lunes, 21 de marzo de 2011

Sobre 'la cinta de moebius', palabras de Delfín Yeste

Hace unas semanas, Delfín Yeste me invitó a leer 'la cina de moebius' en La Casa de Castilla La Mancha de Madrid (18 de enero de 2011). No contento con esto, Delfín me dedicó unas palabras dirigidas a mi poemario, que ahora os reproduzco textualmente.

Palabras en su callada lucidez, por Delfín Yeste

Puedo aventurar que no hay dilema o encrucijada premonitoria de rutas contrapuestas... por donde adentrarnos en los mundos y trasmundos de la dual dinámica poético-matemática de Jesús Malia... y es que tiempo y espacio van tejiendo y destejiendo lo que une y desune, acerca y aleja, hace y deshace la espiral de lo vital, entrando y saliendo a pleno pulmón, a pleno desencanto, a pleno convencimiento de la huída-acaso aproximación-de lo que Johannes Kepler (conocido astrónomo alemán) llamara "la geometría mística de los cielos". Jesús Malia-a través de 'la cinta de moebius', poemario que hoy nos ofrece- hace las palabras más táctiles, menos poliédricas, tal cual prestidigitador de lo onírico, de lo astral en sus múltiples cadencias.

En la parte iniciática... después de "jugar" con nadie, eclipse y las leyes de Kepler... en 'llorar el mundo' (si es que aún no hubiéramos calado tales pulsiones) nos sacude con dos propuestas contundentes, dos versos delatores:

es un niño que juega tras de una puerta
y un poeta que escribe tras de una puerta

por la que quisiera pasar de puntillas... casi por la urdimbre habitada por las sombras.

En 'la cinta de moebius'... ese número cabalístico, que a tantos nos subyuga, el siete, nos ofrece-Jesús Malia- otros tantos respiraderos.
Me interrogo:
¿Aberturas-u oberturas...dada su musicalidad intrínseca-por donde transpira el aire de la emoción?
¿Lumbrera o luz cenital?
¿Descanso o rato de respiro?
Incentiva y corona el deseo, la llamada a los lares primigenios:

puede que mañana ya pueda mirar la vida a los ojos con sus ojos limpios

así concluye ese primer respiradero-o poesía-(que así llama Jesús Malia).

El reloj-en su marcaje ineludible- no nos permite cobijo y tregua para proseguir recorriendo este periplo deslumbrador y deslumbrante de 'la cinta de moebius'; no obstante no quisiera pasar por alto cuando aludes 'el fondo del pozo' y nos dices:

traedme la esperanza que pierdo a cada paso
y secuestra los sueños y acuchilla los dias
traedme la esperanza entre las manos
como un gesto de amor
como un trozo de pan
como solo una boca queme hable despacio
traedme la esperanza
solo os pido un esqueje
traedme la esperanza

Cauce y trémolo, destino y memoria... cuando riela-a modo de justificación:

si hago versos de amor
a que apagarlos

Ten por seguro-amigo Jesús Malia-que la incandescencia de 'la cinta de moebius' ha sembrado en nosotros la alegría de vivir y soñar: gracias.

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