martes, 9 de abril de 2013

Poema de José Almendros en "Nostálgicas", publicado en 1898. Hoy "Historia"

HISTORIA

Declina la tarde;
un sol que ya fue
espira cumpliendo
la lúgubre ley...

Cuanto luz un punto
sombra luego es...
¡qué tristes los campos
en torno se ven!...

¿Adusto vosotros
el ceño ponéis?
¡Ah, sí! Me olvidaba,
riamos... bebed!...

Miremos al áureo
cristal del Jerez,
¡qué hermosa la vida
del vaso a través!

Color de oro todo
radiante se ve...
el sol que se oculta
parece volver...

Montañas lejanas,
cabañas al pie,
tendidas praderas
cubiertas de mies.

Y cerca, las risas,
la dulce embriaguez,
acentos amigos,
ojos de mujer...

***

¿Que os cuente de algo
dichoso? ¡No sé!
¿Leyenda o historia?...
Veamos, tal vez...

¿Queréis que os refiera
con el ritmo aquel
del poeta muerto
la historia de un rey?,..

Aquel que las hadas
miraron nacer,
poniendo a su paso
cuanto dicha es?...

Aquel a quien dieron
los genios poder,
Valor, hermosura,
riqueza... Pues, bien...

Su cuna fue blanda,
feliz su niñez,
senderos de rosas
hollaban sus pies.

Reía... reía...
y siempre ante él
deidades del sueño
besaban su sien.

Reía... reía...
mas, cuando hombre fue,
los genios, dolientes,
no fueron con él...

***

¿Adusto vosotros
el ceño ponéis?...
¡Ah, sí... Me olvidaba!...
riamos... bebed!

Dorada es la vida
del vaso a través...
el sol que se apaga
parece nacer...

¿Mi historia no os gusta?
Pues historia es...
Llenad vuestros vasos.
¡Oid!... Yo os diré...

***

Marchó... lo exigía
misteriosa ley;
marchó sonriente
la senda sin ver...

La tierra era suya;
mas, ¡ay! esta vez
los genios llorosos
no fueron con él.

Forzoso decreto
de oculto poder
fiábales sólo
la dulce niñez.

Miráronle mudos,
de lejos... y él
siguió... Ya no había
rosas a sus pies...

Fugaz de sus manos
huía el placer;
corrió tras la dicha...
que huía también...

Y el dolor, oculto,
siempre en torno a él
en caricia muda
besaba su sien...

***

¡Alzad la mirada!
¿Os entristecéis?...
¡El rey de mi historia
lloraba también!...

Y andaba, y andaba,
y más de una vez
la frente bajando
pensaba:—¿Y después?

¡Llenad! De los dioses
el néctar, no fue
tan dulce... ¡Oh! dejadme,
dejadme beber...

¿Mi historia no os gusta?.
Pues historia es...
¿Su fecha? No tiene...
¿Su fin? No lo sé.

Mas siempre soñando
venturoso ser,
el rey de mi historia...
se murió una vez...

¿Su reino?... Una tierra...
¿Su nombre?... No sé.
Mas no importa... El mío,
o el vuestro poned.

¿Que es triste?... Así es ella.
¿Otra...? Inútil es...
No, no... Son iguales
todas las que sé...

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