lunes, 4 de marzo de 2013

Un poema de Jorge Riechmann

aún es tarde

1

Cómo habitar la Tierra
era nuestro problema cuando hace 35.000 años
nos inclinábamos tratando de adivinar
las formas animales que la luz de la antorcha
convocaba poderosas sobre la pared de piedra

Cómo habitar la Tierra
sigue siendo nuestro problema hoy cuando convocamos
el altar de las apariciones en las páginas
de un libro de poemas o de física teórica
bajo la fría luz de la bombilla
alimentada en una quinta parte –watio más watio menos—
con electricidad nuclear

Tiempos tan largos y saber tan menguado
para habitar la Tierra

2

Sueñan
con extraer la última gota de petróleo del Ártico
y capturar el último atún en un rincón del Índico
y ágilmente repatriar después su capital
a una luna de Júpiter

Su sueño
destruye
nuestro mundo

3

Incluso
si de verdad estamos
temblando enrojecidos en el zaguán del apocalipsis

(¿aldabón blanco,
aldabón negro?
No vas a empuñar
ninguno de los dos)

incluso entonces
la temblorosa carne enamorada
la palabra poiesis con su sedoso roce de navaja
y la canción del grillo

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