miércoles, 7 de marzo de 2012

Poesía científica: Ricardo López Arcilla, 'Pronósticos de Hipócrates'. Signos de la fiebre (3 y fin)

SIGNOS DE LA FIEBRE

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Juzgarse pueden por el mismo estilo
Los efectos morbosos que atacar
A las puérperas puedan con sigilo
Alterando su estado singular.

12

La cefalalgia intensa y permanente
Junta con algún síntoma letal,
Es perniciosa en cualesquier paciente
Que una fiebre padece por su mal.
Mas si la dicha cefalalgia viene
Sin síntomas letales, y el dolor
Aún más de veinte días se mantiene
Sin que calme la fiebre su vigor,
Debe esperarse con algún sosiego
Que sangre fluya en la nasal región,
O que un absceso se presente luego
Allá en las partes que inferiores son.
A una reciente cefalalgia suele
Ya el pus seguirse, o la epístasis* ya,
Principalmente si al enfermo duele
Lo que en las sienes o en la frente está.

*forma actual, epistaxis. Marco este caso por ser notoriamente más pronunciado que aquellos en que una j pasa a ser g o una s pasa a ser s, al cambiar también la acentuación del término.
Por cierto, me da para un chascarrillo. ¿Qué son los epistaxis? Pues taxis voladores. El futuro, amigo, el futuro.

13

En los que siete lustros no han cumplido
Se debe sobre todo de esperar
Que con pasos callados y sin ruido
La epistaxis se llegue a presentar.
Y en los que en dicha edad se hallan al frente
O pasan de la misma en conclusión,
Se debe de aguardar generalmente
Sobrevenga por fin supuración.

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El agudo dolor de los oídos
Con fiebre permanente es muy fatal,
Porque causa delirio, y los sentidos
Turba, y al hombre le asesina el mal.
Pero siempre no siendo aquesto cierto,
Conviene con cuidado investigar
Desde el día primero con acierto
Los demás signos que se ven al par.

15

Los que jóvenes son en dicho caso
Al primer septenario mueren pues,
Los ancianos empero tal fracaso
No sufren sino ya mucho después.
Pues estos no teniendo calenturas
Tan grandes, ni al delirio propensión ,
Hasta fraguarse el pus, las amarguras
Pueden sufrir mejor de su afección.
Mas si en aquesta edad tan débil pasa
A otro punto la cruda enfermedad,
Suele una parte perecer no escasa
De los enfermos de provecta edad.
Los jóvenes empero mueren antes
Que el oído principie a supurar;
A no ser el pus blanco, y los restantes
Síntomas ser muy buenos y agradar.

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También nos debe de inspirar tristura
Y no menos hacernos recelar
El que aquellos que tienen calentura
Se les lleguen las fauces a ulcerar.
Pues si a esto se agrega algún mal signo
De aquellos que se acaba de decir,
El pronóstico entonces es maligno
Porque hay grande peligro que advertir.

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