No siempre que miro a los demás encuentro a otro.
Por el humo viviré el fuego.
Poesía cobarde.
¿La lengua siempre es materna?
Mi amor hería las horas punta del iceberg.
Hora en la que coincido con el perro cuando saca a pasear a mi vecino.
No te mira, es ciudad.
No te entiendo casi todo.
Cuanto
más
callo,
más
grito.
Qué afortunada la leche convirtiéndose en nube al ser arrojada al café.
Ahora
prefiero
no
tener
a
perder.
a merced del viento, no duda el trigo.
1 comentario:
Bolo
:)
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