viernes, 15 de junio de 2012

En 'Versiones' de Rosario Castellanos St.-John Perse (2)

MARCAS

II

Arquitectura fronteriza. Trabajos mixtos de los puertos. Te suplicamos, Mar Mediadora, y a ti, Tierra de Abel.
Se llega a un acuerdo sobre las prestaciones, se intercambian las servidumbres. La tierra es una prestación personal, según el fallo de la piedra.
La mar laudable abría sus bloques de jaspe verde. Y el agua móvil lavaba las bases silenciosas.

Encuentra tu oro,poeta, para el anillo de esponsales y tus aleaciones para las campanas, en las avenidas del pilotaje.
Esta brisa de la mar a todos los puertos y la mar al final de todas las calles. Esta brisa y esta mar en nuestras máximas y en el nacimiento de nuestras leyes.
Regla dada acerca del más alto lujo: un cuerpo de mujer -¡nombre de oro!, y para la ciudad sin marfiles tu nombre de mujer, oh Patricia.

Porque nosotros tenemos todo en arrendamiento y es demasiado envolver la hora en las mallas amarillas de nuestras dársenas...
La mar, con sus espasmos de medusa, coduce, conduce a sus responsos de oro al través de grandes frases luminosas y grandes terrores de fuego verde.
Y el escudo está abierto aún a las dedicaciones del antepuerto mientras los hombres memoriosos juran por alguna bestia alada; pero el eslabón potente (en el aparejo de la punta de un dique, bajo el trofeo de pluma blanca) sueña, sueña entre la espuma, las más lejanas cacerías donde humean otros cuellos de potro.

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