martes, 23 de septiembre de 2014

Algunos poemas de José Cereijo en “Límites”, Colección Melibea, 1994 (3)



Magia de un instante

¿Qué pides al amor que no sea tan sólo

La magia de un instante? Igual que el ambicioso a quien devora

Una sed insaciable, condenado por ella a deshacer en polvo

Cuanto alcanzan sus dedos, ¿no sabrás conformarte con su breve destello, dulce por imprevisto

Y más precioso aún por su rareza? Olvidas a menudo estas sabias palabras: un solo goce cierto vale el mundo;

Un don puro, la vida.


La verdad

No sé si es la verdad lo que quisiera que hubiese entre nosotros.

La verdad es cruel, y no nos pertenece: pertenece a las cosas.

Pero un hombre que miente, -lo sabemos ahora-,

Se revela a sí mismo.


Vínculos

Quise que nos unieran, como todos lo quieren, los goces y los sueños.

Ahora he llegado a verlos, sin embargo, como abismos sin puentes: ser hombre es estar solo.

Pero no he renunciado todavía: quizás la soledad, y el desengaño,

Sean vínculos más fuertes.


Fe quebrada

No hay luz que no se quiebre, día que no descubra, cuando pasa, una noche

En que fuera mejor no haber amado. Tanto afán destruido revela amarga el alma, y es acaso también una proposición,

Pero para un instinto hecho al revés del nuestro. Quién tuviera la fe, o un dios al que rezar que pudiese otorgarla,

Para poder amar sin interés, como un fin en sí mismo,

Esa limitación y esa amargura.

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