miércoles, 4 de mayo de 2011

Un poema de Gsús Bonilla

Ibas desnutrido
a cumplir tu sentencia
-pero no perdías la sonrisa-

y es que debe de cuidar uno
lo propio, lo que tiene;

que aunque frágil, es de uno, es tuyo.

Será inevitable que se haya decido
el cosido de tus labios,
pero aun así, el grito se hace fuerte
hasta estallar los hilos
empeñados en callar la inocencia.

Se sabe que el más débil
-en consecuencia: TÚ-

es el primer eslabón que se daña,
que se rompe,
y se hace trocitos injustos
posados en la triste historia del hombre.

Cogido de la impotente mano
de una madre resignada;

caminado, con tu vacío, con tu hambre…
-ya digo- con tu sonrisa,
ignorante,
pura,
cristalina. Y sobre todo: TUYA.
Ibas desnutrido
a recoger
tu pequeña ración humanitaria
con la que te premia
nuestra mala conciencia

que un poco más
y se olvida de ti:
-afortunado con sonrisa-
NIÑO RICO

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