martes, 9 de diciembre de 2014

Poemas de José Cereijo en “Las trampas del tiempo” (5, y fin)



Materiales

Aprende a conocer y amar esta existencia
silenciosa, brutal, compleja, insuficiente:
con ese material -no hay otro para nadie-
Virgilio, Dante, Shakespeare, hicieron su trabajo.


No es inútil

Créeme: di a la vida
-cuyo significado real es tal vez otro,
y puede ser ninguno-
que tenga lucidez, piedad, sentido.
Aunque sólo tú puedas oír tu propia voz,
y no haya nadie ahí fuera,
díselo: no es inútil.


Si te vas

Si te vas, sé feliz. Y no pienses que es sólo
un generoso impulso quien dicta estas palabras,
o el viejo afecto, vivo todavía:
también es el orgullo.
Que la dicha nos sea preferida
es triste, nada más. Pero que el tedio,
la grisura, el cansancio,
aparezcan también mejores que nosotros
a los ojos de aquel a quien amamos,
que prefiera su carga a nuestro alivio...
También por egoísmo, ya lo ves; si es que puede,
por favor, sé feliz.


Maldición

Que alguna enfermedad implacable y secreta te devore por dentro, lentamente.
Que no haya en ningún sitio agua para tu sed, sueño para tus ojos extraviados, tiempo para tu corazón.
Que la vida, continuamente hostil, te ofrezca sólo espinas, peligros, negaciones.
Que todo lo que lleves a los labios se llene de un sabor amargo y póstumo.
Que seas, en fin, lo mismo que yo soy, lo mismo que seré mientras que no consiga
librarme de tu ausencia.

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