hecho para comer.
Abrazos,

Jesús Malia dijo...

Me alegro por ti de que hayas encontrado algo más que unos recursos brillantes en ella y hayas visto verdad.(Que las más de las veces tanta paciencia y constancia nos exige.)
Felicidades y gracias por compartirlo.
Pero yo, aquí, obstinado y ciego como Juan Pablo Castell: sólo entregado a su emoción.

Jesús Malia dijo...

¡Ah! ¿De qué era el guiso?Snif, snif. Jejeje.

Rebeca Álvarez Casal del Rey dijo...

joder, alfonso, ahora sí que me entraron ganas de releer las olas (de comer un guiso no, con este calor, en todo caso un salmorejo)

Jesús Malia dijo...

Jejeje. Pues con alegría, mujer, que lo dices como si tastocara por completo tu vida.Jejeje. Qué gracia.
Gracias.

Rebeca Álvarez Casal del Rey dijo...

al contrario, lo escribo con entusiasmo, otra cosa es lo que tú leas desde tu subjetividad